Capítulo 18

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Por otro lado, con todo este rollo me había olvidado que mi madre comenzaba a trabajar, me repugnaba la idea de que este compartiendo oficina con ese tipo, pero nada podía hacer para que eso no sucediera, no quería seguir pensando en eso y menos cuando la cabeza me daba más vueltas que un carrusel, necesitaba acostarme y dormir, esto me había dejado agotada y todo por una gota de sangre, tenía que aceptar la propuesta de Brian, le diría que me lleve a casa, no tenía ganas de contestar las preguntas de Bri y Jessie, no quería que nadie me pregunte como me sentía porque la respuesta era obvia, en estos momentos era cuando me gusta estar sola y relajarme, pensar y luego dormirme, estar conmigo misma, eso era lo que quería:

- ¿Y?.- pregunto Brian en busca de una respuesta.- ¿Quieres que te lleve?.

- Por favor.

Respondí mientras me ponía de pie, el mareo seguía pero no era tan fuerte como para tener que caminar apoyada en alguien, por suerte Brian estacionaba su coche en el aparcamiento de la escuela, nunca había ido allí, es más ni sabía que existía, me preguntaba porque Brianda no lo estacionaba ahí, ella que siempre se hace tanto problema por conseguir lugar en la calle, reconocí la camioneta de Brian a bastantes metros de distancia, era una de las más grandes que se encontraban en el lugar.

Tomé asiento en el lugar del copiloto y mientras se acomodaba encendí la radio, no me vendría mal un poco de música, tendría que avisarle a Bri que me encontraba camino a casa ya que ella me estaría esperando a la salida para llevarme, apoyé mi cabeza contra el vidrio y cerré los ojos, dormiría estos minutos de viaje, tal vez era eso lo que necesitaba para sentirme mejor:

- Antes que nada, abróchate el cinturón.

Lo hice sin quejarme, no tenía ganas de discutir, el auto se puso en marcha y salimos camino a mi casa, no sé cuanto tiempo tardamos en llegar porque me dormí al instante, creo que no solo fue la sangre la que me hizo sentir mal, si no que también una acumulación de sueño:

- Llegamos.

Dijo Brian mientras me abría la puerta, la luz dio en mis ojos y los cerré con fuerza, desabroché el cinturón y salí, ya no sentía el dolor de cabeza y el mareo había cesado, al parecer esos diez minutos de viaje habían sido suficientes como para que el dolor desapareciera por completo, camine hasta la puerta de entrada y abrí la puerta:

- Adiós.- dije tratando de no sonar muy fría.- Nos vemos luego,¿Si?.

- ¿No me invitarás a entrar?.

Pregunto con una sonrisa, antes de que pudiera contestarle él ya estaba parado en la sala de estar, por suerte mi madre no se encontraba en casa si no estaría muerta, ¿para que quería entrar Brian?, igual no podía decirle que no, él se había ofrecido a llevarme a casa, lo mínimo que pude haber echo es eso, invitarlo a entrar:

- ¿Quieres algo de tomar?.- le ofrecí mientras me dirigía a la cocina.

- No gracias.- Me siguió hasta la cocina.-¿Que quieres comer?.

- ¿Cómo que quiero comer?.- pregunte entre risas mientras me servía un vaso con agua.

Brian dio una vuelta por la cocina revisando lo que había en la heladera y en los muebles, ¿Que tramaba?, ¿Acaso quería cocinar?:

- ¿No tienes hambre?.

- Sí, pero...

- ¿Te gusta la pizza?.- me interrumpió.- Hay suficientes cosas aquí como para hacer una.

- Brian... ¿qué haces?.- pregunte mientras veía como sacaba las cosas de la heladera.

- Pensé que te gustaría comer algo echo por mi, además tengo hambre.- dijo con una sonrisa.

Cold EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora