SUSURROS DEL PASADO

Te esperaré

Prólogo

Nunca me detuve a pensar en las cosas que hubiera podido hacer, hoy todo es diferente, su ausencia me hace pensar en todas las cosas que tal vez hubieran ocurrido si yo hubiese actuado diferente, la vida ha cambiado, las cosas han cambiado, lo humanos viven hoy sin el temor que der poseídos por Crols y nosotros tenemos la certeza de que ellos no volverían, un mundo nuevo y la esperanza de una vida mejor... aunque el vacío que hay en mi corazón abarca todo mi ser, su sonrisa, sus ojos, sus manos recorriendo mi ser... todo de él me hacía falta, su existencia misma, el calor de su cuerpo y su presencia a mi lado...

El sufrimiento me persigue cada vez más. Sus ojos siguen tatuados en mi mente y en mi corazón no puedo borrarlos, aunque así lo quiera, el recuerdo es eterno y el amor se volvió doloroso y extraño.

Ahora estoy en Darley, este no era como antes, ahora era un bosque hermoso y lleno de vida, elfos, hadas y ninfas han hecho de este lugar, un hogar lleno de felicidad y paz, todo es mejor para todos, excepto para mí, las secuelas de aquellos días están en mi corazón, el dolor de una perdida, una única perdida, la más dolorosa de todos.

Me encontraba mirando mi reflejo en el espejo, mi vestido abarcaba gran parte del espacio, era enorme pero precioso, solo faltaba una cosa, mi sonrisa, nada es más ausente últimamente.

Hoy es mi coronación como reina de los eternos, es un peso bastante duró, pero he aprendido a llevarlo, después de todo no estoy sola, no de todo.

— ¿hija? —dijo mi madre abriendo la puerta de mi habitación.

—Pasa... — dije yo después de secar unas lágrimas que se escapaban sin permiso.

— ¿cómo te sientes? — pregunto ella posándose en la parte de atrás de mí, las dos mirábamos mi reflejo, ella terminaba de acomodar mis cabellos.

— ¿cómo debería sentirme? — Dije en un suspiro— nerviosa, con miedo.

— Es normal, no es fácil pasar por todo este proceso, pero estarás bien, lo peor ya paso— me giro lentamente— te ves hermosa

Me fe imposible no sonreír

— ¿crees que seré una buena reina?

— hacia mucho que me hacia esa pregunta

— Sí, estoy totalmente segura de ello.

— Lo extraño...— no pude evitar decirlo

— lo se pequeña—dijo ella —pero no podemos hacer más que esperar noticias.

— tienes razón, pero la incertidumbre me carcome lentamente, no puedo evitar sentir esta angustia que no me deja empezó, día y noche, pienso en él, las pesadillas no se van y yo solo quiero que... se detengan de una vez...

—Todos tenemos pesadillas, en una guerra como esa siempre hay un precio que pagar, el de nosotros es vivir escapando de nuestro pasado.

—Esa hora —dijo Emma que francamente no me di cuenta cuando llegó, evito que respondiera a lo que decía mi madre, en el fondo sabía que todo era real, es nuestro precio, nuestra condena.

Asentimos.

Mi madre me tomó del brazo y me sonrió para calmarme, lo cual logró, un poco, aprendí que los nervios no se van con facilidad.

Caminamos hasta el jardín del castillo en donde ahora vivíamos, era un paisaje lleno de plantas y animales, un lugar algo remoto y lejano de todo, es hermoso, enorme y algo exagerado, en este lugar pasaría el resto de mis días, cientos de eternos asistieron a la coronación de su nueva reina. Era como estar caminando al altar, aunque en teoría así era, ser coronada es una responsabilidad enorme es una unión infinita con mi deber, mi madre se alejó, desde aquí debo continuar sola, cuando llegamos al final del camino donde una mujer que aparentaba unos cuarenta y cinco años me esperaba, ella me observó e hizo una reverencia, era un hada, la había conocido hace un par de horas, es la encargada de dirigir la ceremonia, camine por el medio de todos, lograba ver a todos lo que conocía a mi alrededor, note a Luna y a Ethan a mi derecha unos puestos atrás de donde Natally y Josh me observaban, Emma estaba en frente junto con Zack su sonrisa resplandecía por encima de todos, y mi familia, ellos estaban ahí, mirándome, aun sin poder creer mi situación.