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De nuevo me veía con Jeremías, no sabía muy bien lo que hacía, pero estaba feliz por ver a la mosquita muerta sufriendo por facebook y mensajes de texto.
Ignacio seguía sin aparecer y Mateo ya había hablado sobre mi a su familia, eso me asustó.
Como siempre no estaba preparada para iniciar una relación, tenía una hija, un ex y muchos problemas.
Él me aceptaba como era pero yo soy muy histérica y todavía no sabía lo que quería.
Estaba con los dos a la vez, ¡que complicado! Estaba nerviosa todo el tiempo, me sentía una mala persona por jugar con los sentimientos de ambos, pero no me decida por ninguno.
Con Mateo todavía no había concretado, y era un paso fundamental para decidirme por él o por Jeremías.
Llegó navidad, 25 por la madrugada estaba con Mateo en la puerta de mi casa, abrazados y a los besos, yo estaba un poco borracha y él solo se reía de mis estupideces, me sentía bien cuando lo veía, podía mostrarme tal cual era, cosa que con Ignacio no, hasta un cierto punto podía ser yo, pero siempre me contenía, no se muy bien porque.
Vi llegar de la otra cuadra a Jeremías en su auto, estaba conversando con Mateo de espaldas a la calle.
"Ese es Jeremías y ahora se va a armar lío" le dije nerviosa.
La verdad es que Mateo era un chico tranquilo y sano, no tenía maldad y nunca peleaba ni discutía con nadie, en cambio a Jeremías le faltaban todos los jugadores.
Como vivo sobre un Boulevard, Jeremías ni siquiera dio la vuelta dejo el auto estacionado a mitad de la calle de enfrente con la puerta abierta y el auto en marcha.
Vi su cara de furia, estaba pasado en droga, apenas se acerco le pego.
Yo gritaba, trataba de separarlos, Mateo ni siquiera se defendía, amenace a Jeremías con romper su auto si no lo soltaba, sabía que hablaba en serio, en otra oportunidad le había abollado la puerta de una patada luego de discutir y de que él me manosee.
Después de escucharme decir eso lo soltó, Mateo huyó y se escondió de un vecino, salio mi prima que estaba dentro de mi casa, "buscalo a Mateo" alcance a gritarle.
Jeremías estaba furioso, yo me hacia la que lloraba, pero tapándome la cara disimulaba lo gracioso que me parecía la situación, seguía borracha pero a la vez estaba enojada.
Mateo se fue en auto con amigos, Jeremías lloraba, había hecho que termine su relación para que me vea con otra persona fuera de mi casa.
No se quería ir, lo echaba de todas las formas y no había caso, entre a mi casa y me puse a llorar, mi prima me consolaba, y luego terminamos riendo.
Le pedí disculpas a Mateo y le dije que lo mejor era no vernos mas, era un buen chico y no merecía andar soportando que lo golpeen por mi culpa.
Me sentía culpable, pero a él no le importo, me quería y no iba a dejar de estar conmigo por la locura de mi ex.
Jeremías no paraba de golpear mi puerta, tuve que estar una hora consolándolo, no paraba de llorar y yo ya no lo aguantaba.

Un Capítulo De Mi Vida... Con Él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora