Noches de abril (Pato y vos)

Capítulo 40: Una tarde con Pato.

Narrás Vos:

Mi humor hoy no era el mejor, me levanté a las seis de la mañana, desayuné algo rápido y me vine a trabajar. No había corrector de ojeras que me pueda cubrir, dormí mal, casi no pude hacerlo, estuve preocupada por Franco toda la noche, le deje varios mensajes de texto y lo llamé varias veces para saber cómo había llegado, no me había gustado su estado cuando se fue y tenía miedo que le pase algo. Finalmente, muy tarde, recibí un mensaje en la que me decía que llegó bien, y recién ahí, pude descansar. Cuando llegué al trabajo, me contó Ana que Santi estaba con fiebre, subí a la habitación del gordito y estaba dormido, me senté a su lado y me quedé ahí por si se llegaba a despertar. Mis ojos se cerraban, estaba haciendo un esfuerzo enorme para no dormirme, pero una manito me tocó, miré para el costado y los ojitos grandes del nene me miraban, le sonreí, preparé su desayuno y subí para dejárselo en su cama, a la media hora entró su madres, salió antes del trabajo para poder quedarse con él, por eso a las diez de la mañana, ya estaba libre. Mi idea era, apenas llegar a casa dormir pero... Hubo cambio de planes. En el grupo de WhatssApp que tenía con mi banda, querían juntarse a las diez y media, pero no lo iban a hacer porque sabían que era mi horario de trabajo, finalmente le comenté lo que había sucedido y me fui directo a la sala de ensayo.

Vos: Buen día -dije apenas entré-

Pablo: ¡Hola! -exclamó al verme-

Rocío: Epa, qué caripela -dijo la rubia al observar mi rostro-

Vos: Corté con Franco -respondí a su comentario y todos vinieron a abrazarme-

Diego: ¿Querés hablar sobre el tema? 

Vos: No, solo quiero tocar -sonreí-

Matías: Y eso es lo que vamos a hacer -dijo agarrando los palillos de la batería-

Empezamos a tocar y me olvidé de todos mis problemas, ya no importaba más nada, solo disfrutar del momento, Con mi voz y mi guitarra me liberaba de las malas energías. La música fluía por nuestras manos y cuerdas vocales, era un momento de plenitud y diversión. Por momentos parábamos para poder tomar unos mates, pero no durábamos cinco minutos que necesitábamos seguir. Después de cinco horas, ya eran las tres de la tarde, le pusimos fin al ensayo del día de hoy.

Diego: ¿Qué les parece si antes de irnos almorzamos todos juntos? -propuso el pelilargo-

Rocío: Me gusta la idea -se sumó la rubia-

Matías: Estoy de acuerdo.

Con Pablo asentimos conformes con la idea. Mi celular vibra en señal de la llegada de un mensaje a WhatssApp.

Chat con Patricio

Pato <en línea>

Buen dìaaaa.

Vos <en línea>

Holaaaa ¿Recién te levantás?

Pato <en línea>

Sí, ¿vos?

Vos <en línea>

Nooo yo a las 6 acordate que yo trabajo a la mañana :(

Pato <en línea>

Ciertooo. Pobreee ¿Ya almorzaste?

Vos <en línea>

No, todavía no.

Pato <en línea>

¿Querés que almorcemos juntos?