Me despertó la alarma del celular, mi reloj había muerto. Era temprano así que aproveché a darme una ducha bastante larga. Me vestí y bajé a desayunar. Mi madre se había tenido que ir más temprano por no sé que razón. Bri no estaba esperándome con el auto fuera de casa. Me tuve que caminar esas veinte largas calles hasta el colegio y sí, por tardarme en la ducha ya se me estaba haciendo tarde para la primer clase del día.
Cuando entré al salón me dí cuenta de dos cosas, Brianda había faltado y Brian había vuelto. Llamaría a Bri luego. Mientras me dirigía a mi asiento una sonrisa se formo en mis labios, traté de disimularla con una tos que al parecer nadie notó.
- ¿Cómo estas?- preguntó él tratando de comenzar una conversación.
- Bien- respondí-. ¿Por qué faltaste ayer?- pregunté.
- Sabía que me harías esa pregunta- sonrió-. Tenía ganas de faltar, no lo sé, me dolía un poco la cabeza.
- ¿No estás mintiendo, cierto?- pregunte con sospecha.
- No, no te mentiría ángel- contestó, sentí como mis mejillas se encendían y él se echaba a reír nuevamente-, comenzaré a llamarte así más seguido.
- No me gusta cuando me dices así- murmuré.
- Pero te sonrojas cada vez que lo hago y a mi sí me gusta- no discutiría por eso ahora.
- ¿Irás al fogón del domingo?- le pregunté para que la que conversación no terminara ahí.
- Sí, no tengo nada para hacer- dijo- ¿Tu irás?
- No creo.
- ¿Por qué?
- Brianda no puede pasar a buscarme y le rogué a mi mamá que me dejara ir sola pero no hay caso- le conté-, igual bueno... no tenía muchas ganas.
- El domingo a las ocho estate lista, pasaré por ti- parecía más una orden que una invitación.
- Te dije que mi mamá no me deja ir sola, no podré salir de casa.
- Pues entonces dile a tu madre que te llevaré yo- me advirtió-, creo que no tendrá problema.
- En realidad preferiría quedarme en casa...- no quería que Brian hablara con mi madre, no creo que vaya a agradarle demasiado. Aunque lo reconocería, ella se acordaría de él pero cuando le haga las típicas preguntas estoy segura que Brian no tendrá problema en contestar con la verdad, y la verdad no era exactamente lo que mi madre se imaginaba para un chico.
- Vamos, ¿qué es lo que te avergüenza?- preguntó sonriendo-. ¿Te avergüenza que tu madre te vea salir con un chico?
- No...
- ¿Entonces? El domingo pasaré por ti, no acepto un no como respuesta.
- Nunca aceptas un no como respuesta- le eché en cara-, lo mismo me te dije que no pisaría jamás el billar ese y adivina a donde fui esa noche.
La conversación termino allí. El profesor comenzó la aburrida clase de Lengua. Cada día tenía un motivo más para odiarlo. Me preguntaba que haría hoy sin Bri, me encantaba estar con Jessie pero no era lo mismo. Ella era más tímida y reservada, además si no me equivocaba pasaría los recreos con Jimmy ya que él tenía que decirle unas cuantas cosas.
- ¡______!- gritó una voz, me giré, era Matt-, espérame te acompaño a tu casillero.
- Brianda me contó como fue lo del collar- le dije a Matt, quien sonrió.
