– No me alejes de ti
– Nunca te he dejado acercarte – le miro a los ojos – no pienses que ha sido así
Se coloca delante de mi y agarra mis caderas con sus manos. La respiración se me corta ante su tacto.
– Déjame quererte – se aproxima más a mi cuerpo si esque queda espacio. Su respiración choca con la mía y su tacto se suaviza. Me pierdo en su mirada intentando asimilar todo este desorden. Sus pupilas me miran con desesperación.
– No puedo – susurro; empujo mis manos contra su cuerpo para intentar separarme. Sus brazos me rodean al segundo con más fuerza que antes dejándome atrapada en cuerpo y alma.
– Porfavor . . . – me ruega – quiero coser tus heridas. – Su mano acaricia mi mejilla con suavidad. Cierro los ojos ante su tacto, muerdo mi mejilla con intención de no perder la poca cordura que me queda.
– Es imposible coser mis heridas – digo, miro su expresión en el rostro. Su mano sigue sin abandonar mi mejilla y sus ojos se intensifican a cada segundo. Su frente se une con la mía en un intento de más cercanía.
– Déjame intentarlo – sus labios chocan con los míos con brusquedad. Mis manos sujetan su pelo. Su agarre se ciñe más a mi sin separar nuestra unión.
Buenas, espero que os guste la novela. Gracias por empezar a leerla os estoy eternamente agradecida. Pido perdón por si encontráis algún error de ortografía. Espero que disfrutéis, sonrían y lloren tanto como yo lo he echo haciendo esta historia.
¡Disfruten!
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Cóseme ©
Romansa¿Quien diría que unas vacaciones tendrían el poder de cambiar mi vida? El echo de cambiar tu hogar, tus comodidades, y tu rutina no me daban ningún motivo de alegria. Para todos los demás viajar con la familia en verano es normal y maravilloso, para...