Maratón 4/5
Al observar que ella dormía, decidió levantarse de la cama, verdaderamente se le había quitado el sueño. En todo el día las cosas habían estado pesadas, se había encontrado con muchas personas que no veía desde hace cinco años o menos.
Encendió el televisor principal, era pequeño y antiguo. A esas horas de la madrugada nunca había nada bueno para ver, cambió de canales un buen rato hasta que encontró uno... algo que le llamó muchísimo la atención...
'Átala de las manos a la cama, haz que se estire en ella hasta quedar completamente expuesta a ti'
Un canal pornográfico, tragó saliva.
'Ella sentirá que todo su cuerpo es tuyo, de tu posesión. Una vez atada de manos a la cama, tápale los ojos con un pañuelo oscuro...'
Mnh...ahora que lo recordaba había visto antes uno de estos típicos programitas para personas que no lograban alcanzar el clímax con sus parejas. Él en cambio era un experto pero...ese tipo de cosas le llamaban la atención...
'Hazla probar diferentes cosas... ella deberá adivinar que son...'
Y se imaginó a Angie, atada de manos y extendida sobre la cama, completamente desnuda.
'En el momento en el que la hayas hecho probar todo lo que tú deseas, deberás penetrarla suavemente al principio, como si buscaras un camino entre su cuerpo'
Oh joder. Todo esto empezaba a ponerle realmente, quería hacérselo de esa y muchísimas formas más, observó su erección entre sus pantalones. Que grande estaba, la acarició sobre los bóxers. Como me pones Angie. Como te amo...
Y apagó el patético pero innovador programita de sexo. Él sabía perfectamente como hacérselo a Angie, no tenía por qué escuchar indicaciones de otro hombre que apenas y sabía causar la mitad de lo que él. Sabía como llegar al orgasmo con ella. Como hacerla gozar y disfrutar tanto hasta gritar. Sabía como causarle un delicioso placer en todo el cuerpo.
Pero sí... lo de los pañuelos le había gustado, tal vez lo intentaría.