Epílogo

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Ahora solo miro mi presente para llegar a un buen futuro, los nervios me consumen poco a poco este día es muy importante no sólo para mí, para todos lo que hemos esperado su regreso, me miró al espejo, lo primero que noto es mi gran sonrisa, aquella sonrisa que no había visto hace años, el saber que James y yo estamos aquí de nuevo... Juntos, donde todo comenzó me hace tan feliz...
Acomodo mi gran vestido blanco, hoy es el mejor día de mi vida y estoy loca por cada detalle.

— Hermosa— escuche la voz de Emma, esta hermosa con su vestido violeta, me alegra tenerla con migo.

— Tengo miedo...-—digo sin más

— Es tu boda, es normal sentir nervios, no recuerdas el día en el que me case, hasta lloraba del miedo.

—No... — Corregí—Tengo miedo por lo que pase después, no sé qué nos depare el destino, este nos ha jugado muy rudo.

— La vida es así, Summer — hizo que la mirara a los ojos — todo estará bien serán felices, se lo han ganado.

— Sé que no es el final de esta historia.

— No lo es, pero de hoy en adelante tu escribes tu historia, nadie más lo hará.

Sin decir más, salí de la habitación, había llegado la hora, el momento que he esperado por mucho tiempo

Caminaba lento y pausado hacia el altar, mirando cada rostro, cada una de las personas que estaban aquí es tan importante, son parte de mí, de mi vida. Miles de recuerdos vienen a mi mente, cada buen y mal momento que viví junto a ellos, sonrió al ver a Dayann junto a su madre, giro mi cabeza y encuentro a Seta con sus padres... Ethan y Luna, me río al recordar las discusiones y problemas, no paro de visualizar lo que fueron esos días en mi vida, gracias a eso, estoy aquí, en el principio del final de mi historia...

Por último... Miro a James quien me espera en el altar, al fin llegó el momento, su sonrisa me enloquece y me hace estremecer, ese efecto que siempre causó en mí, ya no importa nada, nadie, sólo éramos los dos, nadie estaba en medio por primera vez.
Lograba escuchar una parte mínima de lo que decía el reverendo que nos casaba, mi atención estaba única y exclusivamente a esos ojos verdes que tanto añoraba ver.

—Estamos aquí reunidos en la presencia de todos vosotros, testigos, para solemnizar aquí, en Darley, y en el nombre de nuestros recuerdos, el contrato de matrimonio que este hombre y esta mujer desean contraer— Comenzó el—Si es la intención de ustedes unirse como marido y mujer, lo manifestarán tomándose de la mano derecha como símbolo de su lealtad y amor, James Miles, ¿acepta usted a esta mujer para amarla en todo momento, respetarla, honrarla cada día y cada noche, acompañarla en lo que ella decida... por el resto de la eternidad que se les ha conferido?

—Acepto— dijo el sin dudas

—Y usted Sumes Black, ¿acepta usted a este hombre para acompañarlo y cuidarlo, en la felicidad, en la tristeza, consolara y cuidara de su corazón por el resto de su eternidad?

—Acepto— dije también sin titubeos.

Después del intercambio de anillos, todos estaban llorando, todos lo hacíamos, era un momento que todos esperábamos vivir.

—Siendo así entonces, por el poder que me han otorgado, yo los declaro marido y mujer, Que lo que el destino ha unido no lo separe nadie, puede besar a su esposa.

Me tomo entonces de mi cintura, e acerco a él. Nuestro alrededor de torno blanco y el silencio que emanaba cada rincón era algo hermoso, sólo éramos los dos, desde hoy hasta el final.


Cinco años después.

Se me hacía difícil caminar con esta enorme barriga, nuestro hijo nacería dentro de unas semanas y con sinceridad no puedo esperar.

—Cariño— dijo a James indicando que debíamos salir, era un día especial, cumplíamos cinco años de casados aunque para mí ha sido una completa aventura, la noción del tiempo la perdí hace mucho.

— Ya estamos saliendo.

Vi a mi pequeña Julieta mirarme. Con esos hermosos ojos azules idénticos a los míos, pero a ella en mi opinión le quedan mejor, a sus tres años está desarrollando demasiadas características de su padre, el carácter de esta chiquilla es más grande que sí misma.

Salimos al patio, todos estábamos reunidos, familias enteras.

— ¡Summer!- — me saluda Dayann con su esposo Seta al lado de Mat, su hijo, quien diría que Emma va por su primer nieto y yo hasta ahora tengo a mi nena y una gran barriga— Te luce el embarazo

Sonrió ante el comentario, planeaba llenar este castillo con muchos bebés, pero ni siquiera para una bruja es fácil el parto y embarazo de once meses, acarició mi barriga.

Miro mi alrededor, todo es de colores hermosos, tranquilidad emana de cada una de las personas que conozco, la felicidad se ha convertido en nuestro vivir, es lo que esperaba sin embargo los recuerdos están ahí, todo el dolor y el daño que he vivido.
Mi estómago se mueve, siento a mi pequeño removerse.

— Tranquilo hijo mío, jamás dejaré que te lastimen, ni a ti ni a tu hermana, algún día les contaré la historia de cómo su padre y yo nos conocimos, la historia de cómo murió y nuestro fatídico reencuentro, Te explicaré porque aún me quedo pensando... mirando a lo lejos a un punto fijo, recordando todo por lo que he pasado para lograr llegar hasta aquí, el sufrimiento y los recuerdos me persiguen, me gritan, un grito tan agudo que son más como un Susurro.... Susurros del pasado.

SUSURROS DEL PASADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora