Annie Cresta: Vida después de Vencedora

Despedidas e ilusiones

DUERME TAN TRANQUILA, QUE NO QUIERO DESPERTARLA. FINNICK APARECE EN LA PUERTA A CIERTA HORA DE LA MAÑANA Y SE QUEDA MIRANDO POR UN MOMENTO.

-ANNIE...

-LO SÉ, FINNICK- LOS CORTO.

-SUSAN- LA MUEVO- TIENES QUE DESPERTARTE.

ABRE LO OJOS Y ME LANZA UNA SONRISA. NOTO QUE TIEMBLA, PERO QUIERO DISIMULAR SU NERVIOSISMO PARA QUE YO NO ME SIENTA MAL. SIEMPRE HA PENSADO MÁS EN MÍ QUE EN ELLA MISMA.

SE PARA DE LA CAMA Y VA AL BAÑO A ALISTARSE. FINNICK ENTRA Y SE SIENTA AL BORDE DE LA CAMA CON SUS OJOS FIJOS EN MÍ.

-¿QUÉ TAL LA ÚLTIMA NOCHE?- PREGUNTA.

-TERRIBLE- CONTESTO- LOGRÓ DORMIR, PERO FUE DIFÍCIL NO LLORAR. ES SOLO UNA NIÑA, FINNICK.

-A VECES PARECE QUE FUESE A PROPÓSITO ¿NO CREES?

-¿QUE SUSAN HAYA SALIDO ELEGIDA?

NOS QUEDAMOS CALLADOS, PORQUE ELLA SALE DEL BAÑO. SUS OJOS ESTÁN ROJOS Y CON OJERAS, PERO NINGUNO DICE NADA. ME IMAGINO QUE DYLAN DURMIÓ TODA LA NOCHE SIN PROBLEMAS. FINNICK SE ACERCA A ELLA, SE AGACHA HASTA QUEDAR A SU ALTURA Y LA AGARRA DE LOS HOMBROS.

-OK, SUSAN, QUIERO QUE ME ESCUCHES. TODO ESTARÁ BIEN. JOHANNA Y TÚ PUEDEN MANTENERSE VIVAS LA UNA A LA OTRA. JUNTAS SON FUERTES, PERO NO SE ARRIESGUEN CON LOS PROFESIONALES, QUE ELLOS NO CONFÍAN EN NADIE. TAMPOCO CONFÍES ES DYLAN. SÉ QUE ES DEL MISMO DISTRITO, PERO NO ES FIAR ¿ENTENDIDO?

ELLA ASIENTE EN FORMA DE RESPUESTA. FINNICK LE DA UN ABRAZO.

-PUEDES HACERLO, SUSAN. YO SÉ QUE SÍ.

CUANDO SE SEPARAN, ÉL ME DA UNA ÚLTIMA MIRADA Y SE VA. LAS DOS NOS QUEDAMOS SOLAS OTRA VEZ. AUNQUE NO POR MUCHO.

-¿SUSAN?- LUBERRY APARECE EN LA PUERTA- TENEMOS QUE IRNOS PARA ALLÁ Y ARREGLAR LOS ÚLTIMOS DETALLES.

-OK- CONTESTA ELLA CASI SIN ALIENTO.

LUBERRY SE VOLTEA Y FINGE QUE SUS UÑAS SON LO MÁS INTERESANTE QUE HA VISTO EN DIEZ AÑOS. OBVIAMENTE ES PARA DARNOS PRIVACIDAD. PERFECTO ¿AHORA QUÉ DIGO?

-SUSAN- ME ACERCO, PORQUE NO TENGO NECESIDAD DE AGACHARME NUCHO PARA ESTAR A LA MISMA ALTURA- YO SÉ QUE PUEDES CON ESTO ¿TIENES TU PULSERA?- ELLA LEVANTA LA MANO Y ME LA MUESTRA- NO OLVIDES QUE YO ESTOY CONTIGO DESDE AQUÍ. NUNCA VOY A DEJARTE. FINNICK Y YO NOS ENCARGAREMOS DE QUE NO TE FALTE NADA ¿SI?- ASIENTE- LISTO. TE AMO, HERMANA- LA ABRAZO.

-Y YO A TI, HERMANA.

ELLA PUEDE. YO SÉ QUE SÍ. QUIERO ABRAZARLA POR HORAS Y LLEVARMELA A CASA, DONDE PERTENECE. YO NO DEBERÍA SER SU MENTOR. ELLA NO DEBERÍA ESTAR AQUÍ. TODO ESTO ESTÁ MAL.

-ANNIE- SUSURRA LUBERRY.

-ESTÁ BIEN- DIGO Y ME SEPARO DE SUSAN- SÉ FUERTE- LE APARTO EL CABELLO DE LA CARA.

-LO SERÉ- CONTESTA.

LE DOY UN ÚLTIMO ABRAZO RÁPIDO ANTES DE QUE SE VAYA CON LUBERRY. LO ÚLTIMO QUE VEO ES A ELLA DESPIDIÉNDOSE DE MÍ EN EL ASCENSOR. EN EL SEGUNDO EN QUE DESAPARECE DE MI VISTA, TODO SE VUELVE NEGRO.

ESTAMOS LAS DOS EN CASA. SUSAN ESTÁ CON UN VESTIDO BLANCO Y CON UNA CORONA DE FLORES. TIENE UN COLLAR ROJO LARGO QUE LLEGA HASTA SU BARRIGA. NO TIENE ZAPATOS. ESTÁ SENTADA EN LA MESA DEL COMEDOR Y MIRA POR LA VENTANA. TODO ESTÁ COMO LO RECUERDO.

-¿SUSAN?

ME INTENTO ACERCAR A ELLA, PERO POR MÁS QUE CAMINO, NUNCA LLEGO AL COMEDOR. SIEMPRE ME QUEDO EN LA PUERTA DE LA SALA.