Inglaterra, 1595 (Parte 1)

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En el bar más concurrido de la ciudad, un poeta soñaba. Intentaba encontrar la inspiración, pero aquella caprichosa musa no venía a él.

—¿Acaso he de ser desdichado? — Exclamó bastante molesto. Una mano se posó en su hombro.

—¿Sucede algo, William? — El dramaturgo se giró a verle.

—Oh, Dominic — el poeta rápidamente se animó de ver a su amigo, aquel hombre le agradaba.

William Shakespare pocas veces podía decir aquello, que otro ser humano le agradaba, vio a su amigo y una gran idea surgió en su cabeza.

—¡Eres perfecto! — anunció agitando sus papeles, el joven inglés alzó una ceja, solía pensar que ese joven escritor era toda una maravilla de persona.

—¿Para qué soy perfecto, podrías explicármelo? — se sentó a su lado en la barra, apoyando su mentón en los nudillos de su mano derecha.

—¿Para qué más? He estado escribiendo una nueva obra de teatro, sin embargo, no encuentro a mi rostro perfecto y tú lo eres — con sus dos manos, tocó el bello rostro de Dominic, este sólo se soltó a reír enfrente de él.

—¿Yo, actuar? Querido William, has perdido la cabeza

—Eso hace mucho, pero mis ojos no y esos me dicen que tú mi buen amigo, eres perfecto para ser mi Julieta

Dominic negó varias veces con la cabeza.

—He de prometerte, además, que mi Romeo deslumbrará esas nubes negras en tus ojos — le aseguró señalando con su dedo índice, el joven rodó los ojos.

—¿De qué va esa obra tuya? — Se animó a preguntar de una vez.

—Pues verás...

***

"Los placeres violentos poseen finales violentos y tienen en su triunfo su propia muerte, del mismo modo en que se consumen el fuego y la pólvora en un beso voraz"

Repetía Dominic mientras se encontraba sentado en una butaca de madera del escenario, al final había accedido a tomar el papel porque su situación económica no era la mejor, además el teatro siempre le sedujo, más si era una obra de su querido Shakespeare.

Sin embargo, mientras leía aquella frase, soltaba una ligera risa.

—Demasiado sentimental — pronunció en voz alta.

—¿Acaso nunca ha estado enamorado? — Preguntó una voz, alzó la vista.

Y sí, jamás se había enamorado, hasta ese día que se encontró con aquellos ojos y rostro.

Si la muerte viene a buscarme tiene permiso para llevarme — susurró — porque he encontrado ya mi motivo para estar en esta vida, no necesito más

El joven se le acercó más, dejando el eco de sus pisadas, sentía una curiosidad inaudita por ese bello rostro.

—¿No hemos visto en otro lado? — Se arrodilló delante de él, tomando su mentón para alzarle el rostro y apreciarlo mejor.

—En otra vida, quizá...— se animó a decir.

—No sabrás mi nuevo nombre entonces...soy Joan — le informó.

Una corriente eléctrica se formó entre ambas miradas, encontrando ese sentimiento de que volvían a hallarse en otra vida más.

—¡Magnífico! — un grito se escuchó desde la entrada del pequeño teatro, William entraba con una gran alegría que se le notaba en cada paso — Desde que os vi, supe que serían perfectos para los papeles, sólo hay que apreciarlos en el escenario para saber que nacieron para actuar juntos

La voz del dramaturgo estaba llena de excitación, alzaba tanto la voz que se escuchaba en cada rincón del lugar.

—Joan, te presento a tu Julieta, Dominic — señaló al chico que estaba sentado — Y Dominic, este es tu Romeo, Joan — con su otra mano señaló al joven que seguía arrodillado — Mi Romeo y mi Julieta — suspiró.

En aquel teatro sólo había suspiros de amor, en esas paredes de madera, dos amores trágicos estaban por representarse en escena, el destino es realmente irónico.

***

Los ensayos comenzaron a prisa, los vestuarios estaban siendo perfeccionados para las medidas de los actores. Entre bambalinas habían miradas que se perdían en los ojos del otro, si esos muros hablasen, dirían que, sin duda, una ferviente pasión se estaba formando.

El deseo recorría la piel de Joan cada que accidentalmente tocaba la suave piel de Dominic, tan blanca y pura, que se sentía indigno de siquiera respirar el mismo aire. El papel de Romeo se estaba tatuando en él, sin embargo, el sentimiento que arremolinaba en su pecho, era solamente suyo.

Entonces, santa, mi oración te invoca: suplico un beso por mi salvación — citaba lo bastante fuerte para que se oyese en cada parte del teatro, a pesar de ello, Dominic sentía que se lo estaba susurrando al oído.

Los santos están quietos cuando acceden — le contestó intentando actuar lo mejor posible, cada día se sentía más Julieta que si mismo, una doncella enamorada, eso parecía él.

Pues, quieta, y tomaré lo que conceden —todos los que observaban el ensayo se tensaron de inmediato, un beso es lo que seguía, el tan esperado beso que la audiencia quería. Tomó el bello rostro de su Julieta, que estaba enmarcado por una peluca rubia, algo tosca pero que hacía muy bien función. Se fue acercando tan lentamente que todo parecía desvanecerse en una bruma, Dominic cerró los ojos ansiando aquel inocente rose, sintió aquella piel con la que había estado fantaseando desde bambalinas y la suave esencia que su Romeo le dejó en los labios, valió cada segundo de espera — Mi pecado en tu boca se ha purgado — recitó, la escena se sentía tan encajadora, como si Shakespeare se hubiera inspirado en ellos.

No sabían cuánto de similar era.

Pecado que en mi boca quedaría — dijo Dominic, casi como si fuera un suspiro, transmitiendo el mismo amor intenso de Julieta.

La audiencia se encontraba hipnotizada por sus actuaciones tan perfectas. Lo que no adivinaban era que aquello no era debido a su gran talento.

Repruebas con dulzura. ¿Mi pecado? ¡Devuélvemelo! — Siguió con la escena, volviendo a tomar el mentón de Dominic, dejando otro beso, esta vez sus labios se tomaron el trabajo de jugar con los de su cómplice y profundizar sus pasiones con sus lenguas.

Besas con maestría — en aquel punto, Dominic estaba perdiendo la templanza, otro beso y saltaría a hacerle el amor a su Romeo en el escenario.

Le haría suyo de tal forma que ser vistos por tantas personas no sería obsceno, sino bello y digno de admirar por todo el público.

—¡Perfecto! Es simplemente perfecto — interrumpió William aplaudiendo, todo mundo se lanzó a aplaudir — ahora Julieta se va corriendo y entra la Nana — dio varias indicaciones.

Al principio Dominic no quería irse, tal como Julieta, no quería dejar a Joan aun sabiendo que le vería desde lejos.

Joan sentía en su corazón la partida de Dominic, tal como Romeo.

Ambos habían caído a una espiral de perdición.


¡Hola Chicxs! aquí Vero siendo una super ultra cursi en este día, como les prometí haría un especial, aunque mañana subiré otro ashddf pero se los adelanto (ɔ◔‿◔)ɔ ♥ espero les haya gustado, quiero decirles que varios diálogos los tomé de Romeo y Julieta, así que he intentado adaptarlo lo mejor posible, otro dato es que en aquella época los papeles femeninos eran interpretados por hombres así que ya saben porque Dominic es Julieta. Me despido ya, pasen un bonito día :3

Pd. Publiqué un HunHan, se titula 'La pareja perfecta' por si se quieren pasar.

Pd2. Yo sé que Shakespeare shippea el KaiSoo (͡° ͜ʖ ͡°) ya hubo beso (͡° ͜ʖ ͡°) oie k sukistrukis

Reencarnación / KaisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora