Cuando abro los ojos, veo una luz blanca que me alumbra. Finnick está echado a mi costado dándome la mano. Está con los ojos cerrados, pero no está dormido. Siento un dolor en el pecho, como si me hubiesen golpeado con una piedra.
-Hey, linda- Finnick acaricia mi cabeza. Espera a que conteste, pero como no lo hago, continúa- Estás en el centro de curación del Capitolio. Te desmayaste allí afuera- besa mi frente- Quería llevarte a nuestro piso, pero insistieron en que lo mejor era que vengas aquí- Se sienta y me alcanza un vaso con agua- ¿Tienes sed?
Le niego con la cabeza. Tengo varias preguntas en la cabeza, pero no tengo ganas de hablar. Finnick se da cuenta y deja el vaso en la mesa. Me mira con ternura.
-No te preocupes- comienza a acariciar mi cabeza- Yo estoy aquí para apoyarte en todo lo que necesites. Avanzaremos juntos, ya verás. Te amo.
Besa mi cabeza. Supongo que no esperaba respuesta.
-¿Segura que no quieres agua?- me extiende el vaso otra vez.
-¿Qué tal, Annie?- Entra la doctora Fetch con una sonrisa- Finnick ¿Me haces el favor de traer un café?
-Preferiría quedarme con Annie- contesta.
-Bueno, no puedes hoy, querido. Tienes que irte.
-No puedes obligarme a...
-Yo soy la doctora aquí, así que si quieres ayudar a Annie, sal.
Finnick abre la boca para contestar, pero la cierra cuando la doctora Fetch agarra la jeringa. Me da una última mirada, me aprieta la mano (más como apoyo que como muestra de cariño) y se va del cuarto sin decir palabra.
-Se preocupa demasiado para ser tu compañero de trabajo- comenta- Quería llevarte a tu cuarto para que descansaras, pero Zea creyó que era mejor traerte a un hospital y yo insistí en traerte a este ¿Qué opinas?- Luengo de un momento de silencio, se da cuenta que no voy a contestar- Veo que no estás de humor para hablar. Es una lastima, me gustaban tus preguntas, me hacían sentir importante.
Me incomoda estar a solas con la doctora Fetch, porque desde las últimas veces se ha puesto algo rara. Veo que saca un frasco para llenar la jeringa.
-Creo que esa es una de las cosas que más disfruto de mi trabajo. El hecho de guardar secretos del Capitolio.
Acerca la jeringa a mi brazo, pero todas las veces que me pone ese líquido me hace ver cosas horribles, así que lo alejo.
-¡Ah! Veo que recuerdas que es esto- ríe- ¿Te había mencionado los secretos del Capitolio?- asiento- Estoy apunto de contarte uno. Quería guardarlo, pero ya lo he guardado por un año y siento que voy a explotar si no lo cuento.
»Te contaré, Annie. Esto que está aquí- muestra la jeringa con el líquido amarillento- es veneno de rastreavíspula ¿Sabes lo que son las rastreavíspulas?- asiento.
Claro, son esos bichitos creados por el Capitolio. Son la mutación de avispas, pero su veneno te hace alucinar y si demasiado entra en tu cuerpo, te causa la muerte.
-Bien, en tus primeros Juegos quedaste algo traumada después de ver cómo a tu compañero de distrito le cortaban la cabeza. Eso era parte del susto, con un par tranquilizantes, ayuda de un amigo y un mes de terapia eso se supera. La cosa es, que todos pensamos que estabas loca...
La frialdad con la que habla me sorprende. Parece que disfrutara contarme estas cosas horribles.
-Hasta tú misma llegaste a creerlo- continúa- ¿Cómo culparte? Nosotros te hicimos creer eso. Deberías sentirte privilegiada por ayudarnos. Eres la primera en tratar esta técnica. Pensamos en hacerlo con un Avox, pero en ellos no se pueden calcular bien los resultados.
»Te explico rápidamente en que consiste. No le hemos puesto un nombre a este experimento todavía, así que lo llamaré "Inyección Antiestrés", que es como tú lo conoces.
»Lo que hemos hecho es inyectarte veneno de rastreavíspula para poder modificar tus pensamientos con la finalidad de que ciertas situaciones o personas te causen las emociones que nosotros deseamos ¿Recuerdas como al inicio te mostré unas fotos de Mauvus?- asiento- Todo era parte del tratamiento.
»Claro que no todo salió como esperábamos. Ahora estas loca de verdad, pero todo el mundo cree que es por los Juegos, no por nosotros. Además, con todo este rollo de tu hermana, tienen más motivos para creer que la pobre Annie Cresta está loca. Pero si tú le dices de esto a alguien, especialmente a Finnick, le arrancaremos la cabeza a él, Mags y a Zea ¿Entendido?
Se ríe cuando termina con su historia. No es necesario asentir, porque ella sabe que no voy a decirle nada a nadie. No pondría en riesgo a Mags, a Zea y mucho menos a Finnick.
-¿Lista para otra dosis?- sonríe.
Pero, no lo entiendo. Yo me doy cuenta cuando me vuelvo loca ¿Verdad? ¿O es por eso que la gente siempre parece preocuparse por mí? Tal vez de la nada me pongo a gritar como loca y ni siquiera lo noto.
----------Holaaa!! Lamento haberme demorado la vida, pero he estado llena de exámenes y he tenido que leer demasiado!! Este cap es algo cortito, pero prometo escribir el siguiente lo más pronto posible.
Lo siento mucho por lo de Susan, pero era necesario, porque explica más las pérdidas de los vencedores.
Los amo <3
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Annie Cresta: Vida después de Vencedora
FanficMi nombre es Annie Cresta. Soy vencedora de los Septuagésimos Juegos del Hambre. Estoy viva, estoy a salvo. Finnick está a salvo y me va a cuidar y yo lo voy a cuidar a él. Los doctores me quieren volver loca en el Capitolio, estoy segura. Tengo q...