Mi alma está madura
hace mucho tiempo,
y se desmorona
turbia de misterio.
Piedras juveniles
roídas de ensueño
caen sobre las aguas
de mis pensamientos.
Cada piedra dice:
"¡Dios está muy lejos!"(Federico Lorca ♥ - Hay almas que tienen)
Los pasos apresurados de las doncellas resonaban en todo el palacio. No había tiempo que perder, era necesario que todo fuese bien, que los preparativos para traer al mundo al nuevo miembro de la familia fueran impecables.
El criado, casi esclavo del palacio, iba y venía para ayudar a las encargadas de traer a este a mundo a esa criatura que todos esperaban con ansias. Tambaleándose la posibilidad entre si sería otra niña o el tan esperado varón.
—Joel, apresura el paso con esa agua — le dijo la nodriza Geneviève. El joven de escasos 15 años caminaba lo más rápido que podía, la cubeta llena de agua caliente le implantaba el miedo suficiente como para tener extremo cuidado.
Los gritos de la Reyna se escuchaban por todo el pasillo y el joven de piel morena se detuvo espantado al oírla, parecía que ahí dentro mataban a su monarca. La mujer pasó su mano por la espalda del chico dándole un ligero empujón.
—Vamos, niño, es sólo un parto — le dijo para tranquilizarlo.
Tragó duro antes de poder entrar, abrieron las puertas y lo primero con lo que se encontró fue con la cama de dosel, siendo rodeada por muchas mujeres y en el centro de todo, ella, la esplendorosa mujer que daba a luz a otro miembro de la familia real. No dejaban que los hombres entraran ahí, era algo sólo para las féminas cercanas a la Reyna, sin embargo, al no ser un hombre libre, Joel no aplicaba a esta regla.
Las manos pálidas y temblorosas se aferraban a las sábanas, jalándolas más en cada contracción, su rostro estaba rojo y se contraía, no censuraba sus gritos en ningún momento puesto que el dolor le superaba. Joel jamás había visto a su Reyna con tal desfachatez, en aquel instante le pareció más humana, ya no tan lejana a los mortales, porque la belleza de María Antonieta era sublime.
—El agua — pidió la mujer a cargo del parto, el chico se la pasó de inmediato y justo cuando la obtuvo, otro gritó se escuchó — Ya es hora — anunció.
Se quedó quieto en su lugar, mirando como los gritos inundaban el lugar, no se animó a acercarse demasiado para conservar la distancia, no quería perderse de aquello. Las manos de la partera se adentraron para ayudar a la pequeña cabeza del bebé que salía por fin de su gestación.
En el momento en que otro grito distinto apareció, Joel sintió una extraña corriente por todo su cuerpo, como si un rayo le partiera en dos. Todo dio vueltas, el mundo comenzó a girar de otra forma, sus ojos se clavaron en el pequeño cuerpo que nacía y al verlo, una serie de sentimientos le inundaron, ahogándolo en el momento.
—¡Es un niño! — festejaron con alegría — ¡El heredero al trono ha nacido! ¡Vayan a decirle al Rey que se regocije en jubilo, un varón es su hijo!
Entonces todo se volvió a mover hacia la misma dirección, las doncellas salieron del cuarto para dar a conocer la noticia.
—Donatien — murmuró María Antonieta al estrechar a su bebé en brazos.
—Su excelencia, ya sabe que el Rey ha dicho que su nombre no será ese — le comentó Geneviéve a su lado, mirando a la pequeña criatura envuelta en cobijas.
—Lo sé, pero ante mis ojos es el mejor regalo para Francia, nuestro Donatien...
Joel también quería ver más de cerca al hijo de los reyes, deseaba ver sus ojos, la curiosidad le estaba carcomiendo, no dejaba de pensar en aquel extraño sentimiento que minutos atrás le embargaba.
—Joel, debes ya salir de aquí — le murmuró otra criada al pasar a su lado.
Tuvo que poner todas sus fuerzas para hacerle caso, algo le hacía querer no moverse, pero era un esclavo de esa casa, debía acatar órdenes y mantenerse en su lugar.
***
El primer cumpleaños del heredero al trono, Luis José Javier Francisco de Borbón, llegó más rápido de lo pensado. Un pequeño niño, de ojos grandes y expresivos, de un azul idéntico al de su madre, con cabellos dorados, tan pálidos que parecían ser plateados en ocasiones, se paseaba con porte por todo el salón. Todo mundo quería observar su belleza, la finura con la que sonreía y veía a los demás, había nacido para ser de la realeza, eso era notorio.
Su nodriza lo llevaba de un lado a otro, según los gustos del pequeño y a lo lejos, su verdadera madre lo cuidaba, de manera frívola. Entre las sombras, su admirador más grande lo observaba crecer, no se permitía acercarse más de lo necesario y es que, ¿cómo podría pensar que un esclavo pudiera tener el derecho a respirar el mismo aire de esa excepcional criatura?
Los primeros pasos del pequeño, hicieron a todos suspirar, a festejar que el príncipe crecía cada día, porque la salud de él era algo delicada, temían que en cualquier momento les dejara sin un sucesor. Ligeros, torpes y sin rumbo, fueron los pasos que llevaron al pequeño hasta las sombras, ahí donde se ocultaba cierta persona, abrió de un tiro la cortina roja, en un juego inocente. Cuando ambas miradas se encontraron, una tan neófita y la otra tan sufrida, todo pareció detenerse.
Aquello dulces ojos le veían con todo el interés del mundo, en ese reflejo, Joel dejó de sentirse esclavo, ahora era libre, porque Donatien, como le decía él por dentro, le miraba con fascinación, como si no contemplara a un ser inferior. Y sonrió, con toda la pureza de su alma, se regocijó al encontrarse con su mitad perdida.
Ahora la diferencia de edad les encadenaba en ese ciclo que parecía no tener fin.
¡Hola chicxs! A que no se esperaban una actu tan temprano 7u7r pero tenía tiempo e inspiración. Hoy no traigo datos curiosos, creo que la mayoría sabe un poco de esta época tan importante en la historia universal, pero les traigo un anuncio \ (•◡•) / comencé a publicar un nuevo fic KaiSoo, con una trama diferente, de comedia (según yo, a ver cómo me sale) y es: Chiaki: The Ghost Of A Fangirl. Espero le den una oportunidad (✿◠‿◠) y eso es todo, les mando saluditos y gracias por sus votos y comentarios ♥
Pd. Hoy ando vendiendo Fondue de queso (͡• ͜ʖ ͡•) porque estamos en Francia (?
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Reencarnación / Kaisoo
FanfictionSomos simples contenedores que se repiten una y otra vez. Cuando dos almas se entrelazan desde el primer momento en que se ven, se encuentran predestinados a encontrarse una y otra vez a lo largo de los años hasta que su amor logre completarse. OH D...