Capítulo 47: Algo en mi mente

895 47 8
                                    

Narras Vos:

Los dos estábamos estáticos en nuestros lugares, mirándonos fijamente a los ojos, sin saber bien qué hacer, estabamos tildados, hasta que una voz hizo que despeguemos nuestras miradas.

Guido: Heyy -Pato y yo lo miramos- ¿Qué onda ustedes?

Pato: Ay nada Guido ¿Qué va a pasar? -contestó el morocho palmeando la espalda de su hermano-

Guido: Pero ni se saludaron, yo esperaba ese tipo de escena en el que se abrazan como siempre, en cambio esta situación me hace acordar a las novelas malas de la tarde que los protagonistas son ex pareja y se encuentran en una fiesta o algún lugar X -lo cual nos miramos entre los tres y comenzamos a reír-

Dichas las palabras del rubio y nuestras risas, para que el rubio deje de sospechar, me acerqué a Patricio envolviendo mis brazos alrededor de su cuello y pegando nuestros cuerpos, el morocho tardó un poco en reaccionar, pero luego apoyó una de sus manos en mi cintura y la otra en mi espalda, su cabeza se relajó sobre mi hombro, formando un cálido abrazo. Su olor a perfume me invadió, haciendo reaccionar mi cuerpo. Tenía ganas de estamparlo contra la heladera, besarlo y que me haga suya sobre la encimera de la cocina. Pronto volví a la realidad y me alejé unos centimetros de él.

Vos: Hola Patito -dije con una sonrisa, continuando con mi acting para que el rubio no se diera cuenta de nada-

Pato me miró un poco confundido, hasta que se dió cuenta de que se trataba todo, y me suguió el juego.

Pato: Hola wachita -simuló una pequeña sonrisa

Guido: Ahora sí -dijo después de ver aquella escena- ¿Te quedás a cenar?

Pato: No sé, no quiero molestar -dijo mirándome-

Vos: Por mí no hay problema.

Guido: Quedate -miró a su hermano sonriendo-

Pato: Bueno -se sentó- ¿Qué vamos a comer?

Guido: _________ amasó fideos.

Pato: ¿La hiciste cocinar? -el menor asintió- ¡Guido! -exclamó- hubieras pedido algo para comer y listo.

Guido: Es que no me siento bien. -se excusó-

Pato: Sos tremendo pendejo -dijo negando con su cabeza-

Vos: Vayan poniendo la mesa. -ordené-

Guido: Sonaste como mi mamá. -me jodía-

Vos: Es que todavía sos un nene. -reímos-

Estaba por pasar los fideos por el colador, pero se me estaba complicando un poco, había puesto demasiado agua en la olla.

Pato: Dejá, yo te ayudo -se aceró-

Nuestras manos se rozaron al agarrar el objeto que rebalsaba, una corriente me recorrió todo el cuerpo al sentir su tacto.

Vos: Gracias -sonreí tímidamente-

Me miró y asintió en respuesta. Coló los fideos y habló.

Pato: ¿Querés que te alcance los platos?

Vos: Dale -dije mientras le ponía salsa a los fideos-

Pato: ¿Cómo estás? -dijo dándome un plato-

Vos: Bien -dije llenando la vasija con pasta- ¿Vos?

Pato: Bien...

Vos: Pato, me parece que...

Guido: ¿Ayudo en algo? -apareció en la cocina interrumpiéndonos-

Pato: Tarde Rubia, tarde, ya hicimos todo.

Noches de abril (Pato y vos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora