Capítulo 34.

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[VALERIA]

Al fin habían llegado las vacaciones de verano, la graduación y el fin del instituto. Se me había hecho realmente eterno. Ahora solo quedaba empezar la universidad.

Yo quería estudiar periodismo en Canadá y Caitlin quería hacer arte dramático. Ambas carreras estaban en la Universidad de Toronto, así que decidimos irnos a estudiar juntas. A pesar de que estaba a poco más de una hora de nuestras casas, nos queríamos ir a vivir al campus. ¿Qué es un universitario sin independencia?

Echaba muchísimo de menos a Justin... Había pasado ya un mes desde la graduación y no había vuelto a verle, aunque nos llamábamos todas las noches.

Estaba deseando que llegara la llamada de aquella noche. Tenía que contarle mis avances con la elección de la universidad y además, había tomado una decisión muy importante.

La fecha.

Estaba en mi cuarto con Caitlin cuando me llamó. Aquí era casi medio día pero en el país en el que estaba Justin eran las once de la noche. Siempre me llamaba nada más acabar su concierto.

- ¡Hola cariño! - dije al descolgar.

- ¡Hola, mi vida! - me respondió él. Seguro que estaba sonriendo al otro lado del teléfono. - ¿Cómo estás?

- Muy bien. ¡Tengo muchas cosas que contarte!

- Venga, pues desembucha que quiero oírlo. - me dijo él riendo. Siempre le gustaba verme feliz.

- He decidido a qué universidad quiero ir... - dije - Me voy a México. Quiero aprender español.

Justin guardó silencio.

- ¿Me lo dices en serio? - preguntó. Noté la emoción en su voz. - ¿A México? Pero... pero... - Estaba a punto de echarse a llorar.

- Es broma cielo, lo siento. Quería ver tu reacción. - dije sintiéndome un poco mal.

- Eres idiota - me dijo un poco más tranquilo - Casi me da algo. Entonces ¿a qué universidad irás?

- Voy a estudiar periodismo en la Universidad de Toronto y encima voy con Caitlin. Ella estudiará arte dramático. Pero nos vamos a ir a vivir al campus.

- ¡Vaya! - dijo mucho más contento - ¡Eso es genial Val! Lo del campus no me preocupa porque estamos a apenas hora y media, pero México... Por un momento he pensado que no iba a volver a verte. Me alegro mucho de tu elección, cariño. Encima me hace mucha ilusión que vayas con Caitlin. Es una suerte que os hayáis hecho tan buenas amigas.

- ¡Sí! Es una chica increíble. - dije yo mirándole de reojo. Todavía estaba allí conmigo, pero en vez de comer palomitas mirando Nothing Hill, lo estaba haciendo mirándome a mí. Para ella, Justin y yo éramos su pareja favorita.

- También tengo otra noticia. - le dije un poco más nerviosa.

- Dime. - me respondió él.

- He decidido una fecha.

- ¿De verdad? - dijo él realmente feliz. No hacía más que hablarme de la boda y de lo emocionado que estaba porque yo fuera a ser su esposa, aunque mis evasivas continuas le hacían dudar.

- Quiero que nos casemos cuando vuelvas de la gira. Cuando hayas pasado ya por todos los continentes. Tu segunda tanda dura un año más, así que llegarías para mi paso de ecuador. Es la fecha perfecta.

Caitlin pegó un grito y vino a abrazarme tirando todas las palomitas por el suelo.

- ¿Por qué no me habías dicho nada? - gritó ella - ¡Pon el altavoz, corre!

- Hola Caitlin - dijo Justin riendo al otro lado del teléfono.

- ¡Justin! ¡Al fin se ha decidido! - dijo volviéndome a abrazar - Estoy muy feliz por vosotros. Espero que lo estés pasando bien.

- Sí, aunque echo mucho de menos Canadá. - dijo él. Se le notaba tristeza en la voz cada vez que hablaba de eso.

- Di más bien que nos echas de menos a nosotras - dijo Caitlin riendo. - Bueno te dejo hablar con tu amada futura esposa. ¡Un beso, Justin! - gritó antes de que quitara el manos libres.

- Bueno... - le dije a Justin una vez había recuperado mi móvil - Entonces... ¿Qué te parece?

Nunca digas nunca. Historia de una Belieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora