- ¡Tío! - lo saludó Facundo. Nicola lo abrazó de igual manera, sosteniendo las maletas con el otro brazo, la suya y la de Angie - yo te hacía muerto...
- Ya vez que no. - le negó Nicola con una gran sonrisa en los labios, volver a Kingston era volver a su casa, a su hogar, a sus amigos. Viejas anécdotas se le venían en la cabeza, buenas... y otras malas. Se adentró a su casa.
- ¡Nicola! - saludó Diego, un saludo en especial que ellos dos manejaban con las manos. - ¡joder hasta que apareces! - traía el torso descubierto y dos grandes tatuajes yacían ahí.
- No es para tanto, hace tiempo que no venía a Kingston y quise pasar por aquí.
- Vaya... - murmuró Facundo, observando por la ventana.
- ¿Qué? - preguntó Nicola.
- Así que... Gino tenía razón... - le dijo Facundo, sin perderse nada de lo que estaba mirando. - estás con ella. - Diego le siguió la mirada, de inmediato soltó un silbido, Angie estaba buenísima.
- Joder... - se quejó Nicola, dejó las maletas en el suelo, Angie aún estaba en el auto, acomodando algunas cosas que se habían desarreglado durante el viaje en su mochila de mano. - ¿Cuál es tu problema con eso?
- No puede estar aquí... - intervino Diego.
- Esta es mi ciudad, mi casa, nada va a pasarle mientras yo este con ella.
- Dices eso con tanta facilidad ¿eh? Seguro te ha hecho perder la cabeza... - Diego tomó de su lata de RedBull ya empezada. - no te culpo... está buena...
Nicola endureció la mandíbula y trató de olvidar el comentario.
- ¿Sabes cual es problema? Que hemos matado a sus amigas...ese es el problema. - le dijo Facundo, Nicola miró por la ventana, ¿Angie los recordaría? Por supuesto que sí pedazo de imbécil, no debiste traerla aquí. - el problema es que va a delatarnos cuando lo recuerde.
- Ella sería incapaz.
- Ni siquiera la conoces...
- ¡Tú no la conoces! - les gritó. Diego y Facundo se quedaron en silencio al ver a Angie entrar por la puerta principal, Nicola endureció los pómulos. Bajó la guardia y trató de dedicarle la mejor mirada posible, aunque en el fondo estuviera más cabreado que nunca.
- ¿Todo está bien? - le preguntó entre susurros, solo para sus oídos.
- Sí... - le dijo él, casi sin voz. Observó a Facundo y Diego, tratando de hablarles con la mirada, no quería peleas con Angie ahí, no con ella. - él es Facundo y él es Diego... - les presentó.
- Angie... - saludó ella, estirando las manos hacia los dos, un pequeño destello se abrió en su mente, un recuerdo, ella atada de manos, llorando, cerró los ojos con fuerza para volverlos a abrir, son ellos... sí, sí... se volteó a mirar a Nicola, con una mirada llena de pánico, miedo... todo a la vez. Él podía entender su mirada por completo, sabía lo que quería decirle...- Tranquila guapa... - le dijo uno de ellos, el más alto Facundo- nadie va a hacerte nada...
Ella retrocedió unos pasos, chocando con el torso de Nicola sintiéndose aliviada por sentirlo cerca y saber que todo andaría bien mientras él estuviera. Nicola le acarició la cintura, abrazándosela.- Lo pasado es pasado ¿vale? - le dijo Diego. - nadie tiene por qué recordar eso...
Y Angie no quiso decir más. Todo esto le dolía muchísimo. El secuestro, sus amigas. Sus muertes. El simple hecho de saber que estaba junto a los asesinos de ellas. Que los conocía. Que acababa de darles la mano. No sabía como reaccionar. Ella había pedido todo eso, ir para haya...conocer a los amigos de Nicola, su ciudad...saber más de él. Se pondría a llorar. Era débil ante el pasado pues aún le dolía, aunque trataba de ocultarlo.
- ¿Dónde está Yaco? - preguntó Nicola, se acercó a coger sus maletas tendidas en el suelo.
- Nadie lo sabe - contestó Diego.
Nota: es Diego Chavarri jiji