Capítulo 7

679 80 10
                                    

Mis ojos se abrieron contra mi voluntad, mire el reloj y marcaba las diez con trece minutos de la mañana. Llevé mi mano hasta mi rostro arrepintiendome por haber tomado tanto, arrastre mis pies hacia el baño y lave mi cara con abundante agua.

Mis ojeras daban pena ajena, mi maquillaje estaba regado por casi toda mi cara así que empecé a quitarlo, aún sentía profundas ganas de dormir pero había algo más importante aún y era mi estómago que suplicaba por algo de comer y si que me provocaban unos waffles con mucha miel. Sin cambiarme baje a la cocina donde estaban Adela e Irene desesperadas cocinando algo.

- Bonita hora de llegar - exclamó Adela poniendo sus manos en su cintura

- Como digas - me senté en la silla - muero de hambre ¿Qué has hecho de comer?

- ¡Eres tan descarada! - exclamó Irene - Mamá no es tu empleada del servicio, si tanta hambre tienes pues cocina algo

- ¡Ay! - arrugue mi rostro - Realmente lo que menos quiero ahora es un sermón de parte de ustedes - me levanté y empecé a buscar varias cosas en los estantes.

Termine con una bolsa de yupis, mermelada de maní, galletas de soda, dos coca bien frías y una golosa rellena de Arequipe.

- Espero que estés en el almuerzo - me dijo Adela antes de que yo saliera de la cocina con mi querida comida

- Tendría que pensarmelo - salí

Subí a mi habitación y deje todo encima de mi cama, cuando procedí a destapar la bolsa de Yupi observe mi celular y rápidamente el Sarco llego a mi mente. Ese hombre ahora si me mataría. Tome mi celular y le marqué rápidamente.

- Dos días después - fue su grato saludo

- Lo siento, he tenido problemas - mordi mi uña

- ¿No te parece que últimamente has tenido muchos problemas? - escuché su respiración - es algo que me importa una mierda, odio que jueguen conmigo Alex así que te quiero aquí hoy - me colgó

Maldije para mis adentros, no queria ir a ese lugar ¿Y si quizás tenía pensado matarme?. Espante todo tipo de estos pensamientos y empecé a comer pero sin querer siempre recordaba ello. Me anime a estar en la tan dichosa comida pero no porque me interesará Irene y su estúpido novio, pero si tenía curiosidad.

Me bañe, me arregle casual como si nadie viniera a casa y baje. Tome una soda para bajar el malestar que tenía.

- ¿Me veo bien? - pregunto Irene dando una vuelta con su vestido azul

- ¡Estas Hermosa! - le respondió Adela - ese chico debe sentirse muy afortunado

- ¿Afortunado? - hablé - Afortunada ella de que alguien quiera ser su novio

- No respires por la herida Alex - alzó una ceja Irene - Ya quisieras tú tener un novio

- No, no necesito que un idiota me vea la cara de estúpida y me esté poniendo cachos cada vez que le de la gana - Irene abrió su boca para reponder pero en eso sonó el timbre de casa

- ¡Debe ser él mamá! - exclamó mientras daba algunos brinquitos

- Pues ve a abrirle - la animo Adela - yo le diré a Gabriel que baje con All

Imite burlonamente la reacción de Irene, en unos segundos Gabriel, Adela Y All estaban ahí en la mesa, todos muy galanes y yo bueno, estaba cómoda. Mi boca casi pega al suelo cuando vi al supuesto novio de Irene.

- Mamá, Papá - hablo Irene - les presento a Saúl mi novio - Saúl, mis padres

- Es un gusto - respondió aquel chico ofreciendole la mano a Gabriel y yo quería cortarle la garganta

Al Final Del TúnelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora