Capítulo 14.

113 8 0
                                    

- Hola Pattie - dijo Claitlin al llegar a casa de Justin - Te presento a Valeria.

- ¡Ay cielo! - exclamó abrazándome - No sabes las ganas que tenía de conocerte.

- ¡Igualmente! - dije devolviéndole el abrazo - ¿Está él aquí?

- Sí, al fondo del pasillo está su cuarto.

- ¿Te dejo sola desde aquí, vale? - dijo Caitlin dándome un último abrazo antes de empezar a andar.

- Muchas gracias a las dos.

Fui corriendo hasta su habitación. Estaba todo a oscuras y se escuchaba la respiración lenta de Justin. Estaba dormido.

Llegué a tientas hasta su cama, encendí la pequeña lamparita de su mesilla y me quedé un rato así, mirándole. Era realmente guapo. Y le quería. Le quería mucho.

- Justin - susurré acariciándole la frente - Soy yo, Val.

- ¿Val? Val me odia. Ella no vendría hasta aquí.

- Mierda, está teniendo una pesadilla.- pensé - Justin, cariño... Abre los ojos. - dije - Soy yo, soy real.

Eso terminó por despertarle sobresantándose al verme. Y noté esa expresión en su cara. Esa que pones al despertarte, cuando todo está saliendo de la peor forma posible y dormido evitas ese sufrimiento, pero despiertas y te das cuenta de que todo sigue igual.

-¿Val? - susurró - ¿Qué haces aquí?

- Tenemos que hablar, Justin. ¿Por qué no me llamaste?

- Porque no querías saber nada de mí.

- Me vino todo de golpe. Odié a Selena, a Scooter y a ti por alejarte de mí en el mejor momento. Todos mis miedos se hicieron realidad.

- Pero lo he dejado, nena. - me dijo acariciándome la cara. - No quiero esa mierda si no puedo tenerte a ti.

- Ese es el problema. No puedes dejarlo. No puedes abandonarnos a todos. - dije mientras una lágrima recorría mi rostro. - Hablaremos con tu madre, con Scooter, con la productora, con quien haga falta para que puedas volver.

- ¿Y nosotros? - me preguntó frotándose la cara con las manos más por frustración que por cansancio.

- Lo arreglaremos.

- ¿De verdad? - preguntó él agarrando mi mano.

- De verdad, Justin. Te lo prometo.

Justin me dio un abrazo desesperado y después nos besamos. Después de tanto tiempo - una semana, pero que se había hecho realmente eterna - ahí estábamos, besándonos. Y yo que pensaba que se había acabado todo... No sabéis lo equivocada que estaba.

- Venga - dije después - Ves al baño, lávate, vístete y sal conmigo al salón. Empezaremos hablando con tu madre.

- ¿De verdad tengo que hacerlo? ¿No podemos, simplemente, quedarnos aquí?

- ¡No, Justin! - dije riendo. Parecía que volver a vernos le había devuelto un poco de vida.- Por favor...

- Vale - me dijo tras darme un último beso.

Mientras Justin se duchaba, yo me puse a ventilar su habitación y a hacer su cama, porque no quería que Pattie tuviera que ocuparse también de eso después de todo lo que había pasado ya. Al cabo de diez minutos Justin apareció de nuevo, duchado, con unos vaqueros, una sudadera larga negra y unas Adidas.

Me levanté y fui hacia la puerta del baño, donde él seguía aún y volvimos a abrazarnos.

- Gracias por hacer todo esto por mí. - me dijo al oído sumergidos todavía en ese abrazo. Noté algo mojado mi cuello. Justin estaba llorando.

Yo me separé un poco, le sequé las lágrimas y mirándole a los ojos le respondí.

- Justin, haría cualquier cosa por ti, por nosotros. No lo dudes nunca. - Me acerqué un poco y él me agarró la cara para besarme.

- Te quiero, Val. - susurró.

- Yo también te quiero Justin.

Nunca digas nunca. Historia de una Belieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora