CAPITULO 2

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Estaba en la habitación de Juliann, el me leía un libro el cual amábamos su nombre es El relato negro, es muy bueno, trata de una chica que es algo especial ella no lo sabe pero es la típica historia de ficción en la que ella es la llave de una puerta secreta.

—¡Summer! Juliann — escuchamos que nuestros padres llamarnos desde el primer piso de la casa

Nos miramos sin saber que ocurría pero aun así bajamos las escaleras ayer estuvieron muy extraños y la verdad esto no me da buena espina.

— ¿Qué pasa?— comenzó Juliann

—tenemos algo que decirles — mamá sonaba muy triste y mi padre solo estaba sentado en una de las sillas, mirándonos —hemos decidido que lo mejor será irnos de aquí, nuestra situación económica está en decadencia, me han despedido y a tu padre no le va tan bien como lo esperábamos, tendremos que mudarnos...

Sus palabras hacían eco en mi cabeza...Mudarnos.... No podía creer esto, era una pesadilla, Míchigan era mi hogar, no podía irme, toda mi vida está aquí, sé que no es mucho pero es lo que tengo.

Pasaron unas dos horas después de que me dormí, mi madre me había dejado analizar todo esto, sé muy bien que no puedo hacer nada para evitar la mudanza pero era muy doloroso, en ese momento me acorde de Victoria así que la llame.

Vicky...dije con melancolía cuando respondió.

— ¿qué pasa? ¿Te sientes bien? Su preocupación era evidente te notó algo triste

yo....yono me salían las palabras por más que quisiera hacerlo.

-anda Summer ya me estas asustando enserio...

yo... Me...mudaré dije al fin teniendo el valor de hacerlo

...no escuche nada

— ¿Victoria?... ¿Sigues hay?

— ¡Cómo es posible! No.... No puedes mudartedijo al fin entre sollozos

Lo sé, odio decirlo pero mis padres son los que deciden dije con una melancolía evidente en mi voz.

NO, demonios dijo con ira, jamás la había escuchado se esa manera yo... Yo hablaré con tus padres

es inútil.... Yo ya lo intente

que haremos no podemos permitir esto

yo también te extrañare y mucho

Hablamos aproximadamente una hora y media, ella sólo hablaba de planes muy ingeniosos para evitar la mudanza, me habló de que podría quedar embarazada de algún chico, si es una idea descabellada, obviamente dije que no, sabía que no había nada que hacer, mis padres siempre se salían con la suya.
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Una semana después

Habíamos llegado a la nueva casa, era enorme, dos pisos, o al menos eso aparentaba.

— hija.... Sé que estas molesta pero al menos inténtalo, dale una oportunidad — dijo tratando de que sacara una sonrisa.

— Está bien — dije con un tono de rendición

— bien hijita

Dentro a la casa detrás de mi hermano, al parecer él estaba más emocionado de lo que pensaba, creí que odiaría la idea.

SUSURROS DEL PASADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora