Capítulo 36

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- Alex ¿Estas bien? - escuché la voz preocupada de Jhoyssel, él estaba a unos pasos de mi pero su voz se escuchaba lejos - vamos, tienes que levantarte - agarró mi brazo

- ¿Que pasó? - empecé a ponerme de pie aturdida

- Ha sido una bomba, debemos irnos de aquí antes de que vengan más de ellos y no podré protegerte

- ¿A donde iremos? Estamos lejos de casa

- No lo se - Se apretó su herida que no dejaba de sangrar - pero tenemos que irnos ya - empezó a avanzar

Di una pequeña mirada a su auto que aún seguía ardiendo en llamas y decidí seguirlo.

- Tengo algo de dinero en mis bolsillos, tendemos que tomar un taxi

- Pero ¡Estas herido! - exclame como si él no supiera eso

- Lo se - Se volteó a mirarme - pero tú estas bien, el resto no importa

- No te portes como mi héroe

- No, tu fuiste la heroína está noche

Sentí todos los colores subirse a mi rostro ¿Cómo podía él decirme ese tipo de cosas en un momento como esté? Iba a refutarle lo dicho cuando se escuchó el rugir del cielo.

Oh no, lo que faltaba

- Creo que va a llov... - No terminé de decir mi frase cuando ya habían empezado a caer las primeras gotas

Jhoyssel no se detuvo y siguió caminando alejándose cada vez más del lugar donde ocurrió todo, escuchamos las sirenas de la Policía aproximarse al lugar, teníamos que irnos de allí cuanto antes.

El rostro de Jhoyssel se veía cada vez más pálido, estaba perdiendo mucha sangre y ahora era yo quien sentía miedo de lo que pudiese sucederle.

- Tenemos que parar - le grité en medio de la lluvia - por favor

- A unos metros hay un motel, podremos pasar allí la tormenta

Le hice caso y seguimos avanzando ambos empapados y él apretando su hombro herido, lo considere valiente porque yo ya estaría tirada en el suelo dando vueltas de dolor o quizás ya hubiese muerto.

Llegamos a un viejo Motel, pedimos una habitación, el chico que nos atendió miraba a cada instante el hombro de Jhoyssel pero gracias a Dios no hizo preguntas.

Al entrar en la pequeña habitación Jhoyssel se tumbó en la cama y dejo salir un gruñido de dolor.

- ¡Dios! - me acerqué a él - Tienes que ir a un hospital Jhoyssel - le insistí - Te ves muy mal

- ¿Ósea que ya no me ves guapo? - intento bromear, pero se notaba cuanto estaba aguantando - No puedo ir Alex

- Entonces déjame hacer algo, no se nada de esa mierda de enfermería, pero podría intentarlo

- Bien - asintió - ve al baño y mira que hay que puedas usar.

Corrí al baño y encontré algodón y gasa, nada más.

- Sólo hay esto - lo tire a la cama - No nos servira de mucho

- Necesitamos un cuchillo - dijo mientras se incorporaba del todo

- Tengo esto - bajé y saque mi pequeña navaja de mi nota - ¿Servirá?

- ¿Desde cuando cargas con una navaja y por qué nunca me había dado cuenta?

- Esto es enserio Jhoyssel - lo reprendi

- Ok, baja y pide una botella de alcohol de lo que sea y un encendedor.

Al Final Del TúnelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora