Capítulo 15

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Tomé las llaves de mi bolsa y abrí la puerta, algunas luces estaban encendidas y me sorprendio porque habíamos dejado todo apagado, miré mi reloj que marcaba la una de la mañana, estaba relativamente temprano.

Subí hasta la habitación de Sac y antes de encender las luces senti un fuerte golpe en la cabeza.

- Muchacho del demonio - volvieron a golpearme - ¿Donde estabas metido? - un golpe más

- Señora por favor - chille - No soy Sac, aún tengo vagina - le grite sobandome aún mi cabeza y encendí la luz

- Pero ¿Que? - me miro bastante sorprendida - ¿Que hace usted en mi casa?

- Pues vine a buscar a Sac, pensé que estaría ya aquí - mentí

- Pues no - apoyo su bastón - y estas no son horas de visitar a nadie jovencita - me agarro del brazo - así que se me va ya mismo - prácticamente me arrastró a la salida

- Pero señora... - intente defenderme, pero si que jalaba duro la condenada y yo no quería lastimarla

- Que tenga buena noche - cerró la puerta en mis narices

- Estoy viviendo en su casa señora - dije para mi misma y me senté en las escaleras

Tomé mi celular e intente llamar a Sac, pero fue imposible, el no contestaba y yo ya estaba muriendo de frío.

Recordé la ventana y me dirigí hacia allí pero desde abajo vi la luz encendida y temí de que la abuela de Sac aún estuviera allí esperandolo.

Subí con bastante cuidado y desde afuera analice bien el cuarto, pero no había rastro de ella, así que me deslice adentro, cerré la puerta con seguro, me cambié de ropa, apague la luz y me acosté a dormir.

Me desperté con el sonido de la perilla de la puerta queriendo ser abierta, así que con bastante sigilo me levanté, la abrí despacio y Sac apareció a mi vista bastante borracho, así que lo ayude a acostar en la cama y lo imite.

***

- ¡No! - soltó una carcajada - ¿Enserio mi abuela hizo eso?

- ¡Claro! Me ha dado un buen golpe en la cabeza que me ha dejado medio bruta, ahora entiendo porque eres tan cerrado de mente, tantos golpes, de razón

- Hey - me señaló con su dedo índice - No te pases

- Pero es la verdad y si fuera poco me corrió de tu casa y me tocó meterme por la ventana - volvió a soltar una carcajada

- Esto es épico - jalo mi nariz - hubiese dado plata por ver esa escena

- Idiota - lo empuje - Oye, tengo hambre -me senté con brusquedad en la cama

- Pues vamos a desayunar - se puso una camisa sin mangas

- No, ni sin culpa - negué con la cabeza - no quiero que me maten a punta de golpes - me dirigí a mis maletas - aquí tengo suficiente - abrí mi bolso en el que tenía mi comelona

- ¡Dios! - se acercó y saco una golosa - Haz dejado tu casa sin mercado

- Lo se - saque un paquete de papas - tenía que sacar algo bueno de allí, aparte de un dinero que me cogí de Adela

- Estas robando Alex - sentenció

- No, de ninguna manera, digamos que si es de Adela no cuenta como robo

- Bien, ¿No bajaras conmigo entonces? - negué con la cabeza - ok, pero al rato tendrás que hacerlo para decirles que te quedarás aquí

- No - comí una papa - si no hay necesidad, es decir, sólo será por esta noche, ya mañana me iré ¿Lo recuerdas?

Al Final Del TúnelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora