Cobardía........Peeta Mellark antes de los juegos.

Verguenza

-es prácticamente imposible ver más allá de 5 cm,- dice mi padre que observa a través del cristal de la vitrina, la lluvia es prácticamente un diluvio, jamás había llovido tanto y tan tupido, se soltó de pronto.

Estoy sentado en un banco mientras doy repaso al tema de hoy, el olor a harina esta picando mi nariz, llevo un delantal lleno de ella, eh estado ayudando a mi papa con la horneada y mientras esperamos a que salga me senté a estudiar.

El ruido de las gordas gotas sobre el tejado me hacen sentir extraño, me levanto de mi lugar y empiezo a pasear por la panadería, veo fuera, es verdad no se distingue nada.

Regreso sobre mi andanza y escucho las pisadas de alguien bajando por las escaleras que conectan la casa con el negocio.

-no puedo hacer andar el hornillo de arriba, tus hijos tienen frío y aunque es tu culpa que estén tan mimados que ni siquiera soportan la leve helada, debemos hacerlo funcionar para mas noche- dice mi madre molesta y sin perder oportunidad de reproche a mi padre, aun no la entiendo, pero se que algún día la entenderé del todo y sabré por que mi mamá, no es como las demás mamás que eh visto en mis compañeros, me gustaría que fuera así, que algún día me abraze y me diga lo orgullosa que esta de mi, que me diga solamente "Hola cariño, ¿qué tal tu día en la escuela?".

La cara de mi papa se pone tensa, pero me observa, como recordando que estoy aquí y compone una sonrisa, y responde a mi mamá

-claro mujer, ahora mismo subo a arreglarlo, tenemos la horneada de los panes de pasas y nuez, no tardan en salir, Peeta prácticamente los hizo solo, así que le prometí que los sacaría del horno el mismo- y me sonríe con enorme orgullo, por mi "logro" .

-déjate de tonterías, por eso es que tus hijos son los niños más inútiles y mimados que hay en este distrito, la horneada la sacare yo, no vaya siendo que este inútil la tire toda, con lo blandengue que es- y se va hacia los hornos, dejando a mi papa cabizbajo.

-no te preocupes hijo, ya veras que te permite sacarlos, ahora solo lo dice por que esta preocupada de que te puedas quemar y como tiene frío esta de mal
Humor--, me despeina con una mano y se dirige a las escaleras que hace un momento mi madre bajo.-no tardo, deja voy a ver el hornillo- y desaparece de mi vista.

Un trueno me hace pegar un brinco, y me enojo conmigo mismo por ser un tonto blandengue, justo como dijo hace un momento mi mamá.

Camino de nuevo hacia las ventanas, y recargo mi frente en el cristal, observando la lluvia, logro ver algo más allá.

No se ve muy bien, así que me dirijo a la parte trasera de la panadería, de ahí podré ver bien por la puerta.

Y es que me llama la atención, por que la lluvia es mucha, el frío es de ese que te hace doler los huesos, quiero ver al valiente que anda en la calle con este clima.

Camino tratando de no hacer ruido y que se moleste mi mama. con mi escándalo.

El ruido de nuestros botes de basura, llama la atención de mi madre, que deja a un lado el libro de cuentas que estaba revisando y se dirige hacia la puerta trasera, la cual era mi objetivo desde un principio.

-¡lárgate de aquí!, ¡maldita gente muerta de hambre!, no es nuestra obligación ni deber mantenerlos, esa gentuza de la veta que no tiene ni para comer, no deberían permíteles tener hijos, solo los tienen para dar lastima, ¡pordiosera, mugrosa,lárgate de mi casa que solo das mala imagen!-

Y siguio insultando, y siguio sin detenerse a pensar que yo, su hijo, que le quería a ella y la admiraba a pesar de ser como era conmigo, estaba ahí, escuchándola, mientras le gritaba a la niña mas linda que había en el distrito, mientras le gritaba ¡a una niña!, y no solo eso, le gritaba, a pesar de la lluvia y el frío que hacia, a pesar que se veía que estaba muy mal, a pesar que se veía que moría de hambre.

Me quite de la puerta, antes que mi madre se diera cuenta que la había visto y oído, vi la charola fuera del horno, mi madre la había sacado, tome un par de panes y sin mas los avente al fuego.

El olor a tostado inmediatamente lleno el lugar.

Mi madre entro y hecha una furia, me golpeo en la mejilla por semejante estupidez.
Me obligo a sacarlos del fuego con las manos, y lo hice, yo sabia como hacerlo sin quemarme, mi padre me había enseñado, y eso ella no lo sabia, pensó que me quemaría y para su enojo no fue así.

Me golpeo sin descansar en la cabeza por mi aparente inutilidad, me saco a empujones entre gritos y regaños.
-¡ahora dáselos a los puercos!, crío ESTUPIDO, ningún cliente decente los querrá- y se metió de Nueva cuenta a la panadería.

La vi desaparecer dentro y partí un pedazo, dirigí la mirada a la chica que estaba al pie de un árbol, sentada.

Y siendo solo el estupido que hace un momento había dicho mi
Madre que era, avente los panes en su dirección, los avente sin importarme la lluvia, no lo pensé, podía haber ido y dárselos en la mano, pero como soy un verdadero inútil, los avente.

Mi verguenza por semejante acto, me obligo a dar la vuelta y meterme de inmediato a la panadería.

¿Que he hecho?.

Soy un verdadero bueno para nada.

La vergüenza se plantó en mi corazón, y no pude sacarla de ahí, jamás eh podido quitarme el sentimiento de no haber hecho lo correcto con ella.

Eso me impide poder hablarle, después de la gran estupidez que hice, con que cara la podría ver directamente a los ojos y decir <hola>.

Me levanto de mi cama y me desperezo, no me gusta soñar este capítulo de mi vida, me provoca desasosiego y mucho remordimiento, cada vez que lo sueño, quiero acercarme a ella y pedirle disculpas, pero tal vez ella no lo recuerde, tal vez ni siquiera sepa de que le hablo.

Así que esa verguenza es mía, solo mía, la realidad de que en algún momento fui el mas grande imbecil del distrito.

La realidad de que cuando tuve la oportunidad, no hice nada por ella.

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Siempre creí que el motivo de Peeta para no hablarle a Katniss (siendo que el es muy bueno hablando) Tenía varias explicaciones y razones. Había más motivos.

Hasta la semana entrante.
Lyla