🍷02🍷

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He mirado muchos ojos.

Pero solo me he perdido en los suyos.


No parecía adecuado morir a esta edad, tenía sueños que cumplir, quería salir adelante, conseguir un buen trabajo y tal vez con el tiempo encontrar el amor y formar una familia, pero tal parece que el destino se niega a darme una oportunidad para cumplirlo. Deje que un suspiro se escapara entre mis labios, estaba más tranquilo, mire el reloj de mi muñeca y me sorprendió ver que faltaban quince minutos para las siete, a las siete entraba a trabajar y a Gara le molestaba que llegara tarde, comencé a caminar en dirección al bar, apresuraba mi paso un poco, trate de no pensar mucho durante el trayecto, sabía que tendría que regresar al médico a terminar la conversación que había dejado pendiente cuando salí corriendo de ahí y la verdad no tenía idea de que iba hacer después de eso pero quería pensar que rendirme no era una opción.

No hasta que la fuerza me abandonara.

Cuando llegue a Chidori el ambiente del bar me recibió y de un modo extraño me sentí como en casa, me dirigí a los vestuarios para tomar mi uniforme y así ponerme detrás de la barra y comenzar a atender a la gente que poco a poco iba llegando.

-Un Whisky doble- escuche en mi espalda cuando estaba acomodando los vasos, tome la botella y me acerqué al recién llegado poniendo un vaso frente a él para después verter el alcohol.

No prestaba mucha atención a lo que hacía ni quién estaba a mí alrededor, todo lo hacía en automático como si mi cuerpo hubiera sido programado para trabajar así, como si mis brazos ya no necesitarán más órdenes de mi cerebro para trabajar.

-Lo mismo que el señor por favor- una voz potente hizo que me detuviera solo un segundo para mirar quién era.

Me acerqué con la botella y un vaso en la mano para cumplir la petición del extraño, mis ojos miraron curiosos su cara, piel blanca, cabello negro y ojos del mismo color, parecía un adonis caído del cielo, ese traje que traía solo resaltaba su belleza, me quedé observándole más de la cuenta, hasta que el eco de su risa interrumpió mi escrutinio.

-¿Te gusta lo que ves dobe? -Su voz sonó prepotente, el tipo de voz que tenía una persona acostumbrado a tenerlo todo.

-La verdad es que no- conteste tan cortante que incluso yo me sorprendí.

Le mire por unos segundos más antes de seguir acomodando los vasos bajo la barra, había tenido un pésimo día y lo único que me faltaba era conseguir una discusión con algún cliente y sacar la furia de Gara. Cada que podía trataba de mirar al chico de negro, tomaba su Whisky despacio, y sus ojos parecían seguir mis movimientos.

Serví a las demás personas que llegaban, platicaba con unos cuantos mientras les atendía, en Chidori era muy común ver caras nuevas pero también caras conocidas, trataba de ser cortés con todos, incluso ya tenía tacto tratando con personas alteradas por el alcohol.

Esta era mi vida trabajar de noche en el bar, llegar a casa a altas horas de la mañana, disfrutar un poco mi tiempo libre, y volver al bar, estaba tratando de ahorrar el dinero suficiente para entrar a la universidad, mis padres al morir dejaron una pequeña suma de dinero que me sirvió como colchón para mantenerme mientras conseguía trabajo, pero una vez que lo obtuve deje de gastar ese dinero y comencé ahorrar todo lo que podía, tenía casi toda mi vida planeada, y ahora parecía que poco a poco todo desaparecería.

Mis ojos comenzaron a humedecerse, respire profundo, evitando que salieran las lágrimas, me negaba a llorar, siempre he sido fuerte, siempre he salido adelante solo, y esto no me iba a derribar, me negaba a dejarme vencer tan fácil.

- LA UlTIMA RONDA - (Sasunaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora