Capítulo 40

383 41 16
                                    

Una vez mientras hablaba con Sac sobre diversión, ambos prometimos que nunca nos enamorariamos, sabíamos lo peligroso y doloroso que podría ser enamorarse.

Pero ambos habíamos fallado y ambos habíamos sufrido. Sac se había enamorado de mi, pero yo no podía corresponderle así quisiera, yo me había enamorado de Thomas y ahora de Jhoyssel, pero mi corazón fue quien me traisiono esta vez, si todo se hubiera quedado como siempre, no tendría ese dolor en mi pecho que me estaba matando viva.

- ¿Por qué lloras Alex? - me preguntó All dejando de jugar con su oso de peluche

- No, no estoy llorando - me limpie las lágrimas - es solo una basurita que se me metió al ojo

- Ah ya se - se arrodilló en la cama quedando a mi altura - abre él ojo - puso sus manitas al rededor de mi ojo y sopló - ¿ya se salió?

Dejé escapar una risita y eliminé lo que quedaba de mis lágrimas - si, ya salió - le Sonreí - Gracias doctor All

- Alex ¿Cuando veremos a papá? - volvió a tomar su peluche

- ¿Lo extrañas? - asintió con la cabeza - yo también lo extraño mucho. ¡ven acá! - lo senté en mis piernas - te prometo que pronto iremos a verlo ¿si?

- Si, pero no quiero ver a mamá porque ella siempre esta enojada conmigo

- No, a ella no - peine su cabello - ¿Quieres ir por un helado?

Quizá yo estuviera pasando por un mal momento, pero no iba a permitir que esto afectara a All, él era muy pequeño aun para comprender las cosas del "amor". Sería fuerte por él, por mi, por la chica que alguna vez había sido.

La salida permitía tanto que All se divertiera como que yo pudiera pensar bien que haría de allí en adelante y sobre todo para no encontrarme con Jhoyssel, porque aún no decidía de que manera iba a partirle la cara.

Bajé rápidamente las escalas sin hacer mucho ruido, agarré a All de la mano y me dispuse a salir, pero en ese preciso momento mi mirada chocó con la de Jhoyssel quien con una mano se apretaba el puente de la nariz y dejaba salir un suspiro de frustración.

- Alex - caminó rápidamente - tenemos que hablar

- Oh que mal - exagere mi cara de lamento - Ahora no puedo... Señor - recalque la ultima palabra - voy a comer un helado con All

- Dejame explicarte las cosas - me agarró del brazo - no es como piensas

- Voy a comer un helado con All dije - apreté los dientes y me solté de golpe - que tenga feliz día señor

Salí lo mas rápido que pude, lo que menos quería ahora esta escuchar las excusas baratas que seguro había pensado y meditado para decirme.

Traté de eliminar el nudo que se había formado en mi garganta. Subí con All a mi motocicleta y me aleje de allí.

Me sentí mal por esta ignorando a mi pequeño All, pero mi mente estaba en otro lado y poco le prestaba atención a lo que me decía mientras devoraba su helado de chocolate.

No tenia idea de que haría de ahora en adelante, no tenía una casa a la cual irme con All, no tenía un amigo a mi lado y tenía el corazón roto.

- Alex ¿Puedo comprar un dulce? ¿Si? - me sonrió

- ¡Claro! Toma - le pasé algunas monedas - no te alejes mucho

Seguí con la vista el camino que llevaba All, se digirió a la orilla de la carretera donde se encontraban los vendedores de dulce, era tan pequeño, tan hermoso, tan mio, le amaba mas que a cualquier cosa en el mundo y por esa misma razón sentí mi corazón explotar cuando vi una camioneta estacionarse justo en frente de mi pequeño, me puse en pie en menos de lo que imaginé mientras que al mismo tiempo dos hombres salían de la camioneta.

Al Final Del TúnelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora