Fast

Capítulo 3

-¿Estás bien?- me preguntó.

Tenía la mente colapsada, no me salían las palabras. Tomé una repentina bocanada de aire y sentí cómo no era suficiente para llenarme los pulmones. Comencé a respirar muy rápido intentando que, de alguna forma, el aire entrara, pero sentía como si alguien se hubiera sentado encima de mí y me estuviera asfixiando. Mis rodillas fallaron en su trabajo de sostener mi cuerpo, pero un cuerpo impidió que cayera. Louis de nuevo. Pasó uno de mis brazos por encima de su hombro y tiró de mí, intentando que andase hacia delante. Estaba teniendo un ataque de pánico.

Todo me daba vueltas. Mientras era arrastrada por Louis veía cómo a mi alrededor la gente estaba igual que yo, asustada, con el miedo en el cuerpo, muchos sentados en medio de la calle con las mano en la cabeza, asimilando lo que acababa de suceder. Hacía poco había pasado algo parecido en un club de Londres, unos imbéciles con bengalas la liaron dentro y se armó. Siete personas murieron aplastadas por el resto de gente que quería salir como fuera del local.

-Perdone, ¿le pueden echar un vistazo?- Louis hablaba con alguien, pero yo estaba agachada, así que no podía ver quién era.

-¿Qué le pasa?

-Acaba de salir de ahí dentro. Le cuesta respirar- levanté la cabeza para ver qué estaba pasando. Louis me había llevado hasta una de las ambulancias y tenía a un hombre delante, no muy amable, valorando mi estado.

-Siéntala ahí a un lado y espera a que se recupere. Tenemos casos graves con quemaduras que atender- acabó diciendo. Yo me iba a sentar en uno de los bancos cercanos, siguiendo sus instrucciones, cuando Louis volvió a hablar.

-Creo que no me ha entendido bien- le puso una mano en el pecho evitando que el hombre se marchara-. Esta chica casi acaba asfixiada ahí dentro y ¿me está diciendo que la deje ahí sentada? ¿Qué clase de médico eres?- le gritó acercándose a él-. ¿No se supone que estás aquí para ayudar a personas? ¡Haz el puto favor de atenderla y ver qué cojones le pasa!- el hombre pareció reaccionar ante ese comportamiento agresivo porque me miró un poco asustado y me hizo meterme dentro de la ambulancia. No dudé en alejarme de Louis cuando éste me soltó y me dejó en manos de aquel hombre. ¿Cómo era capaz de hablarle así a una persona? Y más a un médico. Dad la situación era normal que no me quisiera atender a mí, me sentí incluso mal.

-Es mejor que atienda a otra persona- le aconsejé al médico y sus ojos se juntaron con los míos, sin saber qué hacer.

-No. La atiendes a ella- impuso Louis con tono autoritario desde atrás. ¿Qué más le daba? Empecé a oler raro y vi que se había sacado un cigarrillo y estaba fumando como si nada.

La presión en el pecho se me hizo imposible de soportar y el médico lo notó. Me acompañó a la camilla y me hizo sentarme. Me inspeccionaba con la mirada seria de Louis intimidándole desde la puerta. ¿Por qué seguía aquí? Es más, ¿por qué me había sacado de la discoteca? ¿No se suponía que él estaba fuera? ¿Por qué entró? ¿Y cómo me encontró si no se veía nada? ¿Qué quería de mí? Esa pregunta fue la que más me asustó de todas. Quería que se fuera. Me daba igual que estuviera a punto de desmayarme. Ya me recogería alguien por la calle, pero prefería estar sola a estar con él.

Después de auscultarme, mirarme la garganta y de mirarme las pupilas con una luz que casi me deja ciega, el hombre mostró su diagnóstico.

-Bueno, lo que te ha pasado es que has tenido los síntomas de un ataque de asma- explicó.

-Pero yo no tengo asma- le dije sin entender. Había sido un ataque de pánico en toda regla, ya me había pasado antes.

-Lo sé, han sido sólo los síntomas debido a la falta de aire que has sufrido. Ahora es posible que notes algunos silbidos a la hora de respirar y puede que todavía tosas un poco- este tío no tenía ni idea de lo que decía pero no iba a ponerme a discutir.