Twisted

Capitulo 15 - Bomba Mediática

Alex POV

Isa me convenció de regresar a la preparatoria al día siguiente. Al parecer nadie se enteró de lo sucedido así que me siento enteramente macabramente feliz por eso. Cuando Isa y yo salimos de la clase de Estadística, escucho a alguien gritar mi nombre. Es Orlando. Isa se confunde — ¿Quién es él?— Pregunta Isa con discreción.

—Un chico muy lindo que conocí hace poco— Murmuré.

Contesto rápidamente antes de que Orlando llegue — ¿Dónde te habías escondido? Te busqué el otro día y nunca te encontré— Pregunta tranquilo ocultando el entusiasmo que puedo notar en su mirada.

—Lo siento, pasaron muchísimas cosas, entre ellas: tenía que atender un maratón semanal de Queer As Folk— Mentí. Sería muy crudo decir que fui violado y eso me provocó una depresión express.

—Vaya, a mi me encanta esa serie.

¡OH POR DIOS! ¡LE GUSTA QUEER AS FOLK! Creí que yo era el único que veía esa serie, joder. —A mi también... uhm— Caigo en cuenta de que él no conoce a Isa. —Orlando, ella es mi mejor amiga, casi hermana, Isabela Vanegas. Isa, él es Orlando Alvarado...

Él me interrumpe y dice —Tu futuro casi cuñado— Alza su mano para saludar a Isa.

¿Ha sido mi imaginación o acaba de hacer una insinuación bastante obvia? Mi subconsciente da un brinquito por la sorpresa de su comentario. —Hola, Orlando, futuro casi cuñado. Sólo dime Isa.

—Isa— Él sonríe de forma encantadora.

Recuerdo que tengo clase de Química. Uhm, no quiero estar sólo con ese tipo. —Orlando ¿me acompañarías a mi clase de Química?— Pregunto así nada más

—Sería un placer.

Este chico es encantador. Es muy encantador. Y guapo. « ¿Qué? ¿Ahora olvidaste tu amor incondicional por Leonardo? Sigue así y te convertirás en una prostituta completa— alega mi subconsciente»

Al entrar al salón veo que aún todas las bancas no están ocupadas por completo. Uhmmm, me siento al fondo con Orlando a un lado de mío. Observo que él mueve su banca unos cuantos centímetros más cerca de mí.

—Muy bien muchachos, el día de hoy planeo ser piadoso con algunos de ustedes y les daré la oportunidad de que entreguen el proyecto de la tabla periódica. Así que: Quien lo tenga, que lo entregue.

Más de la mitad de las personas en el salón se levantan para entregar el maldito proyecto. — ¿Tú no vas a entregarlo?

—Ya lo hice, el día que tenía que entregarlo. No tres meses después.

El ríe y segundos después dice mi nombre como si estuviera orgulloso: —Alejandro...— Apoya su barbilla en su puño cerrado

— ¿Sí?

— ¿Crees en el destino?

—Sólo cuando me conviene ¿Y tú?

—Sí. Todo el tiempo. Culpo al destino de todo lo que sucede alrededor.

— ¿Tanto así?

—Así es. Si Beyoncé fue casi brutalmente asesinada por un ventilador y su cabello la rescató: Fue el destino. Si Alfonso Cuarón ganó un Oscar: Fue el destino. Si el flash de tu cámara estaba activado aquella vez, cuando intentabas ser discreto: Fue el destino— Me sonrojo al enterarme de que él sabía que yo intentaba ser discreto.

—No entiendo... Es decir, lo de Beyoncé lo entiendo; necesitaba cambiar de look. y lo de Cuarón lo entiendo, Gravedad es una película fantástica — pero un poco sobrevalorada. — ¿Pero qué tengo que ver yo?

—Tal vez el destino quiere que tú y yo... uhm— Cierra los ojos por un instante y sonríe tímidamente. Dios, me mata esa sonrisita. Luego abre los ojos y me mira fijamente. Luego baja la mirada hacia mis manos y toma una de ellas. Se sorprende cuando ve mis cicatrices — ¿Y esto?

Niego con la cabeza y escondo mis manos. —Tonterías...

Él vuelve a tomar mis manos y acaricia la cicatriz más grande, la única que está de forma vertical. — ¿Te duelen?

—No en el sentido físico...

Mira mis muñecas con desaprobación y luego vuelve a mirarme fijamente. Este chico me pone nervioso, pero en el buen sentido. Entonces él comienza a acercarse lentamente a mí, yo dudo por un instante pero comienzo a hacer lo mismo y justo cuando estamos a punto de juntar nuestros labios: Entra un hombre de golpe, yo volteo la cabeza, me siento avergonzado. El hombre pregunta

— ¿Es usted el profesor Marcos?

Espera, yo reconozco esa voz. El profesor asiente y el hombre se dirige rápidamente hacia él y comienza a golpearlo. ¡MIERDA! Me paro de inmediato al darme cuenta de que se trata de mi padre. Me apresuro a levantarme para detenerlo.

— ¡Papá, detente!— Grito mientras lo tomo de los hombros, pero no puedo hacer nada. Él sigue agrediéndolo. Segundos después se detiene y mientras le apunta con un dedo de manera amenazante (Algo que me dio un poco de risa) dice: —Te voy a hundir, Jodido cabrón— Mi padre saca su teléfono celular del bolsillo de su pantalón y sale rápidamente del salón. Yo salgo detrás de él e intento pedirle que se detenga, pero no me presta atención. Puedo escuchar que está hablando con su asistente —Necesito que mandes una patrulla a la preparatoria de Alex con una orden de arresto para Marcos Fuentes. También quiero tengas a la mano sus papeles de antecedentes penales y las pruebas que te envié anoche. Voy a hundir a ese hijo de puta.

¿Eh? ¿Ha estado investigando a Marcos?

Tomo del brazo a mi padre y le obligo a detenerse. — ¿De qué va todo tu arranque de adrenalina allá adentro?— Le reclamo.

—Estuve despierto toda la noche, pensando, armando escenarios para saber de qué forma actuar ante lo que escuché anoche. Alejandro ¿Por qué no me dijiste?

— ¿Qué escuchaste exactamente?

—Lo que acabo de hacer responde automáticamente a tu pregunta, Alejandro.

—No quería... Yo no quería involucrarte en los asuntos de tu hijo con preferencias inadecuadas— Pongo mis manos sobre mis sienes, esto me estresa de sobremanera.

—Ándale, qué bueno que sacas a relucir ese tema Alejandro. Escuchaste fuera de contexto lo que intentaba comentarte— Le miro con confusión y él continúa: —Estaba citando lo que dijo la madre de tu amiga Isabela. Yo no pienso que tus preferencias sean inadecuadas.

— ¿Y lo que dijiste cuando pasaron la noticia de la marcha gay?

—Era un chiste, Alex.

—Claramente morirías de hambre si te dedicaras a la comedia, papá.

—Alejandro, me importa una mierda si te gustan los hombres, las mujeres o los perros— ¿eh? —, eres mi hijo y te amo.

Me confundí un poco, pero al final sonrío tímidamente. Me atrae hacia él y me da un abrazo muy fuerte. Salimos de la preparatoria y la policía ha llegado para arrestar a Marcos. Me pregunto qué otros cargos tendrán para arrestarle aparte de abuso sexual.