Capítulo 38: Y no puedo decir que no quiero... (Tus ojos me engañan)

1.1K 58 14
                                    

Narras vos:

Parecía que nuestros labios jugaban una carrera, se movían desesperadamente, su cuerpo acorralaba el mío, estábamos pegados, de apoco su lengua se junto con la mía haciendo el beso más apasionado. Necesitábamos respirar, muy a duras penas, separé mi boca de la suya. Abrí mis ojos y podía ver su boca roja e hinchada por el beso, era tan hermoso, se iba a volver a acercar a mi boca pero puse mi mano en su pecho y lo separé, me miró desconsertado y decidí hablar.

Tú, ya no puedes
Regresar a mi
Y aquel tiempo ya pasó
No, no resisto
No tenerte aquí
Se que nunca volverás

Vos: Ay Pato... ¿Otra vez? -suspiré-

Sus ojos miraban mi boca y yo moría por besarlo otra vez, subió su vista a mis ojos.

Pato: ¿Otra vez qué? ¿Otra vez esto...? -me volvió a besar por unos segundos- si, definitivamente otra vez esto -me volvió a besar, pero esta vez la que corto el beso fui yo-

Vos: ¿Por qué lo haces? O ¿Para qué? -pregunté confundida-

Pato: Estoy tratando de convencerte a mi manera -sonrió con sus ojitos chinos y capturó mi labio inferior con su boca-

Ya no puedo olvidarte
Ni decirte que no quiero
Hoy tenerte a mi lado
Sin tus besos yo no puedo
Y tus ojos que me engañan
Que me dicen no te vayas
No comprendo tu mirada
Y no puedo decir que no quiero

Iba a volver a cortar el beso pero... ¿Par qué? Si me encantaba besarlo. Pasé mis manos por su cuello, mi lengua comenzó a jugar con la suya, y sus brazos me apretaron más a su cuerpo, empezó a repartir besos por mi cuello.

Ya no puedes
Regresar a mi
Y aquel tiempo ya pasó
No, no resisto
No tenerte aquí
Se que nunca volverás

Vos: Pará, pará, pará -dije alejándolo de mi cuello- Esto no está bien, ¿Lo sabías no?

Pato: ¿Y desde cuando hago las cosas bien? -dijo riéndose- Me encanta romper las reglas y lo sabés.

Vos: Sos terrible Sardelli -reí mordiendo mi labio inferior-

Pato: Mmm como me provocás -volvió a besarme-

Ya no puedo olvidarte
Ni decirte que no quiero
Hoy tenerte a mi lado
Sin tus besos yo no puedo
Y tus ojos que me engañan
Que me dicen no te vayas
No comprendo tu mirada
Y no puedo decir que no quiero

Las manos de Patricio fueron a mi cola, el beso estaba más apasionado que hace un rato. Ya no podía pensar con claridad, no me importaba lo que era correcto y lo que no, el mundo se podria caer a pedazos y yo como si nada besándolo a él, esta vez la que repartía besos en el cuello era yo, empecé a sentir como sus manos acariciaban mi espalda debajo de la remera quería que me la sacara, no aguantaba el calor que tenía. De apoco nos fuimos acercando al sillón y nos acostamos en él. Mi remera voló por los aires, sus besos fueron a parar arriba de mi corpiñó, suspiré, sus labios me causaban cosquillas, pero eran cosquillas placenteras. Se alejó de mi y me miró, tenía ganas de decirle "¿QUÉ HACÉS? ¡Seguí!"

Yo podría ir al cielo
y traerte el mundo entero para vos
Sin tus ojos, sin tus labios,
sin tus besos, sin tus brazos
No podría en esta vida continuar.

Pato: ¿Y te vas a ir o no? -me preguntó cómo si nada-

Lo quería matar, ¿encerio interrumpió este momento por esa pregunta estúpida?

Noches de abril (Pato y vos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora