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-¿En serio?-Preguntaba Aria al móvil.
-Que sí, Aria, nada más irte tú llego uno con la boca llena de sangre y se puso a llorarme, y luego me dice eso y se va.-Le contestó Pablo.
-¡Cuánto loco suelto!-Dijo riéndose.-Te tengo que dejar, acaban de venir mis tíos.
-Está bien, luego hablamos, guapa.
-Adiós.-Colgó.

Aria saludó a sus tíos y se sentó en la mesa a comer. Intentaba no aburrirse, aunque era imposible ya que sólo hablaban de cosas de mayores.

Al contrario de Aria, Lucas comió sólo, ahogando aquel espantoso recuerdo en cervezas. Javi y Carlos le llamaron varias veces al móvil, pero no contestó. Intentaba encontrarle un sentido a lo que acababa de ver, pero por más vueltas que le diera, siempre llegaba a la misma conclusión: Aria ya tenía novio, y de su edad.

Abrumado por el alcohol y el desengaño que se acababa de llevar, Lucas sacó un papel y un lápiz y empezó a componer.

Aria, en cambio sólo quería que los minutos se pasaran lo más rápido posible para salir de aquella comida y que con un poco de suerte, el lunes llegase lo antes posible y así ver a aquel chico con barba y mirada gris que le hacía sentir remolinos en su interior.

Y así fue. El lunes llegó, y con él llegaron también los intentos desesperados de Aria por encontrarse su mirada reflejada en la pupilas de Lucas. Todos ellos fueron en vano. Sí que se vieron, pero Lucas no la miraba, y si se encontraban frente por frente, él simplemente sacaba el móvil y hacía como que lo miraba.

Aria se sentía desvalida, no sabía porqué se comportaba así después de lo que le dijo en la cafetería. A lo mejor es que todo aquello fue producto de su imaginación y en realidad Lucas no le dijo nada... No lo sabía, pero sentía una profunda decepción.

-Venga, Aria, no te rayes, que este fin de semana es carnaval.-Intentaba sacarle una sonrisa Gabi.
-¡Joder! Es que no lo entiendo... No sé qué coño le pasa en la cabeza, de verdad...

Estaban en el recreo, y Gabi y Aria habían decidido ir afuera a charlar ya que Aria estaba muy tensa.

-A lo mejor no fue él quien te dijo eso en la cafetería.-Intentaba encontrar lógica Gabi.
-Sé perfectamente lo que vi y lo que escuché. Era él.
-Aria, estás muy alterada. Intenta relajarte, ¿vale? ¿Quieres agua?
-Lo que quiero es que me mire de una puta vez. Joder, Gabi... Mírame, ¿soy fea? ¿Soy gilipollas?
-No, cariño, de eso nada.
-Pues yo creo que sí, porque sino ya se hubiera fijado en mí, ¿no crees?
-Aria, creo que se te está yendo de las manos todo esto...
-No se me está yendo nada de las manos, porque nunca lo he tenido entre ellas.

Dentro del instituto, Lucas intentaba explicarse cómo había podido enamorarse de una niña de diecisiete años, y más aún pensar que ella podría sentir algo por él.

ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora