Me pasé la tarde en la casa de Bri. Mi mamá se enteraría de que había faltado a la escuela, va al menos eso creía yo. Nos la pasamos haciendo bromas telefónicas. ¿Quién podría decir que dos adolescentes de 16 años podían divertirse así? Luego tuvimos que parar porque la mamá de Bri se dio cuenta y nos dijo que la boleta del teléfono la tendríamos que pagar nosotras. Nos pasamos la tarde entre risas y conversaciones sin sentido. Se podría decir que la estaba pasando genial y no me arrepentía de haber faltado a la escuela. Al fin y al cabo era adolescente y eso era normal.
Luego tuve que volver a casa sola ya que Brianda estaba obligada a ordenar su cuarto. La casa de ella no quedaba tan lejos de la mía. Excepto cuando se iban a su casa que quedaba en la ciudad, pero eso no era muy seguido. Había refrescado un poco pero el calor seguía. No faltaba mucho para que el verano comenzara y ya se estaba haciendo notar, aunque yo prefiero el invierno el calor me gustaba.
Llegué a casa a eso de las siete treinta, no tendría que esperar a mi mamá por mucho tiempo ya que llegaba a las ocho. Subí a mi habitación, estaba segura de que tendría algún mensaje en el celular. Y no me equivocaba. Era de Matt y ya suponía lo que me había escrito.
"____, necesito hablar contigo. ¡Es urgente! ¿Por qué faltaron Bri y tu? llámame si puedes''
No tenía ganas de hablar con nadie, si Matt iba a preguntarme sobre lo de la cena preferiría que me lo diga personalmente.
" Es sobre la cena? jaja claro, te ayudaré ¡____, al rescate! pero hablaremos de eso mañana. ¿Te parece después del colegio en el Parque? No tengo crédito para llamarte ahora. Bri seguro te contará el porque. "
Lo envié y Matt me respondió con un "Ok", al parecer ya se encontraba al teléfono con mi amiga. Me acosté en la cama, hoy no había sido un día normal. Primero habíamos pasado toda la mañana en un patrullero y luego en la comisaría esperando a la mamá de Bri y luego faltamos al colegio y nos pasamos toda la tarde haciendo bromas telefónicas.
Cuando mi mamá llego cerró la puerta de un portazo que retumbo en toda mi habitación. Se había enterado y ahora me tocaba dar explicaciones. Bajé las escaleras rápidamente, no quería escuchar sus gritos sonar por toda la casa.
- Me parece que me debes unas cuantas explicaciones- replicó furiosa-, jamás pensé que me mentirías para no ir al colegio.
- No es lo que crees- contesté tranquilamente, me hacía acordar a Brian-, no me escapé.
- Entonces dime que hiciste para faltar a la escuela, el director me ha llamado.
- Bri pasó por mi, íbamos a la escuela pero pasamos justo cuando el semáforo se puso en rojo y nos paró la policía.
- ¿¡Qué las paró la quien!?- preguntó mucho más enojada, al parecer no había solucionado nada-, no puedo creerlo.
- Pero mamá no fue nada malo- repliqué-, mira estoy aquí. Por algo será.
- ¿Quién pagó la multa y como hicieron para salir de allí sin un mayor?- exigió saber.
- La mamá de Brianda fue a buscarnos- le expliqué-, ella pagó la multa.
- ¿Has pasado la tarde aquí en casa?- entrecerró los ojos, al parecer sospechaba de mi.
- Sí mamá- mentí-, he estado aquí todo el día.
- Llamaré a la mamá de Brianda, quiero saber exactamente que pasó- subió las escaleras, seguía enojada conmigo.
Estaba en problemas, tenía que decirle a Bri que le diga a su mamá que cuando ella hable con la mía diga que yo no estuve en su casa. Subí las escaleras corriendo, el corazón me latía a mil. Nunca había visto a mi madre tan enojada.