SUSURROS DEL PASADO

Capitulo 8

Pov's James

Fue una noche bastante larga, no dormí ni un poco, no podía dejar de pensar en esos hermosos ojos azules, últimamente tengo sueños demasiado extraños, son como ráfagas de imágenes primero estoy fijamente mirando la luna, pero eso no es todo, siento como es tan hermosa y tan resplandeciente, aún más que la de la vida real es como si su presencia me llenará por completo, luego son esas esmeraldas azules, unos ojos tan únicos, tan imponentes y tan fuertes, que son lo único que puedo observar de aquella chica, por último es una pelea entre personas muy extrañas, no podía decirse que fuesen humanos, en realidad creó que estoy viendo mucha televisión.

Me levante de la cama y me dirigí directo al baño, hoy es el primer día de clases, estoy muy nervioso no sé qué pueda pasar. Sé que no debo preocuparme, sólo quiero que todo empiece bien.

Tome una ducha rápida ya que Seta tocaba la puerta como loco, sería un gran día así que me vestiría para la ocasión, coloque un nos pantalones negros y una chaqueta de cuero, si, lo sé pero amo el negro siempre ha sido parte de mí.

— ¿Estás listo? —preguntó Seta acomodándose la camisa

— Si— respondí.

Tomamos nuestras cosas y salimos del campus, no teníamos las mismas clases, pero nos veríamos en unas horas.

POV'S Summer

Fue una noche maravillosa, por primera vez en años dormí pensando en que al día siguiente al fin vería a James y eso me reconfortaba demás.

Dayann se había inscrito junto a mí, éramos inseparables y por años fue una compañía muy buena, mi actitud había cambiado desde que ella llegó, y aún más el saber que volveremos a estar juntos... Él y yo...

Teníamos clases, así que me levante rápidamente de mi cama, como era costumbre, Dayann ya estaba lista, le he dicho miles de veces que actúe como alguien normal no como una sirvienta de un castillo pero es demasiado testaruda aún más que su madre.

Tome unos pantalones negros y una blusa roja, tendría que volver a enamorar a James, no sabía cómo en primer lugar nunca lo intente, pero aun así tengo que hacer que el me pida que sea su novia, eso me dará ventaja para lograr que recupere la memoria.

Nuestra primera clase fue muy aburrida, la teníamos juntas, fue algo difícil inventar una historia del donde proveníamos y porque nos conocíamos, terminamos diciendo que nos conocíamos desde pequeñas, que crecimos juntas en Canadá.

Salí del campus, tenía hambre y sabía que James podría estar en la cafetería como todos los demás.

Caminaba por el largo y extrañamente angosto pasillo que conectaba los salones con la cafetería, había muchos chicos hablando y riendo al mí alrededor, miles de sentimientos encargaron mis sentidos, aquellos sentimientos de los que rodeaban.

Pronto me vi en frente de la puerta, los nervios me consumían cada vez más, la abrí mis ojos se posaron en los centenares de personas que se encontraban ahí, mis esperanzas se notaban más grises con cada paso, era imposible encontrarlo en este lugar, pronto el lugar se fue despejando, pero aun así no podía ver a la persona que en realidad me interesaba.

Decidí salir de aquel fatídico lugar, después de todo estábamos en el mismo internado, en algún momento nos tendremos que encontrar.

Al llegar a mi habitación, me encontré con una dormilona Dayann. Estuve a nada de despertarla pero no lo hice ya que mis ánimos estaban por el suelo.

Dos semanas después...

— Vamos Summer no seas aburrida. — dijo Dayann

— no quiero ir, sabes que estoy de malas estos días

— es una fiesta tal vez lo veas hay— dijo ella tratando de darme ánimos

— Eso dijiste hace dos fiestas— reproche

—Esta es diferente-—dijo quitándome el libro de la mano

— no lo creó— dije ya cansada— la verdad no me gustan las fiestas

—Conocí a un chico muy apuesto, su amigo está soltero y también es muy atractivo—dijo con doble sentido.

— Sabes a quien quiero

—No te estoy pidiendo que de cases con él, solo... distraerse no es malo.

Después de varios minutos de discutir, al final accedí, esa mujer es demasiado convincente.

Tome uno de los vestidos que me había prestado Dayann, en realidad no quería ir, aunque si distraerme un poco, en las últimas dos semanas, no había visto ni rastros de James, no era lindo ese sentimiento en mi pecho.

Mire mi imagen en el espejo esperado verme adecuadamente, acomode mi cabello hasta quedar satisfecha con el resultado

— ¿Estas lista? — pregunte a Dayann tocando la puerta del baño

A los pocos segundos salió una hermosa mujer rubia con un preciosos vestido color rojo ajustado al cuerpo, desde que llegamos hemos tenido que ocultar sus ojos violeta ya que entre los humanos no es algo normal.

Légamos a la discoteca, la música resonaba por cada rincón del salón, mi mente sólo pensaba en tomar algo, así que me dirigí a la barra.

Dayann estaba con dos chicos bailando en la pista, no me daban ganas de estar con ellos, los dos eran bastante apuestos pero no tenían exactamente una fama muy buena en el instituto, no son de mi interés personas como ellos.

— ¿Quieres bailar preciosa?— dijo uno de ellos acercándose a mí en toco algo molesto en mi opinión

— No gracias— dije indiferente

Al parecer mi respuesta no le agrado tanto, tomó una de mis manos a la fuerza y me condujo al centro de la pista, era muy fuerte aún más que yo, no podía hacer nada para zafarme de su agarre para mí era imposible utilizar magia, no podía hacer que me descubrieran y echar todo a perder. Ese chico no dejaba de acostarme, de repente me sentí frustrada y comencé a golpearlo con fuerza.

De un momento para otro sentí sus manos despegarse se mi cuerpo, otro chico forcejeaba con este, pero como el gran cobarde que era salió de ahí dejándome con aquel chico que había sacado a ese imbécil de mi vista.

Mi mente volaba al ver aquellos ojos verdes que tanto había ansiado ver, esos ojos que enamoran a cualquiera, parecía confundido al ver mi reacción, tenía que actuar normal, no quería espantarlo.

— Ho...hola—dije nerviosa, al parecer el seguía causando ese efecto en mi

— hola... — su mirada no se despegaba de la mía por alguna razón, sentí que por una milésima de segundo que él había me conoció

— Gracias...por lo que hiciste— dije— mi nombre es... Summer, Summer Black

El no pronunciaba ni una sola palabra lo cual me asustaba en gran magnitud

— James Miles— dijo al fin después de unos segundos de silencio.