Capítulo 24.

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[CAITLIN]

Llevaba ya una semana cuidando de Val. Iba a verla todos los días a su casa, ya que no salía mucho de ahí. Estaba destrozada. Le obligué a desprenderse de su móvil, de internet y de la televisión, ya que sabía que sino se iba a pasar todo el día metida en Twitter buscando noticias sobre Justin.

Aquel día era el juicio, y él me acababa de llamar para hablar, así que estaba de camino a su casa. A ver qué quería esta vez.

Estaba realmente enfadada con él.

Cuando llegué a su casa me abrió Pattie. Ambos estaban allí. Para mi sorpresa también estaban Jeremy, el padre de Justin, Jazzy y Jason, sus hermanastros. Sus padres se habían separado cuando Justin era todavía un bebé así que se me hizo muy extraño que estuvieran todos ahí.

Me fui con Justin a su habitación y empezó a hablar.

- Quiero explicártelo todo, por favor, no digas nada hasta que acabe. - yo asentí y prosiguió - Me he pasado toda la semana investigando acerca de esta chica. Encontré su Twitter y la mayoría de las cosas que escribía - antes del supuesto embarazo - eran frases de odio hacia Val. También vi que fue al concierto de Vancouver. ¿Te acuerdas de aquella chica que se estaba peleando en el concierto y tuve que parar todo para separarlas? Es ella. Y sí, sé que lo he hecho mal. Que me he dejado llevar y en vez de luchar lo he echado todo a perder. Lamentablemente me he dado cuenta cuando Val se ha marchado. Necesito que me ayudes a recuperarla.

- Lo haré, Justin. Pero tienes que pensar en las consecuencias tus actos, te lo he dicho muchas veces. - le dije abrazándole. - ¿Qué necesitas?

- Apunta.



[VALERIA]

Justin estaba en el mismo escenario que yo y estábamos rodeados de fans.

- Hola, chicas - dijo él - Quiero que sepáis que esta es la chica a la que amo y por eso quiero pedirle algo. Valeria... ¿Quieres..?

- ¡Valeria! ¿Quieres despertarte ya? ¡Por favor!

- ¿Quién es? - dije aún medio dormida

- ¿Cómo que quién es? ¡Caitlin, quién va a ser! - dijo quitándome de encima el edredón que tenía casi pegado a la piel después de dos semanas encerrada en casa. - Venga, levántate y dúchate. Nos vamos.

- ¿A dónde?

- A Nueva York. - dijo ella.

- ¿Qué? ¿Nueva York?

- Sí. Deja de hacer preguntas y métete en el baño - dijo mientras abría las ventanas de mi cuarto y me ponía un conjunto de ropa en las manos.

Hoy era uno de marzo - pensé mientras me duchaba - El cumpleaños de Justin. Me habría encantado felicitarle, pero no sabía nada de él desde que le dejé la carta... Parecía que había pasado página.

Salí al cabo de veinte minutos y Caitlin me esperaba en la cocina con el desayuno preparado y mi maleta de mano.

- Por favor - me dijo - No preguntes y come.

Yo asentí y empecé a comer, porque la verdad es que hacía muchos días que no me alimentaba decentemente y estaba muerta de hambre.

- Justin ha ganado el juicio - me dijo.

No contesté, aunque me alegré mucho. Caitlin me había estado manteniendo al tanto de todo lo importante durante estas semanas, así que sabía lo que había pasado. Aún así, sabiendo que era mentira, me veía sin fuerzas. Necesitaba más. Necesitaba hechos.

Quería de vuelta al Justin del que me enamoré.

A las ocho en punto, Caitlin me sacó casi arrastras de casa, subimos a su coche y llegamos al aeropuerto de Canadá destino Nueva York.

¿Por qué?

Lo sabría pocas horas después.

Nunca digas nunca. Historia de una Belieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora