Pactos y nudos

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Las reuniones con posibles patrocinadores eran casi lo mismo. Conseguí un patrocinador, un señor de más o menos ochenta años que se pasó todo el almuerzo viendo mi escote. Adorable. En total van tres, pero en realidad no sabemos cuántos regalos son, porque algunos se juntan para comprar algo. En la arena hasta un trozo de pan sale caro.

Hablé con Amanda sobre lo que había dicho Susan. Finnick dijo que tratara el tema como una charla de amigas y eso hice, más o menos. Al día siguiente de hablar con Susan, cuando regresamos de la reunión con los patrocinadores, subí al séptimo piso. De repente Amanda ya había regresado de su reunión, pensé. No me equivoqué.

-¿Qué es lo que pasa?- pregunta.

-Quería hablar contigo de Johanna.

-¿Qué hizo ese engendro ahora?- dice haciéndome una señal para que pase.

-Nada malo- digo entrando.

El piso siete es casi igual al nuestro, solo que tiene las cosas ubicadas de otra forma, pero es básicamente lo mismo.

-¿Entonces qué?

-Susan me contó que quería ser su aliada.

-¿Ah sí? ¿De verdad quiere? Digo, Johanna es algo inútil, así que no creo que sea de ayuda ahí.

-Pero entre las dos pueden ayudarse.

-Sí, supongo que sí. Además, tú no me caes del todo mal, así que podemos llegar a un acuerdo.

-Gracias, supongo.

-¿Por qué viniste tú y no Finnick?

-¡Ah! Él tenía la idea de que podíamos tomar esto como una charla de amigas- explico.

-¿Charla de amigas? ¡AJ! Las odio y, no te ofendas, pero eres terrible en ellas.

-No me ofende- acuerdo- Las dos apestamos.

-No lo niego. Por eso es bueno que hayas ido directo al grano.

-¿Y bien?

-Sí, supongo que está bien ¿Solo la niña?

-Creo que sí. Dylan es un caso perdido.

-Ya veo. Mi engendro masculino me dijo que tu engendro masculino hizo alianza con los profesionales.

-¡Le dijimos que no lo haga! Bueno, bueno, ya verá él. Espera un segundo ¿Eso significa que tenemos que hablar con sus mentores?

-Se supone, pero los distritos 1 y 2 solo hablan entre ellos. Igual, son traicioneros, así que probablemente terminen matándose entre aliados.

-¡Terrible!

-Ellos me intentaron matar en mis Juegos- dice Amanda.

-Y en los míos- digo- Mataron a Andrew.

Lo recuerdo todo cómo si fuera ayer. La pelea y los gritos desesperados de Andrew. El collar no sirve esta vez. Por un segundo todo se pone negro.

-¿Annie?- me sacude Amanda- ¿Estás bien?

-Sí, sí- sacudo mi cabeza.

-Me pegaste un buen susto ¿No te duele la cabeza o algo?

-No, estoy bien.

-Ten, toma agua- me extiende un vaso.

-Gracias

Nos quedamos calladas por un segundo. De verdad que no es es para nada mala. Es solo incomprendida como todos nosotros.

-Entonces ¿Tenemos alianza con nuestras chicas?- me extiende la mano.

-Claro que sí- le sonrío y agarro la mano.

Annie Cresta: Vida después de VencedoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora