"Adoro. Adoro cada poro de tu piel.
Adoro tus pestañas. Adoro cuando pienso que me extrañas.¿Y si ya no puedo más? Es que esto me va a matar. Quiero llenar cada lugar contigo en la oscuridad. Poderte besar, acariciar...
Adoro. Adoro todos tus detalles. Adoro ese puto lunar que tu dices que odias. Adoro tu sonrisa. Adoro hasta tu risa."
-No está terminada, pero ¿qué os parece?-Preguntó Lucas entregándole a sus amigos un papel.
-Pff... Un poco moñas, ¿no?-Le respondió Manu.
-Nosotros tocamos rock, Lucas, el romanticismo déjaselo a los que toquen baladas.-Continuó Javi mientras se colgaba el bajo.
-A ver, tampoco nos pongamos así.-Le quitó Carlos el papel a Manu.-Yo creo que con algunos arreglos puede quedar bien.-Dijo tras leerlo.A unos metros de donde se encontraba Lucas, Aria paseaba con Pablo. Era su mejor amigo y llevaban casi un mes sin verse por culpa de los exámenes. Necesitaban ponerse al día.
-Aria, hay un chico en mi clase que me gusta un montón.
-¿Y habláis?
-Claro, pero es que... No sé...
-¿No sabes?
-No sé si decírselo...
-Te entiendo, somos iguales. A mí también me da mucha vergüenza decir esas cosas.
-¿Y a ti cómo te va?-Preguntó Pablo dándole un codazo.
-Pues... Hay muchas novedades.-Le dijo Aria con una sonrisa de oreja a oreja.-¿Te acuerdas de que te dije que me gustaba un tío bastante mayor que yo?
-¿El profesor?
-Sí. Pues el otro día le tocó sustituir en mi clase y hablamos.-Dijo dando saltitos de alegría.-Nos dijimos cuatro palabras pero me enamoró aún más... ¡Es que es tan precioso!
-¿Ese era el que tenía fama de borde?
-Sí, pero a mí no me parece que sea borde, no sé... Tiene algo que...Mientras tanto, en el garaje donde Lucas y su banda se reunían para tocar, las cosas iban de mal en peor.
-¡Paramos!-Gritó Manu a la vez que paraba los platillos de la batería.-¡Paramos, chicos!-Volvió a gritar para que le escucharan.
-¿Qué pasa?-Preguntó Javi.
-¿Que qué? ¿Es que estáis sordos? Lucas lleva entrando a destiempo media canción.-Bufó Manu.
-Pues yo lo estaba escuchando bien.-Replicó Carlos.
-Y yo.-Le apoyó Javi.
-Venga, vamos, no me jodáis. Que os de pena por lo de la puta esa no significa que os haya dejados sordos también.
-¡Vete a la mierda, hijo de puta!-Le dijo Lucas.Se quitó la guitarra y fue directo hacia Manu, le empujón y Manu se defendió a base de hostias.
Javi y Carlos intentaron separarlos, y cuando por fin lo consiguieron al cabo de un rato, se dieron cuenta de que ambos sangraban; Manu por la nariz, y Lucas por el labio.-Me voy a mi casa, paso de juntarme con gilipollas como vosotros.-Les vaciló Manu tirando las baquetas al suelo.-Que os den. ¡A ver cómo os la apañáis sin mí!-Gritó saliendo por la puerta.-Ah, y Lucas.-Se volvió a mirarle.-Saluda a tu putita de mi parte, asaltacunas.
Al escuchar eso, Lucas hizo en intento de ir a por él, pero por suerte sus amigos fueron más rápidos y consiguieron pararlo.
-Ey, relájate.-Le intentó calmar Javi.-Es un idiota, no se merece ni que le miremos.
-Necesito salir.-Dijo Lucas con la respiración entrecortada.
-No, antes te tranquilizas.
-¡Que me dejéis salir!Lucas se deshizo de Javi y Carlos y salió del garaje. Necesitaba despejarse, coger aire y pensar con claridad.
Empezó a andar y andar, acercándose sin saberlo al banco donde estaban Aria y Pablo.-Y luego está lo de Jose...
-¿Sigue detrás tuya?
-Sigue. El otro día me pidió que volviera con él.
-¿Qué le dijiste?
-Le mandé a la mierda, más o menos.-Dijo Aria riéndose.-Y luego pasó lo que te he contado.
-Menudo gilipollas... Y que fuerte lo del Lucas ese...
-¿A que sí? ¿Te imaginas que acabamos juntos?
-Tampoco te motives...
-¡Oye!-Le dio un manotazo en el hombro.
-¡Que es broma!-La abrazó.Justo en ese momento, la cabeza de Lucas se giró casi instintivamente al sonido de su voz y descubrió a Aria fundida en un abrazo con otro chico que no sabía quién era, pero debía de ser muy importante para ella por cómo se abrazaban. El enfado de Lucas se acentuó al ver que Aria le soltaba un pico antes de marcharse.
Ellos siempre lo hacían cada vez que se veían, era como una especie de saludo, Pablo era gay, pero eso Lucas no lo sabía.
-Tengo que irme, tengo comida familiar.-Dijo Aria.
-Diviértete.-Bromeó.
-Lo intentaré.-Se dieron el pico y Aria se levantó del banco y empezó a andar calle abajo.Lucas lo había visto todo. Su corazón estaba hecho trizas. Era incapaz de pensar, así que cruzó la calle y fue directo al banco donde estaba Pablo. Se sentó al lado de él y para su sorpresa, en vez de golpearlo, empezó a llorar.
-Cuídala.-Le dijo una vez se recompuso.
Se fue inmediatamente, dejando a Pablo a solas con su desconcierto.
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Prohibido
RomanceAria era una chica normal de 17 años. Lucas se había pasado desde los veinte encerrado en un caparazón. ¿Podrán luchar contra viento y marea por su amor? ¿Será verdad eso que dicen de que en el amor no hay edad? ¿Se enfrentarán a todo, incluso a l...