2° Temporada Cap 29

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Capitulo 29

James Limbert solía vivir a tres horas de Kingston pero de pronto, sus más cercanos vecinos ya no lo habían visto más. Nadie sabía que había pasado con él, unos decían que se había mudado a otro pueblo y otros... que había vuelto a Kingston. Lo cual sería imposible de creer para muchos, pues en ese lugar había muerto su hermana.

- Mnh... - le sonrió, sacó una de sus más bonitas armas y la paseó por su cuello. - ¿te gusta esta?

Hasta sus más grandes amigos afirmaban que se había vuelto loco, otros decían que podía tener principios de esquizofrenia después del accidente de su hermana. Lo único que deseaban era ayudarlo de alguna manera.

- A mi sí, está perfecta... - volvió a sonreír y la tiró al sillón que estaba a su lado. - pero yo quiero usar otra cosa contigo preciosa... - entonces abrió un pequeño maletín de cinco llaves, navajas.

Tres años después de aquella gran pérdida, todos le habían perdido el rastro y el caso de la muerte de su hermana terminó perdido entre los expedientes policiales, nadie nunca volvió a darle importancia, nadie nunca volvió a mover un dedo por él y por la muerte de Andrea. Simplemente dejaron que esta muriera sin justicia alguna.

- ¿Viste como terminó tu amiga? - la mandíbula empezó a vibrarle sin control. - ¿la viste? - le preguntó gritándole, Angie solo logró afirmar con la cabeza, mientras las lágrimas le brotaban por los ojos sin retención. - así vas a quedar tú también, si es que antes no me provoca matarte.

El tiempo continuó y él ya no vivía tranquilo, sabía que su hermana no descansaría en paz hasta que él o alguien de su familia hicieran justicia por ella.

- ¿Quién soy? - acercó su repugnante rostro hasta el de Angie. Esta intentó cerrar los ojos. - pregúntaselo a tu novio muñeca... - fuertemente arrancó la cinta adhesiva de la boca de Angie, esta soltó un grito ahogado. Intentó respirar.

Y él sería quién cobraría venganza por aquel accidente que había provocado la muerte de su hermana, sería él, pues era el único que sabía toda la verdad. El único que sabía ese gran secreto.

- Él te sabrá explicar con exactitud lo que hizo... - le susurró, tuvo la idea de acercarse a los labios de Angie ligeramente lastimados por la cinta adhesiva, se los besó. Ella apretó los ojos, sintiéndose completamente sucia. James movió sus labios, moviendo los de ella. - ¿te gustaría saberlo?

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