Capítulo 5

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- ¡Mamá llegué!.- grite una vez dentro de casa.- ¿Estas acá?.

Y no, no estaba en casa. En la cocina me había dejado una nota que decía:

"Hija, el señor Smith (el jefe de mi padre y ahora de mi madre) me ha llamado para arreglar algunas cosas en la oficina, no sé a que hora volveré, te dejé algo de comida en la heladera y dinero sobre la mesada, trata de no salir. Te ama, mamá."

Estúpido pedazo de pape, ¿ven?, en Londres estas cosas nunca pasaban, ese tipo no es bueno, ahora tendría que estar contándole a mi madre todo lo que había hecho hoy en la escuela, pero claro, no puedo porque ahora tiene que estar en la oficina arreglando cosas, ¡todavía esta de vacaciones! ,juro que cuando vea a ese tipo..., lo mataré, no solo por esto si no por lo que le hizo a mi padre, ¡y si, para mi el tiene que ver algo con su asesinato!, y si la policía no hace nada para investigarlo lo haré yo, no me quedaré de brazos cruzados.

Volviendo al tema "colegio" , me han dejado bastante tarea, por suerte no estoy TAN atrasada como pensé, allá en Londres estábamos viendo casi los mismos temas que aquí.

No tenía hambre, nada de lo que había en casa me apetecía, apague las luces de abajo y subí a mi habitación, no sabía que hora era pero tenía sueño, ni ganas de sacarme el pijama tenía así que me acosté vestida, por un lado me sentía bien, me había desahogado, le había contado a Bri lo de mi padre y eso era lo que necesitaba, a alguien para poder decirle todo lo que me pasaba y que ese alguien obviamente no sea mi mamá porque ella no entendía lo que yo quería decirle, bueno, Brianda tampoco entendía mucho lo que quería decirle, pero ella no me juzgaría.

No escuché la puerta abrirse cuando mi mamá entro al cuarto, pero si sentí la luz del pasillo sobre mis ojos, no quería hablar con nadie así que opte por hacerme la dormida, cosa que me salió bastante bien porque mi madre se dio media vuelta y se fue silenciosamente.

- ¡Despierta!, ¡Vamos, levántate!.- me sacudió mi madre de la cama.- ¡El despertador no ha sonado, levántate es tarde!.

- Ya va. ¡No me grites en el oído!- me queje-. No es mi culpa que el despertador no suene.

- ¡No sé de quien es la culpa, no hay tiempo para discutir, vamos, ve a ducharte que se hace tarde!

Le azoté un almohadón a mi mamá en la cara y me fui al baño antes de que pudiera devolvérmelo, me vestí con lo primero que encontré en el armario, puedo decir que mi ropa no es de lo más femenina pero me encanta. Tengo una pequeña gran obsesión con las sudaderas.

No cenar me había hecho efecto,ahora moría de hambre, Brianda se había propuesto a llevarme a la escuela pero me había negado, no dejaría que sea mi chofer..., o bueno tal vez sí, pero cuando nos tengamos más confianza.

No tuve tiempo para sentarme a desayunar con mi madre, se me había hecho bastante tarde y si no llegaba a tiempo al colegio me cobrarían media falta, cogí una tostada y salí disparada hacia la escuela:

- ¡Bri!.- grité haciendo que las personas que estaban en el pasillo me miren.-¡Brianda deja de caminar.!

Corrí hacía ella y la alcancé, las miradas raras me habían puesto un poco nerviosa pero bueno, tendría que haberlo previsto, no es normal que una persona ande gritando por los pasillos:

- ¡_____!.- me saludo.- ¿Qué pasa, porque andas tan agitada.?

- Corrí las veinte calles hasta aquí- respondí-. Si no llego a mi casillero en cinco minutos la profesora me matará.

- ¡Te dije que podía llevarte al colegio y tu de testaruda te negaste.!

Grito mientras me veía salir corriendo hacía la casilla 181, oh... mi... dios, Brian esta en su casillero, no hay nadie en el pasillo y seguro todavía recuerda lo que paso ayer, ¡debe pensar que quería robarlo!, ¿Y si mejor me doy media vuelta y vuelvo luego?, no, no puedo, el profesor me matará.

Cold EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora