CAPITULO 32

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ZAIDA

Nunca pensé que volver a pisar el suelo de casa iba a darme tanta alegría.
Un completo silencio inunda la casa tras cerrar la puerta. Al parecer están todos dormidos todavía. Leire se pierde en las escaleras de camino a su habitación.

– Será mejor que descanses un poco, aún es temprano – los brazos de Eric rodearon mis hombros – así reposas
Asiento cuando siento sus labios besar mi cabeza.
Subo hasta mi cuarto, el cual estaba completamente a oscuras. Coloco en la mesita de noche el nuevo inalador junto con mi móvil. Acabamos de salir del hospital a las siete y media. Lo cual ha echo que duerma menos de lo acordado. Quito la ropa que traigo puesta y me pongo el pijama, me tumbo en la cama hasta conciliar el sueño.

[...]

Mi cuerpo se zarandea, el movimiento consigue que abra los ojos

– Venga arriba dormilona, tienes hecho el desayuno

– No tengo hambre Eric – giró dándole la espalda y escondo la cabeza debajo de la almohada

– A mi no me vengas con esas y lo sabes muy bien pequeña perezosa

Suspiro – ya voy – digo mientras  restriego mi puño en el ojo

– Te quiero bonita – Eric besa mi mejilla y sale de la habitación.

Acto seguido, salgo de la cama sin ánimos. Recojo mi pelo en un moño bajo y camino hacia la cocina.

– Hoy te echo algo sencillo – me siento esperando a ese gran planto sencillo según Eric

– Siendo tu nada es sencillo – lo escucho reír

– Bueno tal vez tengas razón – deja el plato en la mesa y lo miro con determinación.

– ¿Tostada? – acerco el plato a mi cuerpo

– No siempre vas a tomar avena y fruta Zaida – me mira

– Esta bien , está bien como tú digas – muerdo el pan de avena con tomate, queso fresco y rúcula

– También te echo zumo de naranja – sonríe – las vitaminas son importantes

– También te echo zumo de naranja – sonríe – las vitaminas son importantes

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Río ante su entusiasmo.

– Gracias – le sonrío

Me devuelve la sonrisa y prepara otro desayuno igual al mío

– Es para Leire – contesta a mis pensamientos como si los hubiera leído – también voy hacer cereales para los peques

Asiento

– ¿Que planes tienes hoy? – gira la cabeza para verme

Alzo los hombros – No tengo ni idea , supongo que vendrán los gemelos a casa

Asiente

– ¿No vas a trabajar ?

– He pedido unos días libres para este contigo

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