Nueva York.

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Nota:Disculpen que no actualicé antes,me fui de viaje a EE.UU y en eso va a estar inspirado el one shot.Espero que les guste.😊

Narra Camila.
¿Era posible enamorarse de una ciudad?Pues claro que lo era.
Recuerdo el día en que pisé por primera vez las calles de Nueva York.Todos esos edificios,árboles, luces, juraría que nunca me cansaría de ese lugar.
Y lo mejor de enamorarse de una ciudad es que no dolía. No dolía porque no podía hacerme daño de ninguna forma, yo disfrutaba cada respiración del aire frío que era capaz de congelar mis vías nasales. No era como Lauren.Vaya hasta su nombre era doloroso cuando lo pensaba.Aún no podía entender por qué razón me dejó se esa forma.Ya había hecho un par de veces lo mismo;decirme "te amo", un día y al otro que no podía seguir y esa fue la razón por la que me fui de Miami y fui a la ciudad reparadora de corazones.
Caminar por el Parque Central en inviero era una de las cosas que más amaba.La nieve llenaba cada esquina de la plaza ,la risa de los niños llenaba en aire,padres y sus hijos construyendo muñecos de nieve;todo era sensacional,aunque a veces,en una ciudad tan grande,puedes sentirte solo. Si bien ya estaba acostumbrada a la soledad nunca había ansiado tanto a alguien tomando mi mano y caminando junto a mi.
Un ruido me sacó de mis profundos pensamientos. Era mi celular, nuevamente.
-Ma-respondí de mala gana.
-¡Hija!No me hablas desde que te fuiste, ¿cómo estás?-habló desesperada.
-Estoy bien,necesitaba unas vacaciones-dije con un suspiro al final de la oración.
-Camila,escucha, está bien que quieras irte de Miami de vez en cuando pero sabes que debes volver.Este es tu hogar hija,por favor vuelve pronto-dijo casi entre sollozos.Mi corazón casi se rompían de nuevo, aunque no era posible que este más roto.
-Volveré ma,no sé cuándo, pero volveré, sólo necesitó curar algunas heridas-le dije sinceramente. Se escuchó un suspiro al otro lado del teléfono.
-No puedes escapar de tus miedos Camila,debes afrontar tus sentimientos. Sabes que todos aquí te queremos, incluso Lauren-cuando dijo su nombre sentí una lágrima cayendo por mi mejilla.
-Qué dices,ella no me quiere Madre-hablé tratando de no sonar débil.
-No te quiere hija,ella te ama.Está desesperada por ti.Me pregunta todos los días por noticias tuyas.¿Qué debo decirle mañana cuando pregunte por ti?-preguntó preocupada.
-Dile que no sabes nada de mi.Adiós,te quiero-susurré derrotada antes de cortar la llamada.Limpié mis húmedas mejillas con mi guante y seguí caminando por las calles de Nueva York.
Narra Lauren.
Nunca olvidaré el dolor en los ojos marrones el día que le dije que la dejaba.Y lo peor de todo es que ella nunca entendería por qué lo hice.Nunca lo va a entender por que se ha ido y yo desaproveché mis chances como una estúpidas. La llamaba a su celular pero me daba a la casilla de mensajes con su hermosa voz."Hola soy Camila,en este momento no puedo hablarte pero intenta más tarde.Adiós."
Nunca iba a poder decirle que la razón por la que no quería ser su novia era por mi inseguridad. Siempre aparenté a ser una chica muy decidida y segura de si misma pero no lo era y no me creía lo suficientemente buena para ella.Nunca sería la persona que Camila necesitaba, y si la encontraba en ese momento juraría que le diría todo lo que siento, incluso mi falta de confianza y amor a mi misma.
Ya habían pasado dos semanas de su ida y no sabía nada de ella.
Caminé por las calles de la calurosa Miami hacia la casa de Camila.Iba a preguntarle a su madre si sabía algo.Yo tenía el presentimiento de que algo nuevo había.
-Hola Lauren,pasa-dijo Alejandro, el padre de Camila,dejándome entrar en el hogar.
-Hola,¿cómo va todo?-pregunté con una sonrisa aunque él ya sabía la razón por la que fui.
-Algo raro, se siente raro no tener a Camila aquí, pero ya volverá-habló dándome una mirada consoladora.
-Lo sé, ¿saben algo de ella?-pregunté. Alejandro me miró deliberando entre decirme y no.
-Lauren,voy a preguntarte algo-dijo mirandome seriamente con sus oscuros orbes.-¿Tu amas a mi hija realmente?-esa pregunta me dejó flotando en el cielo. Por supuesto que la amaba.La amaba más que el cielo en un atardecer.Más que a las estrellas en una noche oscura.Más que a una canción de cuna.
-Claro que la amo,más que a nadie-afirmé sin sentirme avergonzada de mis sentimientos.
Él sonrió y aprobó mi respuesta.
-Esta en Nueva York.El resto de la información te la envio por mensaje,ve a sacar el boleto-dijo palmeándome el hombro mientras yo lo miraba agradecida.Salí de la casa con una gran sonrisa.La iba a recuperar,sin importar cuánta sangre y sudor derramaría por ello.
Cuando llegué a mi casa preparé un bolso con las cosas que necesitaría y dejé una nota en mi cama anunciando mi partida.
El camino en taxi al aeropuerto era lento y había mucho tráfico,algo que me malhumoraba bastante pero esta vez logré mantenerme positiva y empecé a imaginar el escenario de nuestro encuentro.Era obvio que ella estaba enojada pero necesitaba hablar y decirle lo que sucedía en el fondo de mi corazón.
Al llegar al aeropuerto corrí a tomar el primer vuelo a Nueva York.El próximo era en una hora por lo que pude quedarme tranquila. Por lo general era muy difícil conseguir un vuelo a una ciudad tan importante rápidamente pero en ese momento pareció que el universo estuvo de mi lado.
Al subir al avión coloqué mis audífonos y vi como el suelo se alejaba más y más hasta el punto en el que sólo vi nubes;allí fue cuando caí en un profundo sueño.
Cuando el piloto avisó que estábamos a punto de aterrizar desperté.Miré por la ventana la magnífica ciudad de Nueva York y sus distintas islas y me emocioné,pero luego recordé a qué venía y mi rostro tomó una expresión seria.

Narra Camila.
Era una tarde fría del día uno de febrero. La nieve ya casi se había desvanecido y yo estaba tocando la guitarra mientras miraba por la ventana,y por cierto,también estaba tomando mi bebida adictiva; café.
Dos toques tímidos en la puerta me hicieron fruncir el ceño,no estaba esperando a nadie y era extraña la situación.
Caminé lentamente hacia la puerta y la abrí.Mis ojos la vieron pero yo no pude reaccionar;estaba en completo shock.
-Hola Camila-dijo casi en un susurro.No llevaba una sonrisa en la cara y sus ojos esmeraldas estaban oscuros pero el brillo que tenían al mirarme seguía allí.
-Lauren,¿qué ... qué haces aquí?-pregunté tartamudeando.No sabía como reaccionar,no sabía si estar enojada o paciente.
-Yo...-dijo tomando un respiro.-Yo quiero confesar mis sentimientos y está bien si no me quieres dar otra chance pero sólo escucha,por favor.-suplicó.La dejé entrar a mi departamento y examiné su vestimenta;saco negro,jeans azules y borcegos marrones.En su cuello llevaba una bufanda rosa viejo que se quitó al entrar al igual que sus guantes a juego.Se veía hermosa aún vestida casual.
-¿Quieres beber algo?-le pregunté notándose los nervios en mi voz.
-Un vaso de agua estaría bien-dijo mostrando una sonrisa sincera y ahí estaba de nuevo yo; cayendo aún más por ella.
Le entregué el vaso con agua y nos sentamos en el sillón.
-Antes que todo quiero que me dejes hablar y que luego des tu respuesta ¿okay?-casi balbuceó. Yo asentí con mi cabeza evitando su mirada penetrante.-Y también quiero que me mires-pasó su mano lentamente por mi mejilla e hizo que nuestros ojos se encontrasen.
-Sé que ni siquiera merezco que me hables de nuevo porque yo jodí tanto tu vida.Rompí yu corazón unas miles de veces pero quiero que sepas que mi corazón también se rompía cada vez que te dejaba- mis ojos se estaban llenando de lágrimas poco a poco igual que los de Lauren.Sus orbes tomaron un color azul claro a medida que el agua se acumulaba en sus ojos.
-Camila la razón por la que te dejé miles de veces era porque sentía que no te merecía, que yo era una mierda y no me correspondía tener a un ser de mucha luz y alegría a mi lado.Pero ahora he aprendido a quererme,yo me amo y no tengo dudas de mis sentimientos por ti y...-Tomé su cintura entre mis manos y la besé;besé sus labios tan lenta y suavemente que me sentía flotando.Ella entrelazó sus brazos en mi cuello y apegamos nuestras siluetas aún más, y me sentía completa. Una parte de mi se iba cuando no la tenía a mi lado.Cuando nuestros pulmones necesitaron aire nos detuvimos pero sin despegarnos.-Y te amo mucho-murmuró con una sonrisa terminando la frase.
-Eres hermosa y eres suficiente Lauren,nunca lo olvides.Y por cierto,yo también te amo-dije con una sonrisa de oreja a oreja para volver a fundir nuestros labios y cuerpos en miles de besos y caricias.
-¿Intentemos de nuevo?-dijo luego de horas de entrega.
-Yo intento todo contigo Lo-respondí para besarla nuevamente. Después de todo,iba a ser un nuevo comienzo para las dos.

Camren: One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora