Capítulo 7.

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A las nueve de la mañana llegamos a Canadá.

El hotel Sheraton era increíble. Estaba en pleno centro de Toronto y además era enorme. Teníamos una habitación para las tres, pero dentro de esta habitación había dos cuartos, un baño y hasta un pequeño salón.

Empecé a deshacer las maletas mientras mi madre y mi hermana bajaban a pedir el desayuno.

De repente llamaron a la puerta.

- Se habrán olvidado algo. - pensé.

- ¿Kenny? - dije al abrir la puerta, estupefacta.

- Hola, Valeria. - me dijo sonriendo tímidamente.

-¿Qué haces aquí? - pregunté invitándole a entrar.

- Te parecerá raro, pero Justin lleva buscando tu reserva por todos los hoteles de Canadá desde que vio tu tweet anoche.

- Madre mía, este tío está loco. - dije riéndome - Ni si quiera me parece raro ya.

- Está abajo. Quiere hablar contigo.

- Vale, vamos. Ya que se ha molestado, le daré una oportunidad...

- No te machaques, Valeria. Haz lo que creas mejor para ti. Es lo único que importa. - me dijo Kenny antes de abrirme la puerta del Jeep de Justin.


- Hola Justin. - dije una vez dentro

- Hola Val. - me contestó abrazándome - Siento esta especie de acoso. No podía perder esta oportunidad.

- No te preocupes. Aunque podrías haberme llamado. - reí - Habría sido más fácil. Bueno... ¿Qué pasa?

- Quiero llevarte a un sitio... ¿Puedo?

- Claro, voy a avisar a mi madre. - dije antes de mandarle un mensaje.

- ¿Sabe ella todo esto?

- No, Justin. Si le hubiera contado esto, estaría al borde de un infarto. - dije riendo.- ¿A dónde me llevas?

- Es una sorpresa.


Pasamos el día en un parque precioso de Toronto. Estaba todo nevado.

Después me llevó a un bar, su favortio, a tomar un chocolate caliente, y a eso de las cinco me llevó de vuelta al hotel.

- Bueno, no hemos hablado de esto en todo el día... - me dijo rascándose el cuello. Es un tic que tenía cuando se ponía nervioso.

- ¿De qué? - pregunté.

- De nosotros.

- Justin...- dije susurrando dubitativa.

- Valeria, por favor. Sé que estás asustada, cualquiera lo estaría en tu lugar. Y también sé que todo esto te tiene que parecer algo increíble, pero es real, te lo prometo. Solo deja de pensar tanto. - Me dijo acariciándome el centro de la frente. - Se te forma una uve aquí cuando lo haces.

- No eres un chico cualquiera. Eres Justin Bieber. ¿Cómo sé que va a salir bien? ¿Cómo sé que vamos a funcionar?

- Eso no se sabrá hasta que se intente, Valeria. Pero ni conmigo ni con cualquier otro.

- Ya, Justin, pero cambiaría todo... No sé, yo soy tu fan. Es amor platónico. Obviamente, me gustas, pero no creo que lo que siento por ti sea bueno. Podría parecer una interesada.

- Yo sé que no lo eres, Val. Lo supe desde el primer momento que te vi. Eso es lo único que importa.

- ¿A dónde nos va a llevar todo esto?

- Averígualo conmigo. - dijo antes de besarme.

Nunca digas nunca. Historia de una Belieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora