Él no se lo esperó y noté cómo se quedaba inmóvil mientras mis labios seguían posados sobre los suyos. No quería separarme. Sus labios estaban fríos pero eran suaves. Quería probarle. Abrí mi boca lentamente, ejerciendo un poco de fuerza sobre la suya para que él me siguiera y no me rechazara. Al principio le costó y pensé que en cualquier momento se iba a echar para atrás, pero acabó cediendo y me siguió con el beso. Sentí un dulce y delicioso sabor a fresa. Mis labios se movían en sincronización con los suyos. Mis sentidos se habían revolucionado y las pulsaciones me habían aumentado al triple de lo normal. No tenía ni idea de lo que estaba haciendo pero no quería parar. Mordió mi labio inferior, y yo le dejé paso, dándole permiso para que introdujera su lengua. Estaba caliente y hacía contraste con sus labios fríos. La deslizó por dentro de mi boca y la mía rápidamente hizo contacto con ella. Él subió sus manos hasta mi cabeza, donde me desabrochó el casco igual de rápido que me lo había puesto. Me lo quitó de la cabeza, sin separarse de mis labios en ningún momento y escuché cómo caía con fuerza contra el suelo, después de que él lo tirara. Una vez se deshizo de él, sus manos bajaron a mis caderas y me atrajo más a su cuerpo, creando más contacto y esa fricción que tanto ansiaba. Soltó un leve gemido que me hizo perder los sentidos. Nunca antes había besado a una persona por la que sentía tanto odio y nunca antes lo había disfrutado tanto.
Ese beso se estaba convirtiendo en una droga para mí. Cada vez se hacía más intenso, cada vez estaba más acalorada. No sabía qué hacer con mis manos, así que las coloqué sobre sus brazos. Me sorprendí de lo grandes y fuertes que eran sus bíceps. Las subí por sus hombros y rodeé su cuello con ellas. Acerqué su cara más a la mía y le junté más a mí, si es que eso era posible. El alcohol estaba provocando un efecto en mí desconocido, pero no mentiría si dijera que estaba siendo el mejor beso de mi vida. Ni siquiera Nick me había besado así y mucho menos Zayn... Oh, Dios.
-Louis...- apenas pude separarme de él para hablar porque no me soltaba. Me seguía besando, haciendo caso omiso a mis palabras-. ¡Louis!- puse mis manos sobre su pecho, empujándolo.
Sus labios dejaron los míos y me miró fijamente. Sus irises estaban más oscuros de lo normal y tenía las pupilas dilatadas. Sus labios estaban rojos e hinchados por el apasionado beso que acabábamos de compartir. La racionalidad superó mi estado de embriaguez y me di cuenta de que la locura que acababa de cometer.
-Esto es un error- susurré. Estaba avergonzada y noté cómo el rubor subía a mis mejillas-. No deberíamos haberlo hecho.
-Has sido tú la que me ha besado a mí.
Su voz estaba rota pero sonó igual de dura y fría que siempre, como si lo que acabara de pasar no le hubiera afectado. Eso me dolió. Nunca había besado a un chico solo porque sí. Nunca me había liado con alguien solo por diversión. Siempre necesitaba sentir algo por esa persona por eso solo había besado a tres chicos en toda mi vida. Mi novio de primaria, mi primer novio oficial y el último, Nick. Besar a Zayn fue un gran paso para mí porque no sabía qué tipo de relación teníamos en aquel momento pero, por lo menos, sentía cierto interés por él. Había algo de chispa entre nosotros. Ahora Louis se sumaba a esa lista, aunque se había convertido en la oveja negra, el gran error. Louis no me interesaba de esa manera y si hubiera estado sobria no le hubiera besado nunca.
-Tú también podías haberte apartado.
Y no lo hiciste. En vez de eso me quistaste el casco, bajaste tus manos a mis caderas y gemiste mientras me besabas.
-No sé cómo. Me tenías agarrado del cuello- cada palabra me dolía más que la anterior. ¿Por qué me sentía tan vulnerable ante lo que decía siempre?
-No pienso seguir discutiendo contigo.
Me bajé de la moto y al andar me tropecé con el casco que estaba tirado en el suelo. Escuché como Louis se contuvo una carcajada y eso me provocó más mal humor.
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Fast
Fanfiction"-Entonces ¿por qué estás aquí conmigo y no con él? -él quiso darle un giro a la situación y ponerla de su parte para hacerme de rabiar, pero ambos sabíamos que las cosas no eran así. -¡Sabes que no tenía otra opción para volver a casa! -exclamé, fr...