capítulo 11: Sobrevivientes.

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Joe no entendía por que Isabelle querría quedarse en aquel lugar, olía a pudrición y había órganos en descomposición esparcidos por todos lados.
_ Isabelle ¿que hacemos aquí? - pregunto empuñando su arma y observando las víceras a su alrededor.
_ Escuche murmullos, y ¿si hay sobrevivientes? - acotó, dirigiéndose hacia un armario de donde provenía un pequeño ruido que daba a entender que se trataba de unos golpes.
Tomó su pistola y apuntó hacia el lugar antes de abrir.
La imagen que vio la dejo sin palabras, totalmente conmovida: un zombie, muerto, un hombre con una pequeña de rubios cabellos, ojos azules y rojos (por tanto llorar) y pequeños labios rojos. El hombre, que parecía ser su padre, tenia a la niña en brazos tratando de que no llorará tan fuerte, el zombie a su lado era su difunta madre.
_ Ayúdenos por favor - suplico el hombre entregándole a Isabelle su pequeña hija.
Joe oyó un gruñido, se volteó y vio un infectado mucho más grande de lo usual.
Joe quiso disparar, pero, al apretar el gatillo, la bala no salio del caño. Había olvidado recargar las municiones antes de salir del móvil.
Isabelle, quien cargaba a la niña en brazos mientras está escondía su rostro en su cuello, sacó su arma y apuntó, pero al hacerlo ya no había nada.
_ ¡Isabelle! - grito Joe para que la pelirroja se volteara, pero al hacerlo el zombie se le abalanzó de forma rápida, provocando que cayera, colocó su codo detrás de la cabeza de la pequeña para evitar golpearla.
El infectado se tiró sobre ellas, intentando infectar a las chicas. Isabelle intento patear en su abdomen, pero al tener a la niña en brazos no lo logró.
_ ¡Joe, el arma! - le grito al ver el arma a sus pies, pero el zombie lo pateó fuera de la habitación, era demaciado inteligente.
Estaba abriendo su boca, preparado para morder, la joven cerró los ojos y cubrió más a la niña, hasta que escucho el sonido de algo rompiéndose, abrió, lentamente, los ojos y vio un brazo en la boca de la criatura y al levantar la vista era el padre de la niña. 
_ ¡Corran! - exclamó con dolor en su voz.
Isabelle dio un giro sobre si y salió de las manos del muerto, bajo lo más rápido posible las escaleras, intentando no caer, llegando a la puerta principal.
Una vez fuera, otro infectado se aproximó e Isabelle había olvidado su arma.
Estos zombies eran otro nivel de inteligencia. La chica elevó su pierna hacia la boca del monstruo, donde la mordió, sin penetrar en el cuero del que estaba hecho el zapato, antes de dejarlo seguir profundizando la mordida, enterró su pie en la boca del zombie, partiendo su cráneo.
Después respiro profundo un par de veces, hasta normalizar su respiración, escucho el pequeño sollozo de la niña, sin saber muy bien que hacer, acarició su espalda, las manitos de ella formaban pequeños puños en la ropa de Isabelle, buscando asegurarse a algo.
_ Tranquila hermosa, todo esta bien - trato de tranquilizarla, ella pareció relajarse ante las palabras de la joven. Sentía impaciencia al ver que Joe no salía de allí, quería ir allí y ayudarlo. - ¡Mierda Joe! Aparece - maldijo a su compañero. Si quedaban en aquel lugar mucho tiempo los zombies las matarían.
Luego de un tiempo, Isabelle, decidió salir de allí; cuando escucho la puerta abrirse: era Joe.
_ Este lugar está infestado de zombies, hay que salir de aquí - acotó, dirigiéndose hacia la chica, para empezar a correr.
Isabelle miraba alrededor, viendo la cantidad de lugares vacíos, donde los infectados se esconden, vacíos.
_ Joe, ¿trajiste el arma? - preguntó con cierto grado inquietante, al ver que todos sus caminos estaban bloqueados por zombies.
No había salida.
_ ¿Qué arma? - pregunto, en forma de respuesta. Sin un arma, ellos se habían entregado vivos a los muertos.

La Guerrera Corazón De PiedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora