ZAIDA
Nunca pensé que volver a pisar el suelo de casa iba a darme tanta alegría.
Un completo silencio inunda la casa tras cerrar la puerta. Al parecer están todos dormidos todavía. Leire se pierde en las escaleras de camino a su habitación.– Será mejor que descanses un poco, aún es temprano – los brazos de Eric rodearon mis hombros – así reposas
Asiento cuando siento sus labios besar mi cabeza.
Subo hasta mi cuarto, el cual estaba completamente a oscuras. Coloco en la mesita de noche el nuevo inalador junto con mi móvil. Acabamos de salir del hospital a las siete y media. Lo cual ha echo que duerma menos de lo acordado. Quito la ropa que traigo puesta y me pongo el pijama, me tumbo en la cama hasta conciliar el sueño.[...]
Mi cuerpo se zarandea, el movimiento consigue que abra los ojos
– Venga arriba dormilona, tienes hecho el desayuno
– No tengo hambre Eric – giró dándole la espalda y escondo la cabeza debajo de la almohada
– A mi no me vengas con esas y lo sabes muy bien pequeña perezosa
Suspiro – ya voy – digo mientras restriego mi puño en el ojo
– Te quiero bonita – Eric besa mi mejilla y sale de la habitación.
Acto seguido, salgo de la cama sin ánimos. Recojo mi pelo en un moño bajo y camino hacia la cocina.
– Hoy te echo algo sencillo – me siento esperando a ese gran planto sencillo según Eric
– Siendo tu nada es sencillo – lo escucho reír
– Bueno tal vez tengas razón – deja el plato en la mesa y lo miro con determinación.
– ¿Tostada? – acerco el plato a mi cuerpo
– No siempre vas a tomar avena y fruta Zaida – me mira
– Esta bien , está bien como tú digas – muerdo el pan de avena con tomate, queso fresco y rúcula
– También te echo zumo de naranja – sonríe – las vitaminas son importantes
Río ante su entusiasmo.
– Gracias – le sonrío
Me devuelve la sonrisa y prepara otro desayuno igual al mío
– Es para Leire – contesta a mis pensamientos como si los hubiera leído – también voy hacer cereales para los peques
Asiento
– ¿Que planes tienes hoy? – gira la cabeza para verme
Alzo los hombros – No tengo ni idea , supongo que vendrán los gemelos a casa
Asiente
– ¿No vas a trabajar ?
– He pedido unos días libres para este contigo
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Cóseme ©
Romansa¿Quien diría que unas vacaciones tendrían el poder de cambiar mi vida? El echo de cambiar tu hogar, tus comodidades, y tu rutina no me daban ningún motivo de alegria. Para todos los demás viajar con la familia en verano es normal y maravilloso, para...