Capítulo 18

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-¿De verdad que no quieres que te lleve?- Harry me repitió por milésima vez.

-No, en serio- le sonreí. Él asintió y yo abrí la puerta para meterme en el coche.

-Mándame un mensaje igualmente cuando llegues - murmuró tocándose la nuca. El incidente había hecho que se mostrara protector conmigo, de una forma que nunca antes hubiera imaginado.

-Vale mamá - mostré una pequeña sonrisa y él se rió.

Cerré la puerta y él se alejó del coche. Arranqué y vi cómo se despedía de mí con la mano. Le miré con una sonrisa cómplice y me fui.

Desde que me encontró en medio de todo el barullo no se había separado de mí hasta que me hube tranquilizado. Según me había contado, había salido a tirar la basura y había oído gritos y un gran jaleo, por eso se acercó. Después de abrazarle y llorar en su hombro nos alejamos de todo el escándalo que se había formado alrededor del pequeño bar. No quería que el hombre que estaba sentado en el suelo recobrara la conciencia y yo estuviera delante.

Harry me preguntó qué había pasado, parecía muy preocupado por mí. Pensaba que no era alguien de gran importancia para él pero me estaba demostrando lo contrario. Me alegré bastante de que estuviera ahí conmigo. Solo un par de palabras por su parte bastaron para calmarme. No le conté nada de Louis, está claro.

Louis.

Tenía que encontrarle. Tenía que verle. Necesitaba hablar con él. Tenía que agradecerle al menos lo que había hecho por mí.

Contando con esta, ya iban dos veces que me ayudaba y evitaba que me pasara algo malo. La última vez me ayudó porque Ashley se lo pidió pero, ¿ésta vez? ¿Por qué me había ayudado? Se había ido andando hacia el otro lado. ¿Habría oído mis gritos? Tal vez mañana estuviera en el taller, como el día que fui a recoger el coche. Iría después de clase, a ver si tenía suerte y le encontraba.

Al abrir la puerta de casa Ashley vino a mi encuentro y en seguida me preguntó qué había pasado. Había notado las bolsas en mis ojos de haber estado llorando.

-¿Qué te ha hecho ese Harry? ¿Tengo que pegarle?- empezó a hacer suposiciones sin dejarme contar la historia, como siempre hacía.

-No, no... Harry se ha portado muy bien conmigo - más que bien. Me ha tratado genial-. Ha sido al volver...

-¡Te has encontrado con Zayn!- exclamó tapándose la boca con las manos de la impresión.

-No - intenté explicarla pero me volvió a cortar.

-Louis... - la miré expectante para ver qué burrada soltaba esta vez-. No te habrá pegado ¿verdad?-preguntó con miedo.

-¡Claro que no, Ashley! Tienes que dejar de ver tantas películas. Esas no son cosas que pasen normalmente.

-Siento recordártelo pero las cosas que nos han pasado últimamente no son muy normales- murmuró.

La acompañé hasta el salón y nos sentamos en los sofás. La televisión estaba encendida. Ashley cogió el mando y bajó el volumen.

-Vale, ahora cuéntame qué te ha pasado para que traigas esa cara- respiré hondo para empezar a hablar.

-Al volver pasé por un bar y salió un tío que me empezó a decir cosas... Raras - esperaba que me entendiera porque no quería ponerme a explicarlo-. Me... Empujó contra la pared- notaba como las lágrimas volvían a las cuencas de mis ojos recordado lo sucedido-... Empezó a manosearme y... Yo no me podía separar - en ese momento ya estaba sollozando. Ashley me abrazó fuerte-... No sé qué hubiera pasado si no hubiera llegado Louis.

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