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-¿Cuánto tiempo hace de eso?-Preguntó Pablo a Aria.
-Dos semanas.-Contestó Aria.
-¿Y no te ha llamado, ni te ha whatsappeado ni nada?
-Nada de nada. Además como ya se ha acabado el curso, pues no le he vuelto a ver.
-¡Qué tío mas raro! ¿Pues sabes lo que te digo? Que él se lo pierde.-Le agarró la cara a Aria.-Y tú, olvídate de él que ya no le vas a tener que ver más, ábrete a conocer otros chicos, diviértete, sueña, vive, crea proyectos... Vuelve a ser tú.
-Pero es que yo no me quiero olvidar de él.-Dijo llorando.-Además, sí que le voy a tener que ver el día de la entrega de notas, y si me queda alguna lo veré en los exámenes de septiembre y...
-Ey, para enana.-Dijo Pablo acariciándole el pelo.-Mira, si tú quieres te acompaño a recoger las notas.
-No creo que te dejen entrar.

Mientras tanto, Lucas se había pasado aquellas dos semanas, las semanas más infernales de su vida, con ganas de llamar a Aria, pero cada vez que lo intentaba se acordaba de Mónica y de la promesa que se hizo a sí mismo.

Aria no sabía porqué Lucas tras besarla en la fiesta se esfumó de la noche a la mañana, suponía que ella para él tan sólo había sido una distracción, un juego, una de tantas... Mientras que Lucas se torturaba por haberla besado y cargarla así de ilusión.

-Ruth, ¿quieres dejar de apuntar cosas en la libreta y ayudarme?-Dijo Lucas desesperado.-¡Que mañana voy a volver a verla!
-Eso es lo que quieres, ¿no?
-Sí, claro que quiero verla, pero no sé si ella me quiere ver a mí... Me he portado como un hijo de puta por querer ayudarla, por querer mantenerla alejada de mí.
-Pero es que tu ya no eres el que fuiste, has superado todo aquello. Ve, habla con ella, y que decida.

Y así fue. Llegó el día de la entrega de notas, y a pesar de que Lucas la buscó, Aria fue más lista a la hora de escabullirse entre los alumnos.

-¿Te ha quedado alguna?-Le preguntó Gabi.
-Ninguna.-Contestó Aria seria.
-Pues cambia esa cara y alégrate de que vas a tener todo el verano libre y el año que viene vas a poder mudarte de ciudad para ir a la universidad.-Dijo su amiga intentado animarla.
-Si llevas razón, pero ya nunca le volveré a ver.
-Sabes tan bien como yo que no te merece.
-Lo peor es que es verdad.

En otra planta del instituto Lucas ensayaba a solas lo que le iba a decir a Aria cuando la tuviera cara a cara. Lo tenía claro. No la quería volver a perder. Bajó las escaleras y fue a buscarla a su aula, pero ya habían salido, así que se dirigió a la puerta del instituto y ahí la vio. Estaba hablando con aquel chico con el que la vio en el banco, al que besó para despedirse. Se estaba montando es su coche. Probablemente, Aria se había cansado de esperarle y había vuelto con aquel chico. La vio subirse al coche y desaparecer por la carretera. La había perdido. Definitivamente. La había perdido.

-¿Te lo has encontrado?-Le preguntó Pablo a Aria.
-No. A partir de ahora empieza una vida nueva. Sin él.

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