Capítulo 23

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Después de retomar nuevamente las clases y de dejar a Sac casi estéril después de una buena patada en sus huevos por su genial broma llegó ni momento favorito, el receso, eso implicaba, comida.

Llené mi bandeja hasta el tope como hace mucho ya no lo hacía, nuevamente mis amigos estaban conmigo y casi todo había vuelto a la normalidad.

Le hice señas a Isabel para que sacará las capturas que habíamos hecho del video ya reveladas.

- Escucha bien Sac - lo miré  - nosotras hacemos valer nuestras reglas ¿Sioque? - el asintió - Bueno, déjame decirte que Ashlie es la madre de las zorras

- No empecemos Alex - puso los ojos en blanco y dejó de mirarme

- Pero ella dice la verdad - me apoyo Isabel - Tenemos pruebas - sacó  las fotos - Si esto no te convence yo misma te llevaré donde un cura para que te haga un exorcismo - se las entregó en un sobre amarillo

- ¿Que es esto? - junto las cejas mientras observaba el paquete

- La muestra de lo cuernudo que estas - le dije mientras mordia mi hamburguesa

Sac empezó a sacar las fotos y las observó una a una, las volvió a meter en el sobre; las guardó por dentro de su pantalón, nos miró, se echó a reir y siguió comiendo como si nada.

- Ósea ¡Esperame! - lo observe - Te acabamos de mostrar unas fotos de tu novia teniendo sexo con otro y ¿Sólo te ríes? - hice un ademán - ¿Que clase de lunático masoquista eres?

- Es sólo que ustedes se pusieron en la tarea de todo esto - tomó de su jugo - y eso es algo que yo ya sabía

- ¿Cómo que sabías? - le pregunto Isabel igual o más extrañada que yo

- ¡Oh vamos! - nos sonrio - Es Ashlie ¿Quien no sabe que tipo de chica es?

- Entonces ¿Por qué carajos estas con la arrechipuntuda esa? - golpee su cabeza

- Tenía mis razones - me devolvió el golpe - pero ya no más, hoy mismo término con toda esa mierda

- Así se habla - lo elogió Isabel

Continúe comiendo o más bien devorando todo lo que había en mi bandeja, alcé mi mirada hacía un punto incierto y mi mirada se cruzó con Thomas, lo llamé con señas pero se negó a venir.

Le pedí a los chicos que siguieran que yo después los alcanzaba, de mala manera asintieron y salieron de la cafetería. Me levanté de mi lugar y caminé rápidamente hacia la mesa donde se encontraba Thomas sentando.

Todo sholito.

- ¿Por qué no quisiste ir? - le pregunté mientras me sentaba frente a él

- Estabas con tus amigos y no quería interrumpir - dijo cerrando el libro que leía

- ¡No seas idiota! - me burlé - tu también eres mi amigo ¿Lo recuerdas?

- Si, pero - torció una media sonrisa - tus amigos jamás me aceptaran, no soy como ustedes,  soy muy distinto

- Hagamos algo - me acerqué más a él - te invito a salir esta noche, para que veas lo que es mi vida, como soy y tu mañana me invitaras a salir y me enseñas que haces diariamente ¿Te parece? - le sonreí - Si en realidad no compaginamos en nada, dejaré de molestarte, pero eso si, si no somos tan distintos , tendrás que aguantarme de por vida

- Trato - me sonrió y tendió su mano

- Trato - estreché mi mano contra la de él - Bien - la separé - me iré, deben estar esperándome como locos - me levanté - te veo a la salida - le guiñé el ojo y me alejé de allí.

Al Final Del TúnelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora