Capítulo 22.

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Un día recibí un mensaje de Jaden Smith, antigo amigo de Justin.

Éste llevaba sin salir de casa casi un mes, así que me pareció una buena idea que Jaden fuera a por él y salieran un rato.

Y eso hizo.

Justin se alegró muchísimo - dentro de los límites de alegría a los que podía llegar en aquel momento - de ver a su antiguo amigo.

Empezaron a salir juntos varios días y después le presentó a unos amigos que yo no conocía. Salía casí todos los días, iba a fiestas, de vez en cuando quedaba con Caitlin y sus amigos de siempre... Y después de todo esto pasé a no verle en dos días porque salía y volvía al día siguiente, empezó a fumar, a Pattie comenzaron a llegarle reiteradas multas por exceso de velocidad...

Le perdimos por completo.

TMZ comenzó a regozijarse con todo esto. Las noticias, obviamente exageradas, pero al fin y al cabo internet era la única forma de enterarme de qué estaba pasando en su vida, porque cada día que pasaba estábamos más alejados.

Un día, después de una de sus muchas fiestas, vi algo que me dejó estupefacta:

" Justin Bieber, padre de un hijo."

Corrí a enseñarle la noticia a Pattie, ya que pasábamos mucho tiempo juntas en su oficina para no pensar demasiado sobre todo lo que estaba pasando en aquel momento en la vida de Justin. Me eché a llorar. Mi paciencia y mi fuerza se habían esfumado por completo. Ya no podía más. Justin había dejado de ser él, para pasar a convertirse en alguien irreconocible, y nos había arrastrado a todos con él.

Me metí a Twitter. Mis seguidores habían pasado a ser millones en cuestión de meses por ser la novia de Justin Bieber. Puse un tweet para dar señales de vida y tranquilizar a todos, ya que las fans también lo estaban pasando muy mal al ver así a su ídolo.

La verdad es que el fandom me había tratado y aceptado muy bien porque mi historia era "la historia que toda Belieber quería vivir". Justin se había enamorado de una fan. Fan de la que había consumido hasta su última pizca de aguante y de vida.

Después de eso, lo último que hice fue escribir una carta de despedida que dejé sobre su almohada y darle un beso a Pattie.

Me marchaba para siempre.

O quizás no.

Nunca digas nunca. Historia de una Belieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora