Ladrones y fotos

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Estoy en mi cama con los ojos abiertos como platos. Hoy es el día que comienza la Gira de la Victoria. Luberry me ha llamado casi todos los días y me ha dado detalles de mis vestidos.

-Me he esforzado mucho con el que vas a usar en la fiesta del Capitolio- dijo ayer por el teléfono- Verás que te va a encantar. Diseñé los trajes de Finnick y Mags para que combinen con el tuyo. Además, ahora que Finnick está en el Capitolio he podido tomarle medidas y he tenido su opinión acerca de tus vestidos.

-¿En serio?¿Qué dijo?

-Respondió que te verías encantadora en cada uno de ellos.

-Seguro son geniales, Luberry

-Oh, claro que lo son. Diseñé uno para tu pequeña hermana como me pediste. Es genial diseñar para ella, casi tanto como lo es para ti. Espero poder diseñarle más vestidos.

Yo espero que no

-Muchas gracias por eso. Espero que no haya sido una molestia- respondo

-Para nada, para mí fue un placer

De verdad me gusta hablar con ella, aunque a veces solo me hacer recordar a los juegos. Extraño a Finnick, se fue hace una semana al Capitolio y no puedo dormir sin él. Bueno, sí puedo, pero despierto de las pesadillas aterrada. La primera noche que dormí sin él, desperté y al no verlo, me perdí por completo. Mamá vino y me calmó, pero asusté a Susan bastante.

-Annie- mamá toca la puerta.

-¿Qué?- respondo

-¿Puedo pasar?

-Sí, sí, pasa

Mamá entra despacio ¿Qué hora es? A juzgar por el sol deben ser las cinco y algo. Además, mamá y papá se van temprano a trabajar. Tal vez debí hacerme la dormida.

-¿Qué tal dormiste?- pregunta

-¿Ah? Yo, este, sí, bien- miento

-Nunca se te ha dado esto de mentir- ¡Demonios!- Sé que cuando no está Finnick no puedes dormir.

-¿Qué?

-Está en el Capitolio ¿no es así?

-Sí, pero viene hoy con el resto del equipo

-¿Hoy? ¿Por qué no me avisaste? No he tenido tiempo de limpiar la casa o de lavar mi ropa buena.

-No importa, mamá, van a venir cuando estés trabajando y solo van a estar en mi cuarto y en primer piso. Si te molesta tanto, puedo llevarlos a la casa de Finnick.

-Bueno, parecería bastante lógico, ya que pasas la mañana entera ahí.

-Eso no es verdad. Ustedes ni están aquí como para saberlo.

-Pero sí estamos en las noches... Bien, linda, tengo que irme a trabajar.

-Sabes que no tienes que...

-Nos vemos antes de que partas al Capitolio

Me besa en la frente y se va. Mamá sabe lo de Finnick. Seguro lo sabe desde el primer día, pero no quiso decir nada. O simplemente le daba igual.

-¡Annie!- entra Susan- Me voy al colegio. Vendré lo más rápido que puedo para verte.

-Sí, además te tengo una sorpresa- sonrío.

Susan se despide y se va al colegio. Debería ir, pero desde que gané los Juegos todos quieren juntarse conmigo y odio ser el centro de atención. Demasiada presión social para mí.

Bajo a tomar desayuno y veo que no hay nada. Seguro Finnick debe tener algo. Voy a su casa y agarro la llave que guarda en el hueco que hay entre el piso y la puerta. Pudo ponerla en un lugar fácil de alcanzar como en una maceta o bajo el felpudo, pero no, la puso en un microscópico espacio casi imposible de llegar con las manos.

Annie Cresta: Vida después de VencedoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora