Capítulo 33

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Apenas llegamos a casa Bri subió corriendo a mi habitación. Por suerte estaba bastante ordenada. Mi armario no era la gran cosa pero a mi amiga parecía encantarle. Cuando Bri tuvo su primera cita con Matt también había venido a casa para probarse ropa. No me molestaba en lo más mínimo ya que a ella le gustaban las cosas que yo casi nunca usaba ni tampoco me interesaba usar.

- Bien, tienes un montón de vestidos-descolgó unos cuantos y los tiró en la cama-, necesito algo que sea de color.

- ¿No quieres uno negro?- pregunté-, tengo uno bastante bonito.

- No negro, no- contestó-. Estoy segura de que mi madre usará uno negro y lo que menos quiero es parecerme a ella esa noche.

- Bueno pues... no sé, elige el que te guste- le dije-, pruébate los que quieras si es necesario- me senté en la cama.

Bri comenzó a probarse unos cuantos pero ninguno la convencía por completo. Nunca me había dado cuenta que tenía un montón de vestidos. No era de usarlos, me sentía incómoda con ellos. Luego tendría que decirle a Bri que me iba a tener que ayudar a acomodar toda la ropa que había sacado. La habitación estaba quedando echa un desastre y eso que todavía faltaba que escogiera los zapatos.

- ¿Qué dices de este blanco?- preguntó mientras salía del baño.

Ese vestido lo había usado el día que mi madre invitó a su jefe a cenar. Ese día fue la primera vez que Brian había ido a mi casa. Cuando no sabía casi nada sobre él, cuando no estaba enamorada, cuando casi ni nos conocíamos.

- ¿Por qué sonríes?- preguntó Bri-. ¿Es que tengo algo?

- No, nada- sacudí mi cabeza para alejar esos recuerdos-. Ese te queda bonito.

- Igual no me gusta- comentó-, creo que me probaré el rojo que quedo colgado. Será el último, lo prometo.

Después de probarse el ''último'' vestido, Brianda salió del baño. Al parecer ese le había gustado. No le quedaba mal, era bastante bonito.

- Este me gusta- admitió mientras daba una vuelta-, no es feo.

- Te queda bien-dije-. ¿Vas a usar ese?

- Sí... te lo devolveré el domingo apenas pueda ¿si?

- Claro, no hay problema- dije, despreocupada-. Sobre los zapatos...

- Sí me dí cuenta- me interrumpió-, no tienes nada de tacones. Creo que necesitamos ir de compras lo más pronto posible. No puedo creerlo.

- Es que no me gustan- confesé-, no... no lo sé, es como que no puedo caminar con tanta altura.

- Es normal, a mi me pasaba lo mismo pero luego me acostumbre- comentó-, además estoy casi obligada a usarlos. Por si no lo notas no soy muy alta.

- ¿A que hora será la cena?- pregunté.

- A las nueve- respondió- aunque no creo que mi mamá tenga la comida preparada hasta las nueve y media. Oye, ¿podrías pasar por mi casa diez minutos antes para ayudarme a elegir los zapatos?

- Si, creo que no habrá problema- acepté-, pero debo irme antes de que Matt llegue. Sería medio estúpido que me viera salir de tu casa ¿no crees?- ambas reímos-. ¡Mira la hora que es!

- Oh mi dios- Bri abrió los ojos-, debo irme mi madre ya debe estar en casa. No le avisé que vendría tal vez está preocupada.

- ¿Quieres una bolsa para guardar el vestido?- pregunté mientras buscaba una en mi armario-, dudo que sea normal ver a una persona caminando con uno en la mano.

Cold EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora