A las nueve de la mañana llegamos a Canadá.
El hotel Sheraton era increíble. Estaba en pleno centro de Toronto y además era enorme. Teníamos una habitación para las tres, pero dentro de esta habitación había dos cuartos, un baño y hasta un pequeño salón.
Empecé a deshacer las maletas mientras mi madre y mi hermana bajaban a pedir el desayuno.
De repente llamaron a la puerta.
- Se habrán olvidado algo. - pensé.
- ¿Kenny? - dije al abrir la puerta, estupefacta.
- Hola, Valeria. - me dijo sonriendo tímidamente.
-¿Qué haces aquí? - pregunté invitándole a entrar.
- Te parecerá raro, pero Justin lleva buscando tu reserva por todos los hoteles de Canadá desde que vio tu tweet anoche.
- Madre mía, este tío está loco. - dije riéndome - Ni si quiera me parece raro ya.
- Está abajo. Quiere hablar contigo.
- Vale, vamos. Ya que se ha molestado, le daré una oportunidad...
- No te machaques, Valeria. Haz lo que creas mejor para ti. Es lo único que importa. - me dijo Kenny antes de abrirme la puerta del Jeep de Justin.
- Hola Justin. - dije una vez dentro
- Hola Val. - me contestó abrazándome - Siento esta especie de acoso. No podía perder esta oportunidad.
- No te preocupes. Aunque podrías haberme llamado. - reí - Habría sido más fácil. Bueno... ¿Qué pasa?
- Quiero llevarte a un sitio... ¿Puedo?
- Claro, voy a avisar a mi madre. - dije antes de mandarle un mensaje.
- ¿Sabe ella todo esto?
- No, Justin. Si le hubiera contado esto, estaría al borde de un infarto. - dije riendo.- ¿A dónde me llevas?
- Es una sorpresa.
Pasamos el día en un parque precioso de Toronto. Estaba todo nevado.
Después me llevó a un bar, su favortio, a tomar un chocolate caliente, y a eso de las cinco me llevó de vuelta al hotel.
- Bueno, no hemos hablado de esto en todo el día... - me dijo rascándose el cuello. Es un tic que tenía cuando se ponía nervioso.
- ¿De qué? - pregunté.
- De nosotros.
- Justin...- dije susurrando dubitativa.
- Valeria, por favor. Sé que estás asustada, cualquiera lo estaría en tu lugar. Y también sé que todo esto te tiene que parecer algo increíble, pero es real, te lo prometo. Solo deja de pensar tanto. - Me dijo acariciándome el centro de la frente. - Se te forma una uve aquí cuando lo haces.
- No eres un chico cualquiera. Eres Justin Bieber. ¿Cómo sé que va a salir bien? ¿Cómo sé que vamos a funcionar?
- Eso no se sabrá hasta que se intente, Valeria. Pero ni conmigo ni con cualquier otro.
- Ya, Justin, pero cambiaría todo... No sé, yo soy tu fan. Es amor platónico. Obviamente, me gustas, pero no creo que lo que siento por ti sea bueno. Podría parecer una interesada.
- Yo sé que no lo eres, Val. Lo supe desde el primer momento que te vi. Eso es lo único que importa.
- ¿A dónde nos va a llevar todo esto?
- Averígualo conmigo. - dijo antes de besarme.
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Nunca digas nunca. Historia de una Belieber.
Fanfiction¿Qué harías si tu sueño se hiciera realidad? Esta es la historia de una Belieber cualquiera como tú y como yo, que consiguió cumplir su sueño: Conocer a su ídolo. Pero si fuera todo más allá, si tu ídolo quisiera más... ¿Cómo reaccionarías entonces?