15 pasos

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- así que cuando pensé no me besaría y estaba a punto de entrar a casa, me beso- dice una de las chicas del grupo que hoy come junto a mi.

No se quien es no presto atención.

Solo fingi interesarme en la charla que tengan, aunque no se que han hablado en estos 20 minutos.

-Peeta, a cual de nosotras invitarías a una cita- me pregunta una de ellas y no tengo idea que contestar.

-yo....- el sonido de una charola caer nos hace voltear a todos, callo cerca de nuestra mesa.

Veo a Katniss aventar al chico que parece ser el culpable de tumbarla.

Me levanto de inmediato para ayudarla, pero Gale aparece de algún lado y en menos de 2 segundos esta a su lado limpiando.

Así que me siento de nuevo.

Las chicas rien de ella, y Katniss las escucha, levanta la mirada para verlas, y todas callan, su mirada no permite bromas ni juegos, mucho menos burla.
Hay amenaza en esos ojos grises fríos.

Y verlas callarse tan de pronto con miedo palpable en la mesa, logra hacerme sonreír.

Katniss las ve una a una y se levanta dignamente junto a Gale. Ve hacia abajo al chico que la hizo tirar la charola y este le susurra otra vez un disculpa.

Katniss no dice nada, pero si las miradas hablaran ese chico no estaría más aquí.

-viste como nos miro- dice una de ellas en la mesa.
-no se que le ve Gale, ella es tan- y la veo de inmediato, con toda la intención de callarla si dice algo malo de ella. Tal ves lo nota por que me observa antes de continuar la oración.
-¿es tan que?- digo para que continúe.
-tan sin chiste, tan poco agraciada, tal vez hasta huele mal- y todas sueltan a reír de nuevo.
-si tuviera que escoger para salir con alguna de ustedes, preferiría salir mil veces con ella, no he visto a una sola chica que se le parezca, ni de lejos- me levanto dejándolas con la boca abierta, nunca hablo así, nunca ofendo, pero no soportare mas esas tonterías y que digan algo ofensivo de ella en mi presencia.
Ellas se sentaron junto a mi buscando una estupida cita, en que momento esto se volvió una absurda búsqueda de pareja.

Citas....
Si tuviese una cita por iniciativa propia sin duda seria con ella.
Me digo sentado en la salida, con u. Cuaderno y un lápiz esperando verla salir.
Estoy recargado en un árbol, mi
Mejilla descansa en la corteza, la veo caminando sola, con libros en la mano.

Su trenza sosteniendo su pelo castaño, enmarcando su rostro tranquilo y hermoso a mis ojos.

Si.... Sin lugar a dudas seria con ella.
Sentado observándola, dejo la libreta a un lado.

Doy Quince pasos hacia adelante.
Toco su hombro y la hago girar para verme.
Su rostro solo es interrogante, y de algún lado el valor nace.
-hola- digo con pena
-que quieres- dice sin entender mi presencia ahí.
-soy Peeta, Mellark- tiemblo de pies a cabeza.
-de acuerdo- y se pone algo roja.
-tan solo quería invitarte a pasear- ¿en serio?, me digo sin creerlo.

-no puedo, estoy esperando a mi hermana- y se da la vuelta dándome la espalda.
-no ahora, podríamos después, en la tarde- digo no muy convencido.
Eso la hace voltear de nuevo, tal vez piensa que estoy loco.

-¿por qué?- dice sin entender.
-solo quiero conocerte- le digo sin saber que otra cosa responder.
-¿sabes acaso quien soy?- dice como si eso fuese a hacerme desistir la idea.
-si, Katniss- le respondo.

-no quiero ir a pasear- y me vuelve a dar la espalda.
-y yo no dejare de pedírtelo- le digo otra vez a su espalda.
Eso vuelve a ganarme que me vea.

-solo pasearemos, no tienes que hablar conmigo si no quieres, ¿de acuerdo?- digo mientras ella me observa como si estuviese loco.

-¿así me dejaras tranquila?- pregunta molesta y apenada.
-si- le sonrió y eso me gana unas manchas rosas en sus mejillas.
-de acuerdo, ahora vete- y vuelve a darme la espalda.

Y me voy feliz e incrédulo por lo que he hecho.

Iria por ella, la llevaría a pasear, platicaría sin cansancio o tal vez solo compartiría su silencio.

Lo que mi mente siempre me ha pedido es algo sencillo para mi, tomarla de la mano y bailar junto a ella.

Puede ser estupido, pero jamás eh bailado con alguien de la forma en que las parejas lo hacen.
Y solo lo haría con ella, quiero poder sostenerla en brazos, mientras nos movemos lentamente al compás de alguna vieja canción.

Imagino lo que sería sostenerla así....
Escucho incluso el sonido de la melodía...
El pecho me retumba.

Y de pronto abro los ojos.

Ella se ha ido, esta mas allá de la cerca con su hermana.

Y yo sigo sentado recargado en la corteza del árbol.

Sin haberle hablado, sin haberme atrevido a dar esos 15 pasos, y talvez si lo hubiese hecho, ahora ese paseo no seria solo obra de mi imaginación.

Cobardía........Peeta Mellark antes de los juegos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora