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-Hola.-Dijo la morena de ojos verdes al ver a Lucas.
-Hola.-Respondió este.-¿Qué tal?
-Bien, ¿y tú?
-Bueno. ¿Nos sentamos?-Dijo señalando la mesa del bar donde se encontraban.
-Claro.
-Mónica, quería verte porque... Necesito tu perdón. Necesito aclarar las cosas.
-Lucas, han pasado más de diez años desde aquello, mi vida ahora es muy distinta...
-Lo sé.-La cortó.-Ruth me lo dijo. De hecho fue ella la que me animó a hacer esto.-Suspiró.-Antes que nada quiero que sepas que no te he traído aquí para intentar algo contigo, porque no es así, te logré olvidar, pero no el daño que te hice.
-¿Entonces?
-Quiero que me perdones por todo. Por fallarte cuando más me necesitabas, por no apoyarte, por ser un egocéntrico, por no entenderte... Por todo.
-Sabes de sobra que estás perdonado. No eras tú, era... Tu tormento, pero ya ves, ahora estás genial. Además, yo tampoco supe estar a la altura, no supe ayudarte.
-¿Te hice daño?
-No fuiste tú, fue tu...-Mónica no se atrevía a seguir.
-Enfermedad.-Habló Lucas por ella.-No pasa nada por decirlo.
-No era una enfermedad.-Rebatió ella.
-Quizás no desde el punto de vista médico, pero lo que está claro es que yo no estaba bien.
-La cosa es que éramos jóvenes y ninguno de los dos supimos llevarlo, yo me agobié y... Bueno, tuve que dejarte.
-Y no te culpo por ello, pero es que ahora tengo miedo.
-¿Miedo por qué? Tengo entendido que ya estás recuperado.
-Sí pero...

Lucas puso a Mónica al día acerca de todo lo que había pasado con Aria desde que la conoció, de todo lo que le había ocurrido hasta el momento y Mónica le prestó su apoyo.

-Es un tema muy complejo...-Dijo Mónica cuando Lucas le contó todo.
-Dímelo a mí...
-Lucas, yo que tú esperaría, y si resulta que ella siente lo mismo por ti, te comprenderá y te apoyará como yo no supe hacerlo.
-Muchas gracias, Mónica, necesitaba esta conversación.

Lucas entró al instituto cuando escuchó el timbre que indicaba el final del recreo.

-Aria, ¿te acuerdas de Diego?
-¿Diego?
-Sí, hemos quedado un par de veces con él.
-No me acuerdo.
-Es así... Moreno, muy alto, con barbita...
-Ah, sí, ¿qué le pasa?
-Que le molas.
-¿Qué?
-Que sí, tía, me ha pedido tu WhatsApp, ¿se lo doy?
-Me da igual, ahora mismo no me interesa nadie a parte de... Ya sabes.-No se atrevió a decir su nombre por si alguien en el pasillo las escuchaba.
-Tía, nunca te había visto así... Estás como ausente... Tienes que salir, conocer gente, sacártelo un poco de la cabeza...
-Tienes razón, si antes de carnaval suponía que no me conocía, ahora creo que quiere que desaparezca de la faz de la tierra...
-Ey, no pienses así. Verás como Diego va a hacer que vuelvas a ser tú.
-Eso espero...

Las dos amigas entraron en clase, y Lucas, por más que se aligeró para verla antes de entrar, no llegó a tiempo.

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