Unas de las últimas noches en las que me quedaba la casa sola para mi, vino Javier, tomamos un Coca Cola, nos pusimos al día con nuestras vidas, nos contamos sobre nuestras cosas, y luego dormimos abrazados, sin hacer mas nada que brindarnos cariño, por la mañana se fue.
Empezamos a salir nuevamente, venia cada noche a mi casa y nos quedábamos por horas hablando sentados en la vereda, había tardes que venia después de jugar, él entrenaba en un equipo de fútbol, nos cruzábamos en aquélla plaza cuando yo salia a correr con mi prima.
Nuevamente volví a hablar con Ignacio, al principio por facebook después intercambiamos números de whatsapp, conversaciones comunes, aunque era evidente que seguían pasando cosas.
Con Javier estuvimos peleados unas semanas por celos, una noche me golpeó la puerta para arreglarnos, mientras nos abrazábamos vi pasar dos chicos en moto, pensé "¿sera Ignacio?" Pero dudé, desde el verano pasado no lo veía y realmente en la noche no se distingue bien a una persona, así que seguí dándole demostraciones de mi amor a Javier, estaba muy contenta con él, nos conocíamos muchísimo, nos llevábamos bien y además respetaba el echo de que tenga una hija, aunque a veces tenía actitudes inmaduras respecto a mis horarios y los momentos en los que podíamos vernos.
Al irse, busqué mi celular y noté que tenía un mensaje de Ignacio, estaba enojado, era él quien paso en moto. "Te vi abrazada con alguien afuera de tu casa" escribió. "¿Y, cuál es el problema?", le respondí.
La verdad es que hasta ese momento Ignacio no me importaba en lo mas mínimo, a pesar de que me gustaba, no me generaba mas nada, y estaba saliendo con Javier.
Javier empezó a ponerse "pesado", tenia un temperamento fuerte y yo, al ser una mujer de carácter, chocaba mucho con él, dos personas temperamentales en una relación no es muy recomendable que digamos.
Sábado por la noche, mi amiga había venido a comer, horas mas tardes Javier golpeó, fuimos a comprar Gancia con Sprite, discutimos por mis celos, una amiga lo saludo y al parecer inconscientemente la mire mal, tengo una mala cara mayormente pero así es mi expresión, soy muy caraculica. Me hizo callar cuando no le iba a decir absolutamente nada, ¿cuál era el problema que lo salude una amiga?, soy celosa, sí, pero no para enojarme por un simple saludo. Camino a mi casa me enoje por hacerme callar y se lo reproché, "sos muy celosa Sofía, pensé que me ibas a hacer un planteo en el kiosco" me dijo y yo me enoje aún más, pero solo me limité a responder "No tendría porque decirte algo, nosotros solo somos amigos" a él se le deformo la cara, yo me sentía victoriosa de retrucar sus dichos y dejarlo mal parado.
Esa noche la pasamos enojados, quería revisarme los mensajes del celular, le aclaré que no tenia porque darle explicaciones de con quien hablaba, total... solo eramos amigos. Luego quería revisarme el facebook ahí estalle, no me gusta que la gente se meta en mi privacidad, que intenten controlarme, si alguien esta conmigo debe confiar en mi, ese es mi pensamiento "no toques mis cosas, porque yo no toco las tuyas".
Peleamos bastante en consecuencia a su intento de controlarme, pero lo calme con unos mimos, mi amiga se reía de la situación.
Al rato se fue, su primer "te amo", "hace un mes y medio estamos saliendo no será muy rápido, no estoy preparada para una relación solo quiero compañía y un poco de cariño, ¿para dónde puedo salir corriendo?" pensaba mientras él se enojaba por no recibir ningún "yo también" de mi parte, le explique que cuando realmente lo sienta se lo iba a decir pero que no me apure, después empezó a decirme cosas como "quiero hacerme cargo de tu hija, padre es el que lo cría, y yo quiero criarla", me asusté aún más, no estaba lista para que alguien me dijese esas cosas, pero solo lo abrace y le explique que ella ya tenia un papá.
Empezó a tener malas actitudes, ya no le agradaba mucho que no lo pueda ver tanto como él quería, mi vida giraba entorno a mi hija y no a él, y eso no lo entendía.
Termine dejándolo. Y otra vez hablaba con Ignacio, era extraño, sentía cosas por él, hablábamos todos los días, otra vez palabras bonitas, otra vez mensajes a pura risa, pero era diferente, empecé a quererlo más que cuando salíamos a los 16 años, eramos diferentes, habíamos crecido, yo con mi maternidad había madurado un poco, ya no estaba en la joda, y él seguía igual de lindo.
Volví a recibir mensajes de Javier, me extrañaba, pero yo solo pensaba en el momento en el que Ignacio me escriba.
Mi cumpleaños número 20, primera salida después de años, antes de comer llegó Javier, me trajo flores y chocolate, "¿Flores?, las odio" pensé, aunque se las recibí muy amablemente. "¿Vos me querés engordar?" Le dije entre risas mientras me acompañaba al kiosco, ya no era dulce con él, quería que volvamos a salir, yo solo pensaba en Ignacio.
"Las cosas no son cuando vos querés Javier, yo esta vez no quiero estar con vos" le decía, pero es muy terco, me abrazaba y lo rechazaba, intentaba besarme y le alejaba la cara, "vos no entendés Sofía, quiero estar con vos, me quiero poner las pilas, voy a cerrar el facebook que es el problema". Indignada me negué, ¿cómo puede decir que una red social destruía parejas?, la pareja se destruye por las acciones de uno, y en todo caso a facebook lo maneja uno, y queda en uno lo que haga con él, a quien se le habla o con quien uno se haga el lindo. "Que estupideces dice" pensaba.
Después de negarme a su pedido de reanudar la relación, se le pusieron los ojos llorosos, "¿vas a llorar?" le pregunté mientras me reía, "vos no me entendés" respondió, "me voy, me di cuenta que estoy de más". Lo saludé con un beso en la mejilla y entre a mi casa.
¿Por qué debía comprenderlo? él no me había respetado cuando estábamos juntos, no respeto mis tiempos y había comenzado a molestarle el echo de que sea madre full time, además de que se hablaba con otras chicas, no iba a permitir eso, había renegado mucho con mi ex, y en todo caso ya tenia una hija para renegar.
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Un Capítulo De Mi Vida... Con Él.
RomanceLo peor del amor es cuando no se olvida... cuando no se supera, lo peor es volver al pasado y vivir en él.