Sintió tanta furia acumulada al ver a James semidesnudo con su chica ahí abajo tratando de forcejearla, tocándola, haciéndola sentir miedo, le dolía en el alma, y nada nunca le había dolido más que eso. Apuntó a James directamente a la cara, aunque hubiera preferido dispararle otra cosa.
- Baja el arma. - le ordenó James, apretó las manos de Angie aún más fuerte, ella soltó un gemido, Nicola apretó la mandíbula. - recuerda que yo soy el que tiene el control ahora... - se rió, Angie gimió aún más fuerte al sentir las monumentales manos de James apretarle las muñecas.
- Suéltala ahora mismo. - le volvió a ordenar Nicola, rozó los dos dedos índices de sus manos con el gatillo de la pistola. - este asunto es entre tú y yo. - le dijo, James se detuvo a escucharlo.
Angie cerró los ojos aterrorizada. - y eso lo sabes perfectamente, ella no tiene por qué pagar por esto.
- ¿Te parece? - James escabulló sus manos entre debajo de las sábanas de su cama, llegando hasta las almohadas, un arma apareció entonces. - ¿entonces por qué mierda no pensaste en eso cuando violaste a mi hermana? - le gritó, hizo que Angie se sentara para poder abrazarle el cuello y apuntarle la sien, ella empezó a llorar... no quería mirarlo, no quería mirar a Nicola después de lo que sabía de él, Nicola tragó saliva, joder, Angie lo sabía todo, lo reconocía por su mirada, quiso mirarla a los ojos mientras James hablaba, pero ella nunca le devolvió la mirada...
- Angie no tiene nada que ver en esto... - le volvió a decir. Esta vez más desesperado. - ¡que la sueltes joder! - gritó. James se rio a gusto. - en todo caso a quién deberías matar es a mí. - le dijo.
James abrió los ojos, sonriendo a medias, algo de todo esto le sorprendía en lo absoluto.
- ¿Tú? ¿dando la vida por alguien? - quiso reírse con ganas. - debo a verme perdido de mucho todos estos años... - Nicola bajó la mirada, a los pocos segundos la volvió a subir, en ese momento tuvo tantas ganas de dispararle a Angie, ahora sí estaba seguro que sería lo que más le dolería a Nicola y eso... eso solo hacía que las cosas resultaran a su favor.
- James... - susurró Nicola, si perdía la calma, Angie sería la primera afectada. - suéltala por favor...
Este soltó una carcajada.
- ¿Te has visto? - lo miró de pies a cabeza. - Este día iba a llegar en algún momento... y no sabes como lo estoy disfrutando.
- ¡Mátame a mí! - le volvió a gritar.
- ¿De que me serviría? - preguntó James. - te irás al putísimo infierno de todos modos. - le dijo con toda la furia que había acumulado desde hace cinco años. - pero no irás solo. - apretó el cuerpo de Angie. Ella cerró los ojos, sostuvo la respiración.
- ¡Perdón! - Nicola gritó. James apretó aún más el cuerpo de Angie - perdóname por favor... se... sé que lo que hice jamás lo vas a olvidar... que jamás debí a ver hecho lo que hice, no sabes... no tienes ni la más mínima idea de cuanto estoy arrepentido... - murmuró. - pero Andrea jamás se hubiera sentido feliz por esto...
- ¿Tú que coño sabes de eso?
- Ella nunca te pidió que hicieras esto James. - trató de mirarlo directamente. Sus brazos empezaron a perder fuerza, soltando poco a poco el cuerpo de Angie - no tienes ni un puta idea de lo arrepentido que estoy... - le dijo con sinceridad, en verdad sentía en lo más dentro de su corazón que era así.
- ¡Andrea se quitó la vida por tu maldita culpa! - gritó James, esta vez con lágrimas en los ojos, Angie tragó saliva, por un momento quiso mirar a los ojos a Nicola, y así lo hizo... él le devolvió la mirada.
Y entonces las fuerzas en el cuerpo de James desaparecieron, se sentía débil, pequeño, tan diminuto, mientras hace un rato creía poder dominarlo todo mientras quisiera. Soltó el cuello de Angie, para ponerse a llorar, esta caminó de rodillas con lágrimas en los ojos y unos cuantos golpes hasta el filo de la cama. James se apuntó así mismo en la sien, sintió que debía acabar consigo mismo ahora, que tenía que hacerlo... que su misión acababa ahí... que la misma Andrea se lo pedía así, que ya había hecho sufrir a Nicola lo suficiente, que solo necesitaba de un 'perdóname' y su tarea estaba cumplida, sentía que la mismísima Andrea se lo pedía, miró a Nicola. Este trago saliva.
Angie estaba a salvo, eso importaba...nada más, nada...él podía morir si era lo que tanto quería James pero al menos se sentía bien consigo mismo, se sentía limpio, sentía que por fin sus secretos se acaban, que terminaba... le había pedido perdón, aunque sabía que eso no sanaría sus heridas nunca... lo había hecho con el corazón. Así pasara lo que pasara luego.
- Nos vemos al otro lado, colega. - le sonrió por última vez, Nicola lo observó dispararse, el sonido entorpecedor del arma hizo que Angie cerrara los ojos. Lo próximo que pudo ver fue sangre manchando las sábanas, Nicola soltó el arma también, no tenía razón para usarla ahora. James se había ido, se había ido por fin, jamás volvería y ojala en ese momento se estuviera encontrando con su hermana haya arriba. No volvería nunca... ni tampoco los secretos de Nicola, aquellos que se habían borrado por fin y aunque sabía que esa historia había acabado, su castigo aún estaba por venir.
Se acercó a Angie, aún sentada sobre el filo de la cama. Estática, completamente estupefacta, no tenía fuerzas ni siquiera para moverse. Todo esto había sido demasiado para ella, Nicola intentó tomarla de las manos...
- No te atrevas a tocarme. - susurró Angie.