Abrí los ojos confundido, todo estaba oscuro me pare de la cama con unas terribles náuseas y corrí al baño inclinándome directo en la tasa para regresar la cena, la mezcla de medicamento con alcohol no era tan buena, una vez que termine de regresar mi desayuno me acerqué al lavamanos para cepillarme mis dientes con pasta y quitarme el mal sabor, me senté en el azulejo del baño, tenía calor y sin pensarlo abrí la regadera metiéndome en ella después de quitarme la ropa, cuando termine me cambie con un pijama que encontré en el closet, la tela era de seda y se sentía ligera y fresca sobre mi piel. Salí de la habitación caminando por el largo pasillo que llevaba al balcón donde Sasuke y yo habíamos desayunado el primer día, me quede sin palabras cuando mis ojos captaron el cielo, este parecía estar adornado por infinidad de luces pequeñas y la luna estaba tan grande que lo alumbraba todo a su alrededor, era la mejor imagen que había visto en mi vida, y dándole un matiz de tranquilidad el leve gorgoteo de los grillos cantando se escuchaba por todo el lugar, baje las escalerillas que daban acceso al jardín y camine hasta la fuente disfrutando del pequeño ambiente de paz.
Me recosté en el suelo viendo fijamente el cielo, quería grabarlo para siempre en mi memoria dejarlo tan claro que cuando quisiera recordarlo no me costará nada, sabía que posiblemente esta sería la primera y única vez que vería algo así, el pensamiento de mi posible muerte esta vez no me entristeció, me sentía relajado y feliz, como si al final hubiera encontrado un camino, un lugar al cual pertenecer, incluso aun sabiendo que esto para mí era una ilusión.
Entonces el pensamiento que me rondaba últimamente tomo más fuerza, si iba a morir sería en un lugar así, un lugar lleno de tranquilidad un lugar que me llenara de paz incluso en soledad, no me apetecía dejar este mundo en una habitación fría y sola de un hospital, no, yo quería mi propio paraíso antes de dejar este mundo, mi propio lugar.
Pero sabía que tampoco podía ser este, no podía hacerle eso a Sasuke, no podía permitir enamorarnos si al final yo no iba a estar para limpiar sus lágrimas y abrazarlo cuando todo haya acabado.
-Enfermaras si estás en el suelo a estas horas Dobe - la voz relajada de Sasuke concordó con el ambiente.
-Solo admiraba el cielo, es increíble el hermoso paisaje que pinta aquí.- dije despacio tratando de que mi voz sonara igual de armoniosa.
-¿No podías dormir?
-No, Tenía mucho calor - de pronto su sonrisa apareció en mi campo de visión.
-Es por el vino, escuche que abriste la puerta del cuarto y me preocupe cuando no te escuche regresar, sentía que te habías ido a esta hora.
-No sé - dije, el me miraba desde su altura y sus ojos de ónix me hipnotizaban.
-¿No sabes? - preguntó levantando una ceja.
-La hora, ni siquiera vi el reloj cuando me levante. - dije sin retirar mi mirada de él, en primera por qué no quería y en segunda por qué Sasuke en este momento lo abarcaba todo.
-Son las 3.
-oh...
Un suspiro se escapó de sus labios y en el minuto siguiente su cara desapareció voltee cuando lo sentía acomodarse a mi lado en el suelo.
-Tienes razón esto es hermoso.-dijo y mi corazón se apaciguó de una forma como lo haría una droga al cuerpo.
Voltee mi rostro, él también lo era, la noche se quedaba corta comparado con el negro de sus ojos y lo blanca de su piel.
Él era el cielo sin sol, la noche, la luna y las estrellas a la vez, y nadie podría negar eso.
-La mezcla perfecta -Dije sin retirar mi mirada de su cara.
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- LA UlTIMA RONDA - (Sasunaru)
FanfictionEs curioso que una vez que te enteras que vas a morir, todo parece un sueño, irreal, todo pierde sentido, haces las mismas cosas una y otra vez, siguiendo una rutina ya establecida, te enfadas por cosas tontas y no te preocupas por vivir, hasta que...